Roswell: la conexión japonesa
El investigador Nick Redfern retoma la hipótesis de que Roswell fue un experimento secreto que empleó a prisioneros japoneses
El periodista y escritor Nick Redfern piensa que, a estas alturas de la "disclosure" (revelación), la mayor parte de los investigadores ovni están desesperados por encontrar una evidencia en el caso Roswell que pruebe su procedencia extraterrestre, fundamentalmente para que las décadas de investigación no terminen en saco roto. Sería una pérdida de tiempo y esfuerzo extraordinarias. "Roswell es para ellos lo que Moby Dick fue para el Capitán Ahab" –asegura en un reciente artículo.
"Si, algún día, se prueba de manera concluyente que Roswell no fue un evento extraterrestre –reflexiona en su trabajo–, sino tal vez, algún experimento secreto doméstico oscuro y turbio del tipo que he investigado, entonces creo firmemente que la comunidad ovni tendrá un colapso colectivo de proporciones épicas".
¿A qué "turbio" experimento se refiere? ¿Apuesta por los famosos globos Mogul que querían estudiar las ondas atómicas de los rusos? ¿A los muñecos de prueba lanzados a gran altura?
La mayoría de investigadores del fenómeno ovni rara vez resaltan que William Ware "Mack" Brazel acudió el 5 de julio de 1947 a la oficina del Sheriff de Roswell, en Nuevo México, con la intención de cobrar la recompensa por el hallazgo de un globo meteorológico en el Rancho Foster. Y es algo a tener en cuenta porque gran parte del material recogido por el granjero era muy parecido a un globo. Sí, Mack Brazel sabía distinguirlo porque, con anterioridad al famoso incidente, había encontrado dos globos meteorológicos militares en la propiedad. Otro detalle obviado, a menudo, por los ufólogos.
También parece evidente que, de tratarse de un globo, no era "normal" porque de haberlo sido, el Teniente Jesse Marcel lo hubiera identificado de inmediato.
Si hubiera sido un globo, el teniente Jesse Marcel lo hubiera identificado sin problema
Brazel describió al Daily Roswell Record que los restos parecían "papel de aluminio", "cinta", "palos" y "goma", con un tamaño tan limitado que podía enrollarse en un paquete pequeño. Posteriormente declaró que los escombros ocuparon un área de unas 200 yardas de diámetro (alrededor de 185 metros), una superficie mucho más grande que la que dejarían los restos de la matriz de un globo Mogul, si queremos compararlo con la última versión oficial.
Redfern menciona la teoría del personal de Fort Detrick (en la época del incidente, Camp Detrick) de que, en 1945, un globo Fu- Go japonés cayó en el condado de Lincoln y desató una carga mortal de insectos "infectados" que desembocó en la muerte de un niño en Fort Stanton, cuatro años después.
Entre 1944 y 1945 se lanzaron 15 mil globos Fu-Go, literalmente 'Bomba globo' en japonés
Curiosamente, Fort Stanton está muy cerca de una instalación colindante al Rancho Foster que albergó a japoneses y personas discapacitadas.
Y, como algunos testigos del incidente Roswell, como Melvin Brown, le dijo a su esposa e hijos que aquellos seres podrían haber “pasado por chinos” y que parecía asiáticos, el colaborador de Ancient Aliens apuesta por los Fu-Go.
¿QUÉ SON LOS GLOBOS FU-GO?
En la década de los cuarenta, Japón y Estados Unidos pugnaban por el control de las aguas del Pacífico, y una de las estrategias de los generales del ejército imperial nipón consistía en atacar a su enemigo en casa, en su propio territorio, generando incendios forestales que aterrorizaran a la población estadounidense.
Para poder llevar a cabo el plan, el Laboratorio de Investigación Tecnológica del Noveno ejército del Japón presentó unos globos de aproximadamente 10 metros de diámetro y 20 de altura que estaban llenos de hidrógeno y que, aprovechando las corrientes de aire que discurren a 12 kilómetros de altura, les conducirían directamente a Estados Unidos.
El general Sueyoshi Kusaba los llamó globos Fu-Go, literalmente 'Bomba globo'.
En mayo de 1944, se llevó a cabo el primer lanzamiento de Globos Fugo. Se trató de doscientas unidades aerostáticas rellenas de 570 metros cúbicos de hidrógeno. Los globos tenían 32 metros de circunferencia y estaban envueltos por 64 piezas de papel de pergamino, distribuidas en cuatro capas unidas por un potente pegamento vegetal elástico.
Del globo pendían 15 metros más abajo, un mecanismo de lastre con 32 sacos de arena que se iban soltando de forma automática y tres bombas convencionales y otra incendiaria.
Entre 1944 y 1945 se lanzaron 15.000 globos Fu-Go que provocaron daños en propiedades e incendiaron bosques de California, Nevada, Oregón, Michigan, Montana, Alaska, Whashington Oeste o las Islas Aleutianas.
Pero, claro, la guerra terminó en 1945… ¡Dos años antes del incidente Roswell!
Pues bien, Nick Redfern en base a una serie de fuentes anónimas asegura que tras el final de la II Guerra Mundial, Estados Unidos decidió seguir trabajando en mejorar su potencial bélico ante posibles conflictos posteriores, perfeccionar esa tecnología y utilizar cobayas humanos, soldados japoneses capturados por Estados Unidos a finales de la guerra en una instalación secreta próxima a Fort Stanton.
También el divulgador científico Antonio Martínez Ron cree que "el caso Roswell nace a partir de una sucesión de mentiras, malentendidos y manipulaciones basadas en episodios reales", como el que tuvo lugar la mañana del 21 de mayo de 1959 en la base aérea Walker. Ese día, personal militar trasladó hasta el hospital a Dan Fulgham, un militar accidentado durante el aterrizaje de un globo aerostático que se estaba utilizando en alguno de los proyectos secretos Manhigh y Excelsior.
Fulgham tenía la cabeza hinchada por efecto de la caída y, según recoge en sus memorias uno de sus compañeros de salto en paracaídas, Joseph Kittinger, "alguien en Roswell –puede que alguien que trabajara en el hospital– debió de ver a Dan mientras le ayudábamos a salir del helicóptero aquella mañana y en su mente cuajó la idea de que aquello era alguna especie de visitante del espacio".
Personalmente me resulta difícil de digerir, pero, en todo caso, los cadáveres de pequeño tamaño, gran cabeza y ojos grandes relacionados con soldados japoneses también fue abordada en 1991 por el especialista Leonard Stringfield, quien sugirió que los "extraños cuerpos" fueron trasladados en secreto a Los Álamos desde finales de 1945 hasta 1947. Cierta enfermera confirmó que sabía algo de esta historia, pero prefirió no decir demasiado al respecto, más allá de confirmar los datos básicos.
En este mismo período de tiempo, y hasta 1993, también el investigador John Keel estuvo persiguiendo la conexión japonesa de Roswell. En su opinión, si existiera un proyecto secreto que involucrara globos aerostáticos, "habrían seleccionado a los voluntarios más pequeños y ligeros disponibles ... Si incluso uno de esos globos aerostáticos se estrelló, tendríamos la respuesta a todos esos rumores y leyendas que persisten hasta el día de hoy".
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