Project 8200, visión remota y ovnis
Durante la Guerra Fría, la CIA entrenó a psíquicos para la visión remota pero no sólo para espiar a los rusos sino para buscar bases ovni
En 1972, Harold Puthoff y Russell Targ, crearon un programa de percepción extrasensorial (PES) en el Instituto de Investigación de Stanford (SRI). Mientras buscaban voluntarios para sus experimentaciones dieron con Ingo Swann, un artista neoyorquino que resultó ser un psíquico extraordinario.
Escéptico, Puthoff, condujo al psíquico a un laboratorio de la Universidad de Stanford. En un subterráneo blindado que la facultad empleaba para el estudio de la física de partículas, había un contenedor de aluminio con un magnetómetro en su interior. Swaan se concentró y “viajó” mentalmente hasta el cofre blindado y dibujó un esquema tosco pero bastante preciso de su estructura. Y, lo que resultó aún más impactante, fue capaz de interferir en el aparato.
Documentos desclasificados demuestran que, en abril de ese mismo año, Targ se reunió con personal de la Oficina de Inteligencia Científica (OSI) de la CIA para discutir el asunto de las habilidades paranormales y su empleo con fines de inteligencia militar.
En febrero de 1973, se revisaron los datos más recientes. El hecho de que la visión remota permitiera a Swaan ver a través de un blindaje superconductor enterrado a 10 metros de profundidad era un problema y a la vez una oportunidad, caso de adelantarse a los soviéticos, claro. A partir de entonces, varios funcionarios de la Oficina de Investigación y Desarrollo (ORD) mostraron un interés en contribuir con su propia experiencia y financiación. Se ponía la primera piedra al Proyecto Stargate.
El oficial de operaciones y entrenamiento del programa de inteligencia que, durante más de una década, adiestró en la visión remota a psíquicos como Joe McMoneagle, Mel Riley, Bill Ray o Paul H. Smith, me refiero al militar retirado F. Holmes "Skip" Atwater ha realizado ahora importantes revelaciones que involucran al programa con la investigación de los ovnis.
Esta subdivisión recibió el nombre en clave de Projecto 8200 y es -además- parte del título de su reciente libro Project 8200. UFO/UAP. Bases and activities (sólo disponible en inglés, por el momento). En este libro, el actual director de investigación del Instituto Monroe y ex presidente de la Asociación Internacional de Visualización Remota (IRVA), explica que uno de los psíquicos del proyecto descubrió accidentalmente una base secreta dentro del Monte Hayes, en Alaska. La investigación reveló que la base no había sido construida por humanos y que era solo el comienzo de algo más grande.
Resultó que el SRI creó el Protocolo Scan 8, consistía básicamente en obtener visión remota a través de coordenadas. Proporcionaban al psíquico la latitud y longitud de un enclave y, sin más información, Swann era capaz de ver lo que había en esas coordenadas con notable precisión y, también, otro psíquico que se unió al proyecto. Me refiero a Pat Price que había ayudado a la Policía a resolver algunos crímenes mediante sus habilidades psíquicas.
Se facilitó a Pat Price las coordenadas de una instalación soviética situada en Kazakistán. El psíquico consiguió dibujar con precisión las instalaciones, así como un boceto de una grúa industrial montada sobre carriles que la CIA confirmó posteriormente. El sistema funcionaba pero, como los experimentos resultaban muy aburridos, Price y Swaan sugirieron “viajar” a otros planetas. Lo que vieron en Júpiter o en satélites como nuestra Luna fue bastante sorprendente. Dijeron haber encontrado lo que parecía ser una enorme torre que se elevaba desde la superficie de la Luna, ¿una construcción artificial extraterrestre?
Cuatro montañas alrededor del mundo albergan bases extraterrestres, según Pat Price
En una de las mejores y más interesantes presentaciones de la Conferencia de Visión Remota de 2009, Holmes Atwater adelantó algunos resultados de la famosa exploración de Pat Price dentro del Programa 8200 donde describió cuatro montañas alrededor del mundo donde creía que se encontraban bases extraterrestres.
La primera a la que ya me referí estaba en el Monte Hayes (Fairbanks, Alaska). Esta base subterránea sería, según Price una suerte de centro meteorológico y geológico. El psíquico visualizó computadoras, osciloscopios y una estructura cúbica que contenía una antena rotatoria.
Otra base estaría ubicada en el Monte Perdido. La vio protegida con detectores en un perímetro de 3.2 km. Observó varias aeronaves y un sistema de propulsión electromagnética. Curiosamente este bello paraje de Huesca es uno de los puntos calientes de actividad ovni en España.
La tercera estaría situada en el Monte Inyangani, la montaña más alta de Zimbawe, África. Price describió a esta instalación como un centro técnico y de mantenimiento. Observó piezas que estaban siendo soldadas, como una especie de red tubular que funcionaba para «ionizar una capa de aire».
La última -dotada de bastante personal- la situó en el Monte Ziel (norte de Australia). La definió como un «punto de introducción de los homosapiens». En un momento, Price se sintió desorientado y percibió que había sido detectado, así que retiró su visión remota del lugar.
A raiz de estas revelaciones, no es extraño que Puthoff planteara el año pasado la hipótesis de que posibles entidades -calificadas como "culturas terrestres ocultas"- nos estuvieran observando en secreto. Hablaba de un doble origen: interdimensional o criptoterrestre.
Atwater explica en el libro algunos de los problemas del trabajo con Price, explica cómo utilizando protocolos adecuados de ciego y doble ciego, aparentemente pudo validar sustancialmente al menos algo de lo que afirmaba haber descubierto.
Después de retirarse del ejército, Skip se convirtió en director de investigación en el Instituto Monroe. Desde entonces, ha publicado investigaciones técnicas sobre métodos para expandir la conciencia, escribió el inspirador libro Captain of My Ship, Master of My Soul y ayudó a cientos de personas a experimentar y explorar estados expandidos de conciencia.
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