¿Por qué escuchan los médium las voces de los muertos?

Los relatos y testimonios sobre el contacto con seres ya fallecidos nos acompañan desde el origen de los tiempos. Sin embargo, fue a mediados del Siglo XIX cuando la creencia en la posibilidad de comunicarnos con los muertos adquirió unas dimensiones totalmente inesperadas. Tras la “conversación” entre las jóvenes hermanas Fox y el supuesto espíritu que habitaba en su casa de Hydesville, a finales de marzo de 1848, la duda de muchos se convirtió en certera convicción de que la comunicación directa con el más allá era posible. Comenzaba así el auge del espiritismo, que se desarrollaría en varias direcciones, siendo las principales los espectáculos de teatros y, en el otro extremo, la doctrina espírita, más teórica y atenta al estudio que al lucro y el entretenimiento. Es por tanto en este caldo de cultivo donde comienzan a proliferar médiums de toda clase y condición, una figura que sigue presente en nuestros días.

Entre las diversas posibilidades de contacto con el más allá, una de ellas sería la clariaudiencia, mediante la cual el pretendido médium sería capaz de escuchar las voces de los muertos. Pero, ¿es esto posible? Y en ese caso, qué condiciona esta capacidad. A esta pregunta han intentado dar respuesta diferentes investigadores de la Universidad de Durham, cuyo trabajo ha sido publicado en la Revista Mental Health, Religion and Culture. Con la intención de comprender mejor qué provoca que determinadas personas afirmen escuchar las voces de los muertos y ver qué diferencias pueden existir con la esquizofrenia (trastorno con el que normalmente suele etiquetarse a quienes afirman escuchar estas voces), han realizado diferentes encuestas a médiums espiritistas y a un grupo de control.

En concreto, han participado en el estudio 65 médiums que afirman tener la capacidad de la clariaudiencia y un grupo de control de 143 personas. Aunque se trate de un fenómeno complejo y esquivo, algunas de las conclusiones a las que han llegado los investigadores tienen que ver con la propensión y facilidad para abstraerse de las personas que afirman escuchar voces de seres fallecidos. También llama la atención la prontitud con la que este fenómeno comienza a manifestarse, ya que muchos encuestados lo recuerdan desde que tienen memoria. Aunque los hay que comienzan más jóvenes, la edad media a la que empiezan a escuchar estas voces ronda los 21,7 años.

Otra de los detalles interesantes que pueden extraerse de este estudio de la Universidad de Durham es que muchas de estas personas acuden al espiritismo en busca de respuestas y comprensión a lo que escuchan, generalmente tras las primeras experiencias. Un 71% de los 65 encuestados así lo confirman.

Las preguntas de los investigadores también profundizaban en el modo y la frecuencia en que estas voces son percibidas. Un 44,6% de los clariaudientes afirman escuchar voces de muerto a diario y un 33,8% haber tenido una experiencia de este tipo en el último día. La cifra aumenta cuando la pregunta incide en la forma en que estas experiencias influyen en su vida cotidiana: Un 79% afirma que esta clase de voces forman parte de su vida cotidiana y que pueden aparecer en cualquier momento y lugar, incluso aunque están con más personas.

Tal y como explica el doctor Adam Powell, autor principal de la investigación “Para nuestros participantes, los principios del espiritismo parecen dar sentido tanto a las experiencias extraordinarias de la infancia como a los frecuentes fenómenos auditivos que experimentan como médiums practicantes”. Powell también señala que “Todas esas experiencias pueden ser el resultado de tener ciertas tendencias o habilidades tempranas más que de simplemente creer en la posibilidad de contactar a los muertos si uno se esfuerza lo suficiente”.

Sin embargo, cabe preguntarse si estas voces que los médiums afirman escuchar son de origen espiritual o proceden del más allá o, por el contrario, obedecen a algún tipo de trastorno como puede ser la esquizofrenia, interpretado por el médium como algo sobrenatural. Aunque en base al corpus y lo complejo de la cuestión, el equipo de la Universidad de Durham no puede dar una respuesta definitiva, han extraído datos interesantes: un 65,1% de los encuestados explican que las voces suenan dentro de su cabeza, frente al 31,7% que las escuchan tanto fuera como dentro.

"Los espiritistas tienden a informar sobre experiencias auditivas inusuales que son positivas, comienzan temprano en la vida y que a menudo son capaces de controlar", indica el doctor Peter Moseley, coautor del estudio en la Universidad de Northumbria. "Comprender cómo se desarrollan es importante”, ya que puede ayudarnos a comprender mejor las experiencias desconcertantes o no controlables de escuchar voces, como las de la esquizofrenia… o las que dicen escuchar los médiums.