El vídeo del caso Tarbaca a examen
Un trabajador de la construcción obtuvo en 2007 una de las mejores grabaciones ovni de Costa Rica, ahora ha sido sometido a examen con modernas técnicas.
Para muchos, el vídeo que insertamos más abajo constituye una de las mejores evidencias gráficas del fenómeno ovni. Fue obtenido en Costa Rica, en 2007 mediante un teléfono móvil. Los críticos, objetan la tremenda similitud con el «platillo volante» fotografiado por el contactado Paul Villa cuatro décadas antes.
Habida cuenta que los análisis realizados por el capitán William L. Turner, jefe de la división de análisis de fotografías de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, concluyeron que el platillo de Villa era, en realidad, una maqueta de no más de 30 centímetros, entienden que el caso Tarbaca también lo es. Pero no se puede demostrar.
Tarbaca es un distrito del cantón de Aserrí, en la provincia de San José de Costa Rica que alberga desde los años 80 una enorme y desfasada antena de recepción satelital.
Alrededor de las tres de la tarde del 22 de noviembre de 2007, Marvin Badilla trabajaba allí junto a William Riviera en la construcción de una casa. El primero se preparaba para lijar un rodapié que tenía que barnizar cuando advirtió la presencia de algo extraño a menos de cien metros. Un objeto discoidal, del tamaño de una llanta de tractor que flotaba en silencio. Marvin agarró su Motorola RAZR V3 e inmortalizó la escena durante 16 segundos.
La cámara de ese teléfono da para lo que da: Una resolución máxima de 640 x 480 píxeles y un zoom digital de 4 aumentos. Marvin, además, mientras graba quiere llamar la atención del jefe de obra y se le oye decir: “William… William”. Al no obtener respuesta, gira la cabeza y entonces pierde el enfoque cuando el misterioso objeto realiza un extraño movimiento y desaparece del encuadre.
Durante los 16 segundos, el platillo volante gira sobre su eje lo que descarta que sea una «llanta» tirada al aire o una maqueta suspendida, como en el caso de Villa. En el momento de la grabación, además, si existían los drones aún no estaban a la venta.
Y, sin embargo, el objeto vuela sin alas ni superficies de sustentación, permanece suspendido sin rotor, ni ruido de un eventual motor que le mantenga estacionario, ni tampoco dispone de las preceptivas luces de navegación. Se trata de algo muy avanzado para la época.
El archivo fue objeto de varios análisis que mostraron que las aberraciones cromáticas eran consistentes con defectos de la lente y no por las imágenes generadas por ordenador o CGI.
A esa conclusión llegó el investigador Serg Toporkov, quien además tras estabilizar y trackear las imágenes asegura que «es bastante obvio que el objeto en forma de platillo volante que aparece en el vídeo no fue añadido mediante tecnología informática, sino filmado en el campo».
Los críticos objetarán que en 2007 no era necesario el CGI. El objeto podría estar atado a un hilo de Nilon para dar la impresión del movimiento de rotación y que bastaría con tirar de él para que volteara sobre sí mismo al tiempo que se mueve el celular para desencuadrar. Por eso muchos investigadores Óscar Sierra y Alexis Astúa lo consideraron «demasiado bonito» o «demasiado real» aunque dieron por válido el caso Tarbaca. Y, es que el testimonio de Marvin Badilla se ha mantenido coherente a lo largo de los años. En distintas entrevistas explicó, además, que el objeto dejaba tras de sí una estela de vapor, que se desvanecía de inmediato. «He visto aviones despegando a gran velocidad y no se compara a esa velocidad que iba» -relató.
Dado el pequeño tamaño del objeto no se puede precisar si se trataba de algo teledirigido o iba tripulado pero, es evidente, que la filmación muestra una franja central de lo que parecen ventanillas.
Unas ventanillas que -insistimos- se parecen y mucho a las del falso «platillo volante» de Paul Villa el 4 de junio de 1964.
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