UAP: Una estrategia en la carrera por el dominio espacial
¿Y si las recientes revelaciones sobre recuperación de ovnis fueran un farol, un estrategia para conseguir la supremacía espacial?
Los paradigmas son los supuestos compartidos por la comunidad científica en un momento determinado y establecen nuevas formas de abordar viejos problemas.
Hasta hace pocos años, la ciencia no se había molestado en aproximarse al fenómeno ovni –rebautizado como UAP (Fenómenos Anómalos No Identificados, nótese que la “A” mutó de "aéreo a anómalo")- que los relegó a una expresión de folclore popular y contribuyó al estigma de quienes reportaban avistamientos y de los científicos que se interesaban por aclarar el enigma. Como era “imposible” que los extraterrestres viajaran a la Tierra desde lejanos mundos, lo más sencillo era negar la mayor: “los ovnis –es decir, las naves en las que presuntamente viajan- no existen”, obviando el hecho de que millones de personas los observaban.
Pero, este fenómeno proscrito para la ciencia tomó un giro espectacular desde que el Pentágono, no sólo admitió la existencia del fenómeno, sino que los UAP "superaban su capacidad tecnológica y militar"; designaron un grupo de trabajo oficial (llamado UAPTF) que llevó sus conclusiones preliminares al Congreso en 2021; la NASA incursionó en el asunto para establecer una hoja de ruta mientras otros científicos se sumaban a la posibilidad de que los extraterrestres fueran una realidad. En definitiva, se ha producido un cambio de paradigma. Y me pregunto: ¿A qué es debido?
Resulta que carga de la prueba apenas ha cambiado en los últimos ochenta años, no hay evidencias sólidas que respalden la naturaleza extraterrestre de los UAP, los datos que tenemos son pobres para el estudio científico, como reconocía el científico de Harvard, Avi Loeb y, sin embargo, en Estados Unidos los miembros del congreso y la opinión pública ya habla abiertamente de recuperación de naves no humanas, del rescate de seres, de tecnología inversa…
¿Se han vuelto todos locos o hay una estrategia? Y si la hay, ¿a dónde pretenden llevarnos?
Esta "apertura mental", este cambio de paradigma ha coincidido –y no por casualidad- con la liberalización (o privatización) del espacio. Hasta el final de la Guerra Fría, el espacio era cosa de dos: Estados Unidos y la Unión Soviética. Después llegaron los chinos, Corea del Norte, Irán y ahora, compañías privadas como SpaceX, Virgin Galactic o Blue Origin, hasta ofrecen viajes espaciales y sirven a intereses empresariales.
En 2018, Donald Trump, que a la sazón era presidente de los Estados Unidos, presentó su Fuerza Espacial, cuya misión es garantizar el "dominio" estadounidense en el espacio. "Lo que un día fue un lugar pacífico y sin competencia, hoy se ha convertido en uno concurrido y reñido" –dijo.
Sus declaraciones estaban en sintonía a las que, un par de años antes, había pronunciado en la BBC, el general de la Fuerza Aérea John E. Hyten, comandante del Comando de Fuerzas Estratégicas de Estados Unidos. Recordó al mundo que el dominio del espacio continuaba siendo disputado. Y es que el espacio tiene una importancia crucial en los tiempos actuales, ya que las constelaciones de satélites constituyen la base de la aviación moderna, la navegación marítima o el transporte terrestre, pero al mismo tiempo los servicios vinculados al espacio aumentan la capacidad de los ejércitos actuales. Su dominio, por tanto, puede comprometer la seguridad nacional actuando en este ámbito de manera discreta e incluso anónima.
Quien disponga de la tecnología espacial más puntera se convertirá pues en el líder hegemónico. Para ello hay que invertir en I+D y entorpecer el desarrollo de las naciones que compiten… Aquí quería llegar.
Del ajedrez al Póker: ¿jugamos de farol?
Y es en este punto donde las palabras del «Maestro Sun Tzu», autor de El Arte de la Guerra, toman vigencia 2500 años después. Escribía este general militar, al servicio del rey Helü de Wu que “el líder diestro domina las tropas del enemigo sin luchar; captura sus ciudades sin sitiarlas; derroca su reino sin operaciones de campaña de larga duración.” En otras palabras, haz creer a tu enemigo que eres más fuerte, que tienes mayor capacidad destructiva y le dominirás psicológicamente. Es un elemento de disuasión, como los NUKES (arsenal nuclear).
Y me viene a la mente lo que hizo la UAC (United Aircraft Corporation) de Rusia cuando empleó una de las imágenes más icónicas del contacto ovni para vacilar a sus rivales norteamericanos.
Все проще чем кажется #ОАК #uac #Ростех #rostec #МАКС2021#checkmate
— United Aircraft Corp (@UAC_Russia) July 11, 2021
Кажется, что-то намечается😏😉 pic.twitter.com/ylh7niDpZX
En la fotografía del contactado Edward Billy Meier en las colinas de Schmidruti, Suiza, se ve uno de sus característicos "platillos pleyadianos" cabalgado por un caballo de ajedrez con la frase: "Todo es más fácil de lo que parece jaque mate. Algo parece estar en camino".
La campaña precedió a la presentación de su nuevo monomotor de clase Sukhoi, un avión de combate táctico, ligero y sigiloso que pretendía compararse a los UAP que tanto inquietaban a los políticos estadounidenses porque amenazaban la seguridad nacional. ¿Insinuaban tal vez que disponían de tecnología capaz de desbordar las defensas tecnológicas estadounidenses? ¿Tal vez de los ovnis que hace años se sospecha recuperaron en Kasputin Yar?
