La primera casa considerada legalmente “embrujada”
Esta casa victoriana de más de 1500 metros cuadrados es la única considerada legalmente embrujada. Su historia es fascinante.
¿Puede el comprador de una casa rescindir el contrato de bienes raíces basado en el hecho no revelado de que se supone que la casa está embrujada? Sí.
Eso es lo que dictó la Corte Suprema de Nueva York tras la demanda presentada por Jeffrey Stambovsky contra Helen Ackley, dueña del inmueble. Hablamos de una imponente casa victoriana frente al mar, construida en 1890 que dispone de 5 habitaciones, 3 cuartos de baño y una superficie de aproximadamente de 1.500 metros cuadrados que se vendía por 650.000 dólares.
Stambovsky y su esposa Patrice no tenían ni idea de que pudiese existir algo paranormal en la casa que pretendían comprar en Nyack, Nueva York, Quienes sí lo sabían eran los vendedores quienes, desde que se mudaron en 1977, habían notado presencias, visto como se cerraban las puertas con violencia o incluso cómo se movían los muebles.
Los propietarios del inmueble omitieron al comprador que la casa estaba embrujada
De hecho, llegaron a publicarlo en la prensa dos años antes; al menos un fantasma moraba en la casa desde la década de los 60. Contrataron los servicios de una vidente y de este modo supieron que se trataba de Sir George y su mujer, Lady Margaret, una pareja que habría muerto en el Reino Unido en 1750; El hijo de Helen Ackley también habría confirmado la existencia de un tercer fantasma, un militar de la Guerra de Secesión, con el cuál habría tenido un “encuentro” en una habitación vacía de la casa.
Ackley llegó a creer –incluso- que la muerte prematura de su marido estaba relacionada con los fantasmas de la casa y decidió venderla. Es cuando entra en acción Jeffrey Stambovsky quien dio una paga y señal sin saber que en aquel inmueble pasaban fenómenos paranormales. Ackley se lo calló astutamente ya que de lo contrario le sería imposible venderla.
Pero poco después llegó a las manos de Jeffrey un ejemplar de Reader's Digest en el que se detallaba la historia de la casa embrujada y, claro, creyendo que afectaría negativamente su valor de compraventa decidió demandar a la propietaria y rescindir el contrato para recuperar el depósito de 32.000 dólares.
El tribunal de primera instancia la desestimó pero la corte de apelaciones modificó la sentencia creando jurisprudencia. En medios legales se conoce como “sentencia Cazafantasmas”.
Principio legal aplicado
“Cuando un vendedor crea una condición que impacta materialmente el valor del contrato y el vendedor conoce esa condición pero es poco probable que la descubra un comprador, la no divulgación del vendedor constituye una base para la rescisión como una cuestión de equidad” –reza el texto del veredicto. La sentencia razona que “el vendedor declaró al público que la casa estaba embrujada y ahora no puede decir que no lo está. (…) el vendedor, o su agente, no puede ser considerado legalmente responsable por fraude al permanecer en silencio sobre la reputación local de la casa por estar embrujada."
Dicho esto, hay alivio en la equidad en este caso. Stambovsky puede rescindir el contrato y recuperar su depósito. Incluso la inspección más meticulosa de la casa no revelaría fantasmas en la casa o la reputación de la casa en la comunidad. "En consecuencia, sería injusto darle al vendedor una ventaja sobre el comprador por un hecho material que el comprador nunca podría descubrir razonablemente. Eso es particularmente cierto cuando, como aquí, el vendedor creó el hecho material al alentar la reputación de que la casa está embrujada.”
Es que se sepa la primera sentencia sobre una casa embrujada. Lo curioso es que tras conocerse el fallo judicial había cola para adquirir la propiedad. Helen Ackley se deshizo de ella 1991 por casi dos millones de dólares.
Comentarios (2)
Nos interesa tu opinión