PROFECÍAS SOBRE EL FIN DEL CAPITALISMO
Existen pautas generales que apuntan hacia importantes cambios que se avecinan en un futuro próximo. El más trascendente, sin duda, tiene que ver con la desaparición del capitalismo y el nacimiento de un nuevo modelo político-social en tan sólo unas décadas.
El profesor Hans J. Morgenthau, en un libro sobre política internacional, escribe que «el mundo tiene sorpresas reservadas para quien intente leer el futuro desde el conocimiento del pasado y los signos del presente», algo con lo que estoy totalmente de acuerdo. Por eso he incluido mensajes, en teoría provenientes de otras dimensiones, donde el tiempo no marca límites. El gran experto Emmanuel Wallerstein dice en su libro sobre el capitalismo –en el capítulo dedicado a las posibilidades futuras– que éste ha alcanzado el otoño de su existencia. Anuncia también que «debemos prepararnos para un invierno crudo, el final del ciclo y de un sistema histórico. Todos los sistemas han incorporado contradicciones, y ésta es la razón de su desaparición». Y añade: «La civilización capitalista ha sido elaborada sobre muchas contradicciones».
También señala que estamos llegando a una crisis total o que quizás estemos ya en medio de la misma. Él cree que el sistema «se reconstruirá radicalmente de modos que son internamente impredecibles, pero que, no obstante, nos llevan hacia nuevas formas de orden». Su conclusión es que «parece que estamos en el centro de un proceso de bifurcaciones en cascada que puede durar algo más de cincuenta años. Podemos estar seguros de que un nuevo orden histórico nacerá». Según Wallernstein, el nuevo sistema emergente procederá del caos y será uno de los tres siguientes: un tipo de neofeudalismo, un tipo de fascismo democrático o un orden mundial altamente descentralizado e igualitario. «En 2050 ó 2100, cuando miremos atrás, hacia la civilización capitalista, ¿qué pensaremos?», se pregunta.
LA III GUERRA MUNDIAL
Según las profecías, después de la crisis económica y la depresión, habrá una guerra mundial y, tras ésta, una catástrofe natural también a escala planetaria. Como podemos imaginar, el mundo será totalmente diferente después de estos dos acontecimientos. A los países ricos les afectará duramente y, probablemente, su estructura y organización capitalista se desmoronará o, al menos, se debilitará. Esto, naturalmente, afectará a otras naciones del mundo. Todos perderán, no habrá ganadores, pero las naciones ricas perderán más, no solamente por la guerra, sino también a causa de una catástrofe natural, tal y como nos muestran muchas profecías. Inmediatamente después de que esto ocurra, el mundo se volverá un lugar pobre y caótico. El globo terráqueo mostrará un mapa diferente.
Algunas profecías que predijeron el final del comunismo, tal como ocurrió, auguran que el capitalismo morirá en un futuro, siendo sustituido por un nuevo tipo de socialismo, probablemente de corte cristiano. Profecías espiritistas dicen que la humanidad encontrará un mejor modo de vivir en el futuro. En cuanto a las católicas, anuncian que habrá sólo una religión mundial y que la gente vivirá de forma justa. Algunas incluso llaman a este período «el paraíso». ¿Podría ser una sociedad igualitaria el paraíso anunciado?
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