Ovnis y vida extraterrestre
11/12/2024 (09:13 CET) Actualizado: 11/12/2024 (09:13 CET)

New Jersey y la oleada 'drovni' de falsa bandera

Un senador de New Jersey pide estado de emergencia limitado mientras se profundiza el misterio del drones no identificados

Josep Guijarro

Periodista y escritor

11/12/2024 (09:13 CET) Actualizado: 11/12/2024 (09:13 CET)
Un helicoptero rastrea la presencia de drones en New Jersey
Un helicoptero rastrea la presencia de drones en New Jersey

Sinceramente. Ya no sé qué pensar. Nunca antes había visto nada parecido.

Desde que saltó la noticia de que las bases estadounidenses en el Reino Unido estaban siendo asediadas por drones no identificados, se han disparado los reportes de incidentes parecidos en todo el mundo, pero de forma significativa en New Jersey.

La red se ha llenado de vídeos y fotos de «drovnis» (ese término que fusiona dron y «no identificado») y hasta el FBI ha tomado cartas en el asunto y ha prohibido sobrevolar a cualquier tráfico no autorizado hasta el próximo 26 de diciembre. Sin embargo, por mucho que me esfuerzo, soy incapaz de distinguir nada extraño en los vídeos y fotografías que se viralizan a diario. Grabaciones e imágenes en las que la prensa «seria» y muchísimos ciudadanos ven «drones no identificados» y yo sólo atino a ver aviones comerciales. Éste, por ejemplo, fue grabado por la NBC News y, cuando aumentamos el brillo, distinguimos claramente un avión comercial con sus luces de navegación y las de aterrizaje prendidas ante la proximidad al aeropuerto de Newark Liberty,  uno de los más grandes de Estados Unidos con un tráfico de más de 30 millones de pasajeros al año.

Los drones de hoy son los gansos y los globos de los 50, es decir, explicaciones mundanas para lo que no tiene una explicación racional

Uno de los drovnis avistados parece un avión
Uno de los drovnis avistados parece un avión

Y para colmo, varios líderes del Congreso han pedido que se derribe a estos «drones» que el FBI no sabe identificar según explicó Robert Wheeler Jr., Subdirector del Grupo de Respuesta a Incidentes Críticos del FBI. El Congresista Gonzalez le pregunta: 

- ¿Me estás diciendo que no sabemos qué demonios son estos drones en Nueva Jersey? ¿Es correcto? 
- Así es.
- Es una locura, es una locura que no sepamos qué son estos drones.

Yo no sé cuántos drones habrán visto los congresistas en su vida, pero servidor, que está familiarizado con el mundo aeronáutico y tengo dron, habré visto volar dispositivos cuadrópteros dos veces en todo el año. Asumo, por tanto, que cualquiera de ellos debe haber visto, en el mejor de los casos, uno o ninguno. Y, sin embargo, todo el mundo se siente acreditado para determinar la naturaleza de las misteriosas aeronaves que surcan los cielos de New Jersey: Drones. Se diría que los drones de hoy son los gansos y los globos de los años 50, es decir, explicaciones mundanas para aquello que no tenemos una explicación racional. Porque no dudo que hay drovnis, lo que sí pongo en duda es que sean los que se están reportando en esta oleada diseñada como cortina de humo para tapar los verdaderos incidentes.  

El senador de Nueva Jersey solicitó el estado de emergencia mientras se profundiza el misterio de los drones

En la audiencia del 10 de diciembre dejó perlas como la del Senador Republicano de Nueva Jersey, Jon Bramnick, pidió el estado de emergencia limitado mientras se profundiza el misterio del drones no identificados. Desde la semana anterior al Día de Acción de Gracias, los «misteriosos» vuelos nocturnos se han extendiedo a Staten Island y a otros ocho condados desatando el «pánico» porque algunos de ellos sobrevolaron el arsenal de Picatinny.

Los escépticos -que inicialmente se lo tomaron a broma- empiezan a desquiciarse con lo que a todas luces parece un brote de histéria colectiva. «Pánico masivo por el aterrizaje y despegue normal de aviones desde el aeropuerto de Newark. Salvaje» -ironizaba en su cuenta de X, el periodista Steven Greenstreet.

En la misma línea se expresaba el negacionista de los ovnis, Mick West cuando decía: «Por favor, no disparen a los drones. Porque, basándonos en los últimos días, es 99% seguro que estarías disparando un avión normal o un helicóptero. Podrías matar a alguien. O a muchas personas. Así que no lo hagas.»

