5 claves para hallar la auténtica felicidad
Hasta 1.200 alumnos asisten a las clases de la doctora Laurie Santos, que enseña a los estudiantes a reprogramar sus hábitos para llevar una existencia más saludable y feliz. Fruto de la experiencia, ha desarrollado un decálogo de tan solo cinco puntos para alcanzar ese bienestar que todos anhelamos. Curiosamente, esas recomendaciones están en sintonía con otras, fruto de las conversaciones con Bronnie Ware –una especialista en cuidados paliativos– con pacientes terminales.
Laurie Santos imparte la clase más exitosa en la historia de la Universidad de Yale. Su asignatura se titula Psicología y buena vida, y la finalidad de la misma es ofrecer las claves para que sus 1.200 alumnos encuentren la felicidad. Sin embargo, no se trata de un objetivo sencillo, puesto que exige un importante empeño. «Obtener la felicidad no es fácil, hay que dedicarle tiempo (…) La ciencia nos ha mostrado que requiere un esfuerzo intencional», asegura la profesora.
La Dra. Santos enseña a sus alumnos a hackearse, reprogramando sus hábitos para disfrutar de una vida más saludable y dichosa. Con el fin de obtener tan trascendente meta, recomienda llevar a cabo cinco tareas. Son las siguientes:
1. Hacer una lista de la gratitud. Cada noche, durante una semana, recomienda a sus estudiantes que escriban una lista con las circunstancias de sus vidas por las cuales se sienten agradecidos. «Puede parecer algo bastante simple, pero hemos comprobado que aquellos que realizan este ejercicio de forma regular tienden a ser más felices», asegura nuestra protagonista.
2. Dormir al menos ocho horas al día. Según la Dra. Santos, a la mayoría de sus estudiantes les cuesta descansar esas horas, pues en la Universidad de Yale están obligados a cumplir con una pesada carga de tareas y exámenes. Sin embargo, ella recomienda hacerlo sí o sí: «Aumentar el tiempo de sueño disminuye la depresión e incrementa la actitud positiva».
3. Meditar diez minutos al día. Esta práctica y otras similares generan paz y tranquilidad.
4. Más tiempo para disfrutar con la familia y los amigos. Diferentes investigaciones científicas muestran que las actividades que provocan mayor sensación de felicidad y bienestar tienen que ver con las relaciones personales y las conexiones sociales. «Muchas veces vinculamos la riqueza con la cantidad de dinero que tenemos –dice Laurie Santos–, pero numerosos estudios apuntan a que está relacionada con la cantidad de tiempo de que disponemos. Si estás sacrificando tu tiempo para trabajar más y ganar más dinero, no creo que sea un comportamiento adecuado. La mejor opción sería aumentar tu tiempo libre».
5. Menos redes sociales y más relaciones reales. Para Santos, no conviene engañarse por las sensaciones satisfactorias que ofrecen las redes sociales. «No nos están haciendo tan felices como creemos. Mi recomendación es desconectarse de las redes y dormir un poco más», apunta la especialista.
Al final de la «partida»
Curiosamente, el decálogo de cinco puntos de la Dra. Laurie Santos se parece a otro desarrollado por Bronnie Ware, experta en cuidados paliativos a enfermos terminales. Después de permanecer al lado de miles de pacientes en sus últimas semanas o días de existencia, Ware recopiló las cinco cosas principales que hubieran hecho de forma diferente en sus vidas:
1. Ojalá hubiera tenido el coraje de vivir la existencia que hubiera deseado, no la que otros esperaban de mí. Se trata del autorreproche que más veces ha escuchado la especialista en cuidados paliativos.
2. Ojalá no hubiese trabajado tanto. Bronnie Ware asegura que estas palabras las pronunciaron principalmente sus pacientes hombres. «La mayoría se arrepintieron de perderse la infancia de sus hijos y la compañía de su esposa», dice la experta.
3. Me hubiese gustado tener el coraje de expresar mis sentimientos. Según Ware: «Muchos desarrollan enfermedades relacionadas con la amargura y el resentimiento por este motivo».
4. Lamento no haber mantenido más contacto con mis amigos.
5. Desearía haberme permitido ser más feliz.
La importancia de la risa y el humor
Después de numerosas conversaciones con miles de pacientes durante sus últimos días de vida, Bronnie Ware ha llegado a la conclusión de que «muchos no se dan cuenta hasta el final de que la felicidad es una elección. Se han quedado trabados en viejos patrones y hábitos. El miedo al cambio los ha llevado a fingir ante los demás y ante sí mismos que eran felices, aunque en su interior ansiaban poder reírse con ganas y tomarse la vida con humor». Por supuesto, muy vinculada con esa necesidad de ser felices se encuentra la relación con los amigos: «Un común denominador de todos ellos es un profundo remordimiento por no haber brindado a esas amistades el tiempo y el esfuerzo que se merecían. Todos extrañan a sus amigos cuando están muriendo».
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