Un nuevo informe del Pentágono habla de las heridas de los ovnis
Documentos de DIA aseguran que los encuentros cercanos con ovnis dejaron quemaduras por radiación y problemas cerebrales en testigos
Recientemente ofrecimos información acerca de los 38 proyectos (más de 1500 páginas) que la empresa Bigelow Aerospace Advanced Space Studies (BAASS) suscribió con la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA). En uno de ellos, titulado Efectos de campo agudos y subagudos anómalos en tejidos humanos y biológicos, se investigaban las lesiones en "observadores humanos por sistemas aeroespaciales avanzados anómalos", es decir, los UAP que han sido objeto de interés por parte del Pentágono desde 2004.
De acuerdo con este informe, elaborado por la Agencia de Inteligencia de Defensa, los avistamientos ovni pueden ocasionar quemaduras por radiación, problemas cerebrales y neurológicos.
El informe señala que, a menudo, estas lesiones están relacionadas con la radiación electromagnética que rodean a estos objetos y las vincula con sus sistemas de propulsión.
Hay otros 300 casos similares no publicados de heridas en seres humanos que se aproximaron a ovnis
"Se han informado con precisión suficientes incidentes/accidentes y se han adquirido datos médicos para respaldar la hipótesis de que algunos sistemas avanzados ya están desplegados y son opacos para la comprensión total de los EE.UU", se puede leer en el informe.
El documento, junto a otros DIRD, acrónimo de Documento de Referencia de Inteligencia de la Defensa, ha sido obtenido gracias a una solicitud que cualquier ciudadano puede exigir mediante la Ley de Libertad de Información llamada FOIA (Freedom of Information Act).
El informe asegura disponer archivos médicos de 42 casos y otros 300 similares "no publicados" en los que los humanos habían resultado heridos después de encuentros "anómalos" con ovnis.
Estas "heridas" tuvieron lugar ante "exposiciones a vehículos anómalos, especialmente en el aire y cuando estaban muy cerca", se puede leer textualmente.
Continúa: "Los análisis médicos, aunque no requieren la invención de una biofísica alternativa, indican el uso de (para nosotros) sistemas de energía no convencionales y avanzados".
Por esa razón el documento concluye que los UAP “son una amenaza para los intereses de Estados Unidos”.
Cabe destacar que en ninguno de los documentos del Pentágono se habla de extraterrestres, sino que a estos vehículos voladores se les denomina UAP o, lo que es lo mismo, Fenómenos Aéreos No Identificados. Los responsables militares nunca descartan la posibilidad de que estos artefactos sean drones o aviones de otras naciones con tecnología en prueba.
Otro documento fascinante, incluido en los archivos, establece cómo categorizar el "comportamiento anómalo", con encuentros con "fantasmas, yetis, espíritus, elfos y otras entidades míticas/legendarias" clasificadas como "AN3" y "testigo de interacción con entidades AN3", tales como experiencias cercanas a la muerte y milagros religiosos clasificados como AN4. De ello nos ocuparemos más adelante
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