Los pilotos que avistaron ovnis sufrieron quemaduras y alteraciones espacio-temporales

La edición online de la revista británica masculina GQ (anteriormente Gentlemen's Quarterly) publicó el pasado 9 de noviembre una interesante entrevista a Luis Elizondo, agente de inteligencia estadounidense que trabajó durante más de un lustro para el Programa de Identificación de Amenazas Aeroespaciales Avanzadas (AATIP) para la investigación de los ovnis.

Luis Elizondo

En ella reconoce poseer documentación oficial del gobierno de los Estados Unidos que describe los vehículos que ahora llamamos Tic Tac a principios de la década de los cincuenta. Estos UAP (Fenómenos Aéreos No Identificados) que se han hecho mundialmente famosos por las imágenes filtradas por The New York Times en 2017 y que muestran los avistamientos protagonizados por los pilotos de Nimitz en 2004, no son artefactos creados por los Estados Unidos y "pueden superar cualquier cosa que tengamos en nuestro inventario".  Luis Elizondo explica que Estados Unidos ya ha admitido que "no somos nosotros" de modo que, si se tratara de una tecnología de un adversario extranjero, "sería el mayor fallo de inteligencia que este país haya enfrentado, incluido el del 11 de septiembre".

Algunos militares sintieron como si estuvieran allí durante solo cinco minutos, pero pasaron realmente 30 minutos

El mediático agente del AATIP reconoce sin paliativos que ningún país "ha logrado realizar operaciones con una tecnología que supera todo lo que hemos tenido o tenemos actualmente. Y han podido operar alrededor de nuestro espacio aéreo restringido sin oposición en los últimos setenta años".

El ex miembro del Pentágono sugirió algunos datos aún desconocidos, encorsetados por su cláusula de confidencialidad. En concreto aludió a avistamientos en los que el objeto llegó a situarse a 15 metros de la carlinga de un F18.

Los pilotos de caza que han protagonizado encuentros con ovnis han sido quemados por radiación   

"No puedo ser demasiado específico, pero imagina que recibes un informe de un piloto que dice: 'Lue, es extraño. Estaba volando y me acerqué a esta cosa y volví a casa como si me hubiera quemado el sol. Estuve rojo durante cuatro días'", desveló. Después añadió: "eso es un signo de radiación. Eso no es una quemadura de sol; es una quemadura por radiación".

Elizondo insinuó que otros pilotos que se acercaron a estos artefactos acabaron en el hospital con síntomas de daño por microondas. "Es decir, lesiones internas en el cerebro".

Otra de las novedades que dio a conocer es que algunos pilotos sufrieron alteraciones espacio-temporales como las reportadas en las abducciones. Estos militares sintieron como si estuvieran allí durante solo cinco minutos, pero cuando miraron mi reloj pasaron realmente 30 minutos. Lo curioso es que solo usaron cinco minutos de combustible. ¿Cómo es eso posible? 

Esa tecnología no es nuestra, lo sabemos

"Creemos que hay una razón para eso, y probablemente tenga que ver con la deformación del espacio-tiempo. Y cuanto más se acerque a uno de estos vehículos, más podrá comenzar a experimentar el espacio-tiempo en relación con el vehículo y el medio ambiente", concluyó Elizondo.

Afirmó que existían videos nunca antes publicados sobre fenómenos extraños relacionados con ovnis, "hay uno que dura 23 minutos. Hay otro en el que esa cosa está a 50 pies de distancia de la cabina. Quiero decir, no es nuestro. Lo sabemos". Según Elizondo el peso de las evidencias y los datos es abrumador. Los pilotos son observadores que están entrenados para identificar la silueta de un avión a 20 millas de distancia (un SU-22, un Tornado europeo, un Harrier o incluso un F-16) y, literalmente, en una fracción de segundo, pueden identificar a un amigo o enemigo y derribarlo. "Lo que están informando no se ajusta a ningún tipo de parámetro de ningún tipo de aeronave convencional que conozcamos".

Elizondo desveló que, cuando se hizo pública la existencia del programa recibió una llamada de alerta de que el FBI iba a venir a registrar su casa en la próxima hora. "Entonces, en medio de la noche, tuve que esconder todo (fundamentalmente correos electrónicos) en la parrilla de mi vecino por si acaso, porque esa era toda la prueba y la evidencia del hecho de que nuestro gobierno estaba realmente involucrado en este tema. No fue fácil. Causó mucho estrés en mi esposa y mis hijas".