Ovnis recuperados: El gobierno niega todo conocimiento

La Casa Blanca echa balones fuera. En la rueda de prensa que ofrece diariamente, una periodista preguntó a la portavoz Karine Jean-Pierre, acerca del informe de David C.Grusch que alega que el Ejército ha recuperado dispositivos no fabricados por humanos durante varias décadas atrás.

“¿Estamos solos? –preguntó- Y, si no lo estuviéramos, ¿nos lo dirías?"

La secretaria de prensa dibujó una sonrisa y respondió circunspecta: "Remitiría esa pregunta al Departamento de Defensa y dejaría que ellos la respondieran”. Como en los Expedientes X, el gobierno niega todo conocimiento. Pero las revelaciones de David C. Grusch que ayer coparon la atención de la mayoría de los medios de comunicación estadounidenses y de algunos países de Europa van camino de dibujar un antes y un después en la historia del fenómeno ovni.

Ayer supimos, además, que el periodista Max Moszkowicz, que trabaja para Nieuwe Revu, viajó a La Haya por petición de una fuente –un Garganta profunda- para quedar con un periodista cuidadosamente seleccionado. Allí tuvo acceso a la previa de una entrevista televisiva con Grusch donde revelaba el origen de uno de esos objetos no humanos.

Uno de los objetos no humanos en posesión de Estados Unidos fue recuperado en Italia

El periodista de Países Bajos pudo confirmar que uno de los objetos recuperados por el gobierno estadounidense procede de Italia. Lo publicamos en espaciomisterio.com, en enero de 2022. El dictador fascista Benito Mussolini fue informado por su servicio secreto acerca de un vehículo aéreo estrellado cerca del lago Maggiore, en la frontera entre Piamonte y Lombardía el 13 de junio de 1933.  El equipo de recuperación pensó que se trataba de un arma secreta alemana.  

Los restos de aquél objeto cilíndrico son transportados a una variante italiana del Área 51 que se está construyendo en Sicilia, e intentan estudiar el vehículo. 

DOC OVNI

Los restos fueron a parar –según varios investigadores- a la base de la Fuerza Aérea en Wright-Patterson, en Ohio, actual sede del Centro Nacional de Inteligencia Aérea y Espacial (NASIC) que desarrolla ingeniería inversa desde la II Guerra Mundial, desde cazas Zero japoneses a misiles ofensivos y vehículos espaciales chinos.

La pregunta es: ¿Existe algún Programa de Acceso Especial No Reconocido, o USAP por sus siglas en inglés, que estudie tecnología no humana?

Sabemos que Grusch dispone de una autorización de seguridad GS-15, la autorización de seguridad más alta posible en los Estados Unidos y que el coronel Karl E. Nell, quien comandó el grupo de trabajo de la UAP para la CIA, respalda completamente su historia.

Es más, el Inspector General consideró en julio de 2022 que la denuncia de Grusch era “creíble y urgente”. Según revelan los editores de The Debrief, se envió de inmediato un resumen a la Directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines, al Comité Selecto de Inteligencia del Senado y al Comité Selecto Permanente de Inteligencia de la Cámara de Representantes. Es decir, esta información estaba en manos de políticos y militares desde hace casi un año y nadie reaccionó.

Avril Haines

Las agencias de inteligencia  son las primeras en notar la evidencia extraordinaria de los UAP

También ha dado su punto de vista el astrónomo de Harvard, Avi Loeb, quien señala en un artículo que, sobre las agencias de inteligencia y defensa del gobierno de los EE.UU. recae, desde hace décadas, la tarea de identificar objetos que caen del cielo, ya que algunos de estos objetos podrían ser drones, globos espía o misiles balísticos de naciones rivales. Por consiguiente, dice, “es probable que las agencias gubernamentales sean (o ya hayan sido) las primeras en notar evidencia extraordinaria de fenómenos anómalos no identificados (UAP) asociados con cualquier objeto enviado por civilizaciones tecnológicas extraterrestres”.

Jonathan Grey, un oficial de inteligencia especializado en el análisis UAP desde el Centro Nacional de Inteligencia Aérea y Espacial, ha revelado que “diferentes agencias han utilizado una amplia gama de nuestros sensores más sofisticados, incluidas las plataformas espaciales, generalmente por triplicado, para observar e identificar con precisión la naturaleza, el rendimiento y el diseño fuera de este mundo de estas máquinas anómalas, que luego se determina que no son de origen terrenal”.

Parece que la revelación ha empezado… Vayamos por palomitas porque se vienen cosas interesantes.