Ovni con estela grabado por la Armada de Chile, caso abierto
Informes inéditos revelan que el avistamiento ovni protagonizado por un helicóptero de la Armada de Chile sigue abierto
Asumimos que los ovnis disponen de una tecnología extraordinaria que les permite viajar por el espacio interestelar sin necesidad de combustión. En los anales de la ufología, sin embargo, abundan los casos de extraños artefactos que dejan tras de sí estelas, lo que resulta del todo desconcertante.
Es el caso, por ejemplo, del incidente protagonizado el 19 de julio de 1952 por el Inspector de Aduanas del Perú, Domingo Troncoso, que pudo inmortalizar su avistamiento en Puerto Maldonado, en la frontera de la selva boliviana. En la imagen es visible un extraño alargado sobrevolando el río que deja una estela densa tras de sí que permaneció en el aire durante más de 15 minutos.
El caso volvió a reabrirse con la aparición de seis fotogramas de un vídeo obtenido por un dron espía estadounidense en Bagdad, en el que de nuevo aparece un objeto –catalogado como UAP por el Pentágono- que deja tras de sí una estela.
Estos dos avistamientos han motivado que un canal de YouTube, Omega Click se llama, remitiera a The Black Vault una serie de documentos, inéditos hasta ahora, para que se analizara de nuevo el caso que protagonizó un helicóptero de la Armada chilena el 11 de noviembre de 2014. La intención de los impulsores del canal pretende que, «al ser publicada, los medios de comunicación de mi país también comiencen a abordar seriamente el tema» porque, a la luz de la documentación aportada, «puede ponerse un gran signo de interrogación sobre la conclusión que sacaron los desacreditadores.» Y es que, al observarse una estela tras el misterioso objeto, los negacionistas del fenómeno achacaron a un avión este interesante avistamiento diurno.
La cámara infrarroja del helicóptero grabó un misterioso objeto que desprendía una estela
El helicóptero de la Armada de Chile, pilotado por el capitán Carlos Rodríguez, se hallaba realizando una misión de patrulla diurna a lo largo de la costa, al oeste de Santiago de Chile. Junto al piloto viajaba un técnico de la Marina, el sargento primero Marcelo Neira, quien estaba probando una cámara infrarroja FLIR, un dispositivo electroóptico utilizado a menudo para operaciones encubiertas de inteligencia, vigilancia y reconocimiento.
La cámara, montada en el frontal de un helicóptero Airbus Cougar AS-532 detectó un objeto esférico a las 13,52 UTC. Cuando la grabación cambia a modo “sensor infrarrojo”, es posible apreciar un objeto en negro desplazándose de izquierda a derecha de la pantalla. La forma irregular es semejante al de dos círculos intersectados en el mismo plano que flotando sobre una masa de aire con abundante nubosidad.
En los últimos minutos del avistamiento, a las 14 horas UTC, se observa que desde el objeto se desprende una franja oscura, parecida a la estela de condensación que producen los aviones a reacción.
Pese a que resulta indudable que estamos frente a un objeto físico, el radar no captó nada anómalo en sus pantallas.
El gobierno chileno consideró absurda la conclusión de que se tratara de un Airbus 340
Una parte del vídeo ha circulado en Internet durante años. Espaciomisterio.com ha colgado en su canal de Youtube el vídeo en bruto (completo) del Airbus Cougart AS532 para que puedas ver por tí mismo la secuencia del incidente. Con todo, en enero de 2017, el escéptico Mick West concluyó que se trataba de un avión español, concretamente un Airbus 340 de Iberia, que efectuaba su aproximación a la senda de aterrizaje del Aeropuerto Internacional de Santiago de Chile. Una conclusión, por cierto, que el gobierno chileno consideró absurda.
Y es que, tal como hemos podido comprobar a través de la documentación original aportada, el vuelo IB6830 no estaba frente al helicóptero; tiene cuatro motores, por lo que difícilmente puede dejar dos manchas de calor en el FLIR y, si la estela de condensación fuera suya, lo lógico es que fuera visible siempre, y no sólo durante unos segundos. Además las capas más frías son las más altas y no las que corresponderían a la fase final de aproximación.
Varios informes encargados por el CEFAA de Chile proponen objetos en reentrada
Por eso los técnicos consultados por el Comité de Estudios de Fenómenos Aéreos Anómalos (CEFAA), se inclinaron inicialmente por un objeto en reentrada, como el informe entregado por el diseñador Carlos P. González Sasso. que dice que el objeto, tiene «movimiento descendente y con un halo de humo en disolución que se podría decir que está entrando en la atmosfera.» También el informe de Luis Barrera habla de un objeto en reentrada, dos esferas conectadas con movimiento relativo que relaciona con sondas espaciales rusas que se lanzaron el 8 y 9 de noviembre, aunque ciertamente no reingresaron a la atmósfera el día 11.
El único informe que habla de aviones es el del GEIPAN, (Groupe d’étude et d’informations sur les phénomènes aérospatiaux non identifiés), un organismo dependiente del Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia quien calculó que la distancia entre los dos puntos calientes podrían estar separados alrededor de 30 metros entre sí y deduce que es compatible con un avión bimotor en su fase de aproximación, el argumento que utilizaría West para relacionarlo con el vuelo de Iberia. Aunque ni las trazas de radar que puedes ver en el vídeo a continuación, ni la velocidad, parecen relacionarlo con ese vuelo.
Tras intensos debates, el CEFAA aseguró en su informe que no es un ave, que no es un avión, no es un insecto y concluye que reúne todas las características para ser clasificado como un fenómeno aéreo no identificado.
El CEFAA concluyó que el incidente reunía todas las características para ser clasificado como fenómeno aéreo no identificado
En la misma línea se pronuncia el profesor asociado de la Universidad de Chile, Ulises A Faundez, quien concluyó que: «por todo lo anterior, combinado con la búsqueda de información gráfica sobre aeronaves furtivas, lleva al suscrito a pensar que se trata de un dispositivo de diseño avanzado y origen desconocido, capaz de evadir la detección de radares y permanecer en el aire indefinidamente». El caso, pues, sigue abierto.
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