Cuando Stalin supo del presunto estrellamiento de un platillo volante en Roswell, dispuso un despacho en el Kremlin para que Sergéi Koriolov viera qué había de cierto en su recuperación. Koriolov no era un científico cualquiera, sino el el fundador del programa espacial soviético. Y, como si fuera una partida de ajedrez, pronto se filtró que la Unión Soviética también había recuperado ovnis. Siempre en el ámbito del rumor, pero valía como disuasión. ¿Me seguís? No importa que fuera cierto o no, lo importante es creer que las fuerzas están igualadas. Si tu tienes una nave de la que sacar tecnología... nosotros también.
Ahora Rusia está demasiado ocupada en la Guerra con Ucrania y la supremacía espacial se disputa con China. Hace años que sugerí que estaba en marcha una nueva carrera por ser los primeros en anunciar la existencia de extraterrestres. ¿Y si ahora Estados Unidos estuviera dando un paso más en esta escalada de disuasión?
A la luz de las revelaciones del “denunciante de ovnis” David C. Grusch y otros altos funcionarios de la inteligencia estadounidense, sugiriendo que el Gobierno recuperó naves no humanas desde hace más de ochenta años, y que las naciones rivales se lo crean te otorga una ventaja en el dominio espacial. O, ¿acaso la tecnología de esos artefactos no es insuperable?
En esta nueva carrera por el dominio espacial puede que los faroles de pócker jueguen una baza importante y la cita de Sun Tzu tenga hoy una vigencia extraordinaria o que, en última instancia, se trate de una PSYOP aplicada a los OVNIs.
El uso de las PSYOP en suelo estadounidense y dirigidas al público estadounidense es ilegal
Las PSYOP son operaciones dirigidas a transmitir información a determinados públicos con el fin de influir en sus motivaciones y razonamientos objetivos para inducir una modificación del comportamiento de gobiernos, organizaciones, grupos y grandes potencias extranjeras en un sentido favorable a los intereses de la organización o el estado emisor. El Ejército de los Estados Unidos ha llevado a cabo operaciones de este tipo desde la Primera Guerra Mundial, cuando creó una unidad encargada de elaborar y difundir propaganda dirigida a la población extranjera. La guerra psicológica es hoy en día una herramienta común en la planificación militar moderna, pero las operaciones se llevan a cabo en contextos de conflicto militar, siempre en el extranjero ya que el uso de las PSYOP en suelo estadounidense y dirigidas al público estadounidense es ilegal.
Pero supongamos que el Pentágono no se preocupa por la legalidad, y hay buenas razones para pensarlo...
Andrew Follett de National Review, dice que no debemos dejarnos engañar: "Probablemente sea otra operación psicológica del gobierno. Ya lo hemos visto antes. Durante más de una semana, muchas personas, incluidas figuras políticas de derecha, han dado gran importancia a la supuesta revelación de un informante de la comunidad de inteligencia sobre un programa gubernamental secreto para recuperar naves espaciales extraterrestres estrelladas, lo cual se asemeja de manera preocupante a campañas anteriores de desinformación bien documentadas llevadas a cabo por el gobierno para desacreditar a personas 'problemáticas'".
En un artículo en LinkedIn, Charles Minskoff, que lleva treinta años vinculado al mundo de las soluciones tecnológicas, se pregunta: "¿Están los servicios de inteligencia detrás de una amplia campaña de desinformación destinada a ocultar la verdad sobre los UAP y mantener el control sobre este fenómeno enigmático?"
Minskoff cree que las agencias de inteligencia dejaron su huella en algunos de los casos ovni más famosos
Para Minskoff, las agencias de inteligencia dejaron su huella en algunos de los casos más famosos, como el incidente de Roswell o en incidente protagonizado por soldados en el bosque de Rendlesham. "Por lo tanto -asegura- se puede sospechar que estas agencias están deliberadamente difundiendo información falsa para crear confusión y controlar la narrativa en torno a los UAP, al mismo tiempo que investigan activamente el fenómeno y mantienen al público en la ignorancia"
Control de la narrativa para proteger de la atención del público y de posibles adversarios, por ejemplo, tecnologías militares avanzadas. No es la primera vez que los ovnis sirven de eficaz cortina de humo de proyectos de vanguardia. Aunque, en mi opinión, cabe otra posibilidad: generar miedo e incertidumbre para hacernos más vulnerables a la manipulación. Si el enigma de los ovnis sigue perpetuándose, los servicios de inteligencia pueden mantener un clima de ansiedad e intriga en la sociedad. Lo corrobora Minskoff cuando dice que "los servicios de inteligencia tienen un interés en controlar la narrativa, por lo que es esencial considerar la posibilidad de que una campaña meticulosamente orquestada de desinformación esté dando forma en gran medida a nuestro conocimiento de estos misteriosos fenómenos aéreos. Al aplicar un pensamiento crítico y examinar diligentemente todas las pruebas disponibles, podremos descubrir la verdad sobre estos fenómenos aéreos".
Los antecedentes de Grusch, en la NRO, la NGA y en el Ejército, sirviendo en Afganistán, no contribuyen mucho a sofocar la idea de que estamos ante una operación psicológica destinada a distraer a los ciudadanos o a obtener apoyo para los programas militares de vanguardia, sólo el tiempo despejará las dudas.
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