Unidad Militar 10003: Soldados psíquicos en el ejército ruso
Desvelamos detalles de la enigmática Unidad Militar 10003, en un proyecto secreto de combate psíquico y supersoldados rusos
“El ejército ruso está entrenado en técnicas de combate PSI y ya las ha utilizado en la práctica para derrotar al enemigo, sin contacto”. Así lo afirma el artículo del columnista Nikolai Poroskov, titulado «Supersoldado para las guerras del futuro», publicado en la revista oficial del Ministerio de Defensa ruso, «Armeyskii Boletin», en febrero de 2019.
Poroskov escribe que, con la ayuda de una «tecnología de metacontacto» aprendida por los militares, ha sido posible interrogar a prisioneros, comprendiendo qué tipo de personas eran y qué beneficio real podían aportar. Las fuerzas especiales se entrenaron en esta tecnología, entre otras habilidades, para asegurarse de que, en caso de ser capturados por el enemigo, no revelaran ningún tipo de información. Según Poroskov, esta tecnología promueve el estudio de lenguas extranjeras, el tratamiento en condiciones de combate y la búsqueda de escondites.
La telepatía, afirma el autor del artículo, fue aprendida por el personal militar mediante su experiencia trabajando con delfines. Poroskov asegura que los métodos de combate PSI permiten influir no solo en las personas, sino también en los equipos electrónicos. Además, enfatiza que las técnicas que aprenden los soldados elegidos pueden utilizarse para interactuar con la tecnología: por ejemplo, el poder del pensamiento podría quemar un cristal en un generador o piratear programas informáticos. Según el artículo, durante los experimentos fue posible leer documentos en un idioma incomprensible guardados en una caja fuerte cerrada e identificar posibles miembros de redes terroristas.
En la misma publicación, Poroskov afirma que muchos países tienen la intención de crear en un futuro previsible un supersoldado capaz de resistir la tortura, el hambre, la falta de sueño y las palizas, sin quebrantarse. Este soldado ideal “no sentiría dolor ni miedo, podría comer pasto, comunicarse telepáticamente, resistir el estrés y escalar paredes como un lagarto”.
El editor jefe de la revista Armeyskii Boletin, Vladlen Prilutsky, aseguró a la prensa que las reglas para seleccionar publicaciones se detallan en cada número de la revista. Esta publicación incluye artículos de carácter investigativo, informativo y de debate sobre temas militares, que analizan el desarrollo militar y la garantía de la seguridad del Estado. Los principales requisitos para los materiales presentados a los editores son: relevancia, análisis de problemas existentes en la teoría y práctica militar, validez de los cálculos, novedad en los enfoques y originalidad en las propuestas para el desarrollo de las Fuerzas Armadas rusas.
Según el sitio web del Ministerio de Defensa, «Armeyskii Boletin» brinda información en foros técnico-militares internacionales, los Juegos Militares Internacionales, el espectáculo aéreo MAKS, entre otros, y se distribuye a todo el liderazgo de las Fuerzas Armadas, unidades militares e instituciones. Su tirada es de unos 10,000 ejemplares.
En los años 80, el ministro de defensa de la URSS empezó a recibir cartas de personas con capacidades psíquicas
Anatoly Matviychuk, jefe del departamento analítico de la revista «Soldados de Rusia», cree que el combate PSI realmente podría existir. En una entrevista televisiva afirmó que gran parte de la metodología creada en la Academia de Ciencias de Rusia buscaba explorar posibles características humanas sobrenaturales. Según él, algunos de esos desarrollos aún persisten y se están realizando intentos por reactivarlos.
El final de los años 80 fue el apogeo de enseñanzas esotéricas que penetraron en el país. En ese tiempo, el ministro de Defensa de la URSS, mariscal D. T. Yazov, comenzó a recibir cartas de personas que aseguraban tener capacidades psíquicas. También se unieron estafadores y personas con trastornos mentales, prometiendo buscar submarinos enemigos, localizar barcos y personas desaparecidas, y controlar pensamientos a distancia.
El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la URSS recibió instrucciones de abordar este tema y determinar si las habilidades psíquicas podían usarse en el ámbito militar. El mando de esta nueva formación secreta, conocida con el nombre de Unidad militar 10003, fue confiado al coronel A. Y. Savin, quien ya estudiaba fenómenos anómalos.
El trabajo de esta unidad demandó grandes recursos económicos. Inicialmente, solo contaba con diez personas. Entre 1994 y 1996, un grupo de psíquicos trabajó en Chechenia durante el primer conflicto. Según Savin, su unidad descubrió campos minados, advirtió sobre ataques y localizó puestos de mando enemigos. Por estos logros, el comandante fue ascendido a teniente general.
En 1997, la unidad pasó a ser controlada por el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia y se conoció como la «Dirección Analítica Experta para Capacidades Humanas Inusuales y Tipos Especiales de Armas».
Dos generales y ocho coroneles formaban parte del personal y, en total, la base contaba con unas 50 personas, la mitad de las cuales eran civiles. Más de 120 organizaciones e instituciones ya han participado en el proyecto.
En 1998, por iniciativa del premio Nobel académico de la Academia de Ciencias de Rusia, Vitaly Ginzburg, se creó la Comisión para la Lucha contra la Pseudociencia y la falsificación de la investigación científica. Se prestó mucha atención a la Unidad militar 10003 y, basándose en los resultados del estudio de las actividades de esta formación militar, se emitió un veredicto. El trabajo del departamento de expertos fue criticado por el presidente de la comisión E. P. Krugliakov, y por consiguiente, este proyecto se cerró a finales de 2003. El Coronel Savin dimitió en 2004.
En una entrevista, Savin afirmó:
“Prestamos mucha atención a la protección. Era necesario inventar algo universal, capaz de brindar protección a un soldado, a un oficial y al más alto nivel directivo de las fuerzas armadas. Nuestra investigación se dedicó a esto en primer lugar. En ellos participaron centros científicos, hospitales militares, institutos de investigación, institutos de la Academia de Ciencias Médicas y el Instituto de Psicología. Logramos desarrollar un sistema del que estamos orgullosos. En cuanto al impacto sobre los humanos, nos interesaron más las posibilidades de recopilar información sobre las actividades humanas: la apertura del plan enemigo, la composición de las fuerzas y los medios involucrados en ciertas acciones. El impacto remoto es un combate remoto sin contacto, que A.A. Kadochnikov y sus alumnos dominan. Y cuando resolvieron sus métodos, empezamos a dejar pasar a los oficiales por el centro de Kadochnikov. Diré que para las fuerzas especiales esto es muy importante en situaciones en las que no corren entre multitudes, porque entonces es difícil utilizar estas técnicas de impacto energético, y cuando actúan solas o en pequeños grupos, estas cosas son efectivas. Creemos que necesitan mayor desarrollo y mejora para entrenar a los soldados de las fuerzas especiales."
Aunque la Base 10003 se cerró, muchos de sus integrantes fueron reasignados a las fuerzas especiales y al FSB. Esto respalda la existencia de una división de “supersoldados”, como lo describió Nikolai Poroskov.
Por revelar esta información, Poroskov tuvo que dar explicaciones al Ministerio de Defensa. El “telon de acero” envolvió el destino de Poroskov que no quiere contestar a las preguntas de los reporteros, diciendo que ya ha dado toda la explicación en el Ministerio de Defensa. Desde entonces, no se han publicado más artículos suyos en «Armeyskii Boletin».
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