Downtown, Winnipeg (Manitoba, Canadá). El Fort Garry Hotel fue construido en 1813 por el Grand Trunk Pacific Railway. Es uno de los hoteles más grandes del país, reconocido como patrimonio histórico canadiense desde 1981. Pero arrastra también ecos de tragedia: cuentan que en la década de 1940 una mujer fue brutalmente asesinada por un mafioso en la habitación 202.
Desde entonces, la habitación estuvo cerrada al público hasta los años 50. Pero como si la estancia estuviera maldita, tuvo lugar un nuevo hecho luctuoso: una joven embarazada esperaba a su marido que había salido a comprar el periódico. Cuando se asomó a la ventana, vio horrorizada cómo un coche lo arrollaba, causándole la muerte.
La muchacha, encogida por el dolor, se ahorcó en el armario. Desde entonces, han sido varios los huéspedes que han afirmado ver extrañas siluetas y escuchar lamentos horripilantes en el interior de la 202.
Una extraña fenomenología que sería fruto de la tragedia vivida y que, según el testimonio de algunos que han dormido allí –o al menos lo intentaron– se manifiesta en forma de una vieja espeluznante que se lamenta en un rincón. Otros testigos afirman haber visto sangre goteando de las paredes y que alguien o algo invisible les toca los pies cuando están tumbados sobre las camas.
Otras de las historias que circulan sobre el Fort Garry Hotel hablan de grotescas apariciones de una mujer gimiendo por los pasillos… ¿la suicida de la 202? Quién sabe…
El delicado asunto "sobrenatural" fue dotado de cierta oficialidad tras el testimonio de la diputada canadiense liberal Brenda Chamberlain –quien se definía escéptica–, que durmió en la 202 durante un caucus en el año 2000 y afirmó más tarde a la prensa que fue despertada a media noche porque sintió dos veces una "presencia" que intentaba meterse en su cama. La noticia copó los titulares nacionales y la duda sigue en el aire.
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