Olivia Newton-John se manifiesta desde el más allá
La familia de Olivia Newton-John asegura haber mantenido contactos con la célebre artista después de morir
Transcurrido un año del fallecimiento por cáncer de Olivia Newton-John a los 73 años, su familia ha concedido una entrevista a la revista People donde ha dado a conocer ciertas experiencias, a su juicio sobrenaturales, con la famosa actriz y cantante difunta.
Chloe Lattanzi, la hija de Olivia, de 37 años, comentó que su madre y ella compartían gran interés por programas y series que trataban sobre la vida después de la muerte y los fenómenos paranormales: «Mamá y yo lo habíamos hablado hace años. Veíamos estos programas y yo decía: ‘Tienes que aparecer para mí’. Y ella dijo: ‘Apareceré como uno de esos orbes’». Al cabo de un par de semanas del óbito, según Chloe, los encuentros se convirtieron en realidad. Hizo una fotografía con su teléfono por accidente. En la imagen se podía apreciar un pequeño orbe azul que coincidía con el color de un collar azul que el padrastro de Chloe le había regalado a su madre y que ahora ella atesora con cariño.
Además de este incidente fortuito, Chloe señaló en la misma entrevista que sintió la presencia de su madre, quien le transmitió consejos desde el más allá: «La oí decir: ‘Eres mi hija. Llevas la antorcha’. Sé que ella está envolviendo sus alas a mi alrededor, y ahora creo en mí misma. La sentimos todos los días», expresó con emoción. John Easterling, quien compartió su vida con Olivia Newton-John y contrajo matrimonio con ella en 2008, también reveló su propia experiencia inusual. Durante un viaje a Perú, donde la pareja se casó, Easterling esparció las cenizas de la cantante en conmemoración de lo que habría sido su 15 aniversario de bodas. En ese momento, tomó una fotografía donde igualmente puede identificarse un orbe azul similar al captado por Chloe.
AÑO SOBRENATURAL
«Ha sido un año sobrenatural», reconoció Easterling. Pese a lo cual, dichos «encuentros» no han sido vividos por la familia de Olivia como experiencias aterradoras, sino más bien como señales de amor y protección que les han proporcionado consuelo en tiempos de duelo. Después de perder a un ser querido, resulta muy común que las personas acumulen momentos en los que sientan la presencia viva y palpable de la persona fallecida. Pueden verla, oírla, advertir su tacto o simplemente percibir su existencia de una manera difícil de definir. Estas experiencias, conocidas técnicamente como «alucinaciones de duelo», están siendo objeto de estudio en la Universidad de York como parte del proyecto Grief: A Study of Human Emotional Experience.
A menudo, el término «alucinación» se vincula a la idea de percepciones incorrectas o engañosas. Sin embargo, estamos ante algo sorprendentemente extendido en los períodos de duelo y generalmente considerado benigno por los expertos. En 1971, un estudio pionero entrevistó a un grupo de población británica que había perdido a sus cónyuges y encontró que casi la mitad de la muestra habían tenido tales experiencias. La investigación reveló que las alucinaciones solían durar muchos años, eran más frecuentes durante la primera década de viudedad y no estaban relacionadas con el aislamiento social ni la depresión.
Por todo ello, estas vivencias pueden ser una fuente de consuelo y sentido para quienes las tienen. Una conexión duradera con aquellos que ya no están físicamente en sus vidas. Y, siempre que no obsesionen quienes lo experimenten, pueden ayudar a hacer más liviana la pérdida.
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