El Pentágono no puede explicar qué son los UAP
El informe evita mencionar la tesis extraterrestre para explicar los avistamientos y detalla que 11 incidentes estuvieron a punto de generar accidentes aéreos
El viernes a las 22h. (+1GMT), la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI) colgó en su web un informe de nueve páginas como respuesta a la solicitud efectuada por el senador Marco Rubio, líder republicano del Comité de Inteligencia del Senado, sobre un gran gasto aprobado por el Congreso relativo a los UAP (Fenómenos Aéreos No Identificados, por su acrónimo en inglés).
El informe no ha podido dar respuesta a 143 de los 144 reportes ovni examinados entre 2004 y 2021 por pilotos de la Fuerza Aérea estadounidense. Sólo uno ha podido ser explicado como un globo deshinchado (sic).
Entre los reportes estudiados por el UAPTF, 18 casos muestran capacidades tecnológicas desconocidas para los Estados Unidos, hablamos de objetos físicos que se mueven sin una propulsión observable o con una aceleración superior a las posibilidades conocidas de Rusia, China u otras naciones avanzadas.
Once casos recogidos en el informe han estado al borde de un accidente aéreo
Y es esa la razón de la decepción que se ha podido observar en las redes sociales pues, muchos aficionados a la ufología, esperaban un reconocimiento a la presencia extraterrestre en los cielos del planeta. Hasta el SETI, en una nota de prensa divulgada bien pasada la medianoche, se preguntaba si "se encontrará la primera evidencia de inteligencia extraterrestre en la atmósfera de nuestro planeta o en los sistemas estelares que salpican los confines más cercanos de nuestra galaxia". El responsable del Instituto SETI, Seth Shostak, reconocía "que el análisis de la UAP y la investigación de SETI tienen una región de superposición, la posibilidad de seres extraterrestres", pero relegaba este asunto a la Cultura Pop. Sin embargo, once casos recogidos en el informe han estado al borde de un accidente aéreo. No son alucinaciones. De hecho, numerosos incidentes fueron registrados a través de múltiples sensores, que incluyen radar, infrarrojos, electroóptica, buscadores de armas y observación visual, por lo que los responsables entienden que existe un riesgo para la seguridad nacional y la operatividad de los vuelos.
Today's @ODNIgov report on Unidentified Aerial Phenomena (UAP) represents a much-needed shift on this issue. We have to take these potential threats to our security more seriously precisely because we can't fully explain them. I'll keep working through @HouseIntel to get answers.
— André Carson (@RepAndreCarson) June 25, 2021
No obstante, el informe afirma que es necesario un análisis más riguroso de estos episodios ya que el número de avistamientos "es demasiado limitado como para ejecutar un detallado análisis de patrones". Los funcionarios sugieren destinar financiación suficiente para impulsar un programa para observar y recolectar datos de futuros fenómenos no explicados. En ese sentido, el Departamento de Defensa (DoD) publicó una nota en su web en la que anunciaba que la subsecretaria de Defensa, Kathleen Hicks, ordenó a la Subsecretaría de Defensa de Inteligencia y Seguridad que desarrolle un plan para formalizar la misión que actualmente desempeña la UAPTF.
"Este plan se desarrollará en coordinación con varios componentes del DOD, incluidos los departamentos militares y los comandos combatientes, y con la ODNI y otros socios interinstitucionales".
El propósito es rebajar el entusiasmo público, así como en eliminar el estigma relacionado con los OVNI, siempre vinculados a los extraterrestres, para así motivar a los pilotos a informar de sus observaciones y a los científicos a estudiarlas.
En ese sentido, el profesor de astronomía en la Universidad de Arizona, Chris Impey, declaro que "nadie quiere arriesgarse a que lo insulten los creyentes, o que sus iguales lo ignoren" (…) "Si el Pentágono o el gobierno necesitan ayuda científica y proporcionan datos y algunos recursos, la gente participaría".
El informe no dice nada sobre que los incidentes inexplicados mostraran objetos que forman parte de un programa de recopilación de inteligencia o un gran avance tecnológico de potencias extranjeras, como los rusos o los chinos, ni tampoco fueron capaces de confirmar que ninguno de ellos formara parte de un programa secreto del gobierno de EE.UU. o de la industria de defensa, aunque no se puede descartar.
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