Lo preocupante, además, es el eco que estos falsos drovnis han encontrado en los medios de comunicación. También el respaldo de algunos especialistas en Fenómenos Anómalos No Identificados (UAP, por sus siglas en inglés) como el Ingeniero en Electrónica y Computación, Rony Vernet, fundador de la UAP Brasil. Aseguraba a través de su cuenta en X que, «a primera vista, las luces son similares a las de los aviones comerciales, pero al observarlas en detalle, podemos advertir que son claramente diferentes.» ¿En serio Rony?

Vamos a ver: Desde 1996 todas las aeronaves disponen de luces de navegación (verde, roja y blanca). Se localizan en la punta de las alas y sirven para indicar la posición relativa del avión lo que ayuda a identificar desde tierra dónde está y su trayectoria. Cada una de ellas cubre un arco de 110º. También suele haber una luz de navegación de cola, que es blanca y se ubica en el extremo trasero del avión y cuyo ángulo abarca 140º.  También tenemos la beacon light, que son unas luces rojas intermitentes que se colocan en la parte superior e inferior del fuselaje. Por consiguiente es falso que las luces reportadas no sigan las pautas de la Administración Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés).

No es un caso aislado. En este otro tweet distinguimos la factura inequívoca de aviones a reacción pero, el usuario que las comparte cree que «los patrones de luz se desvían de las pautas de la FAA» y «sugieren una imitación basada en tecnología de UAP».  

Lo curioso es que las autoridades, que lo tendrían muy fácil para arrojar luz al miedo que se instala en la población, mantiene una extraordinaria ambigüedad. La republicana Nancy Mace, por ejemplo, declaró a News Nation que algunas de las imágenes «filtradas» de UAP son perfectamente «explicadas» pero otros son «consistentemente inexplicables».

En este sentido, hay que remarcar el post del productor cinematográfico e investigador ovni, Jeremy Corbell. «Estados Unidos -asegura- tiene una capacidad exquisita para rastrear y seguir el origen de cualquier UAS (sistema aeroespacial no tripulado) que entre y salga del espacio aéreo protegido o restringida.» Por esa razón, en su opinión, la actual oleada «ha provocado confusión colectiva y miradas extradepartamentales en busca de orientación (del nivel local al federal y viceversa).» La conclusión es que «se 'permite' que gran parte de esta actividad ocurra y se fomenta activamente la ambigüedad.» ¿Estamos, pues, asistiendo al desarrollo de la cuarta fase del tan cacareado Proyecto Blue Beam?

Algunos creen que están implementando el Blue Beam
Algunos creen que están implementando el Blue Beam

En mi opinión es todo más sencillo. Se trata de un brote de histeria colectiva, como cuando una mujer de Mattoon, en Illinois, denunció el primero de septiembre de 1944 que alguien había abierto la ventana de su alcoba y la había rociado con un gas que la había paralizado parcialmente las piernas. De repente, casos similares se multiplicaron por siete en una sola noche en lo que empezó a conocerse como el «anestesista fantasma» de Mattoon. Los medios locales amplificaron el suceso, lo que provocó una paranoia generalizada en la comunidad. A pesar de la falta de pruebas, las autoridades solicitaron la intervención del FBI, lo que intensificó aún más el pánico. Se difundieron teorías de conspiración sobre infiltrados extranjeros y experimentos químicos. Finalmente, se determinó que los ataques fueron el resultado de una histeria colectiva alimentada por el estrés y la ansiedad de la guerra. 

La ansiedad ahora también es la guerra, una guerra híbrida, un malestar social, el temor a los cambios políticos, la incertidumbre y el miedo (a una nueva pandemia, a un conflicto activo, a una invasión extraterrestre, a todo). Quienes mantienen la mente fría ven aviones de ala fila, lo que se dejan llevar por la histeria de las redes sociales están más expuestos a ver drones. Ojo, hay drovnis, claro que los hay. Por esa razón el Departamento de Defensa evita pronunciarse. Cuánto mayor sea la confusión más pueden ocultar sus debilidades frente a un fenómeno que les está adelantando por la derecha. 

Drovnis de falsa bandera

Hay otra posibilidad más inquietante, que sea una operación psicológica, unos «drovnis de falsa bandera» para ver la reacción de la población frente a una revelación catastrófica.

Comentarios del foro resolvamos el misterio de los drones de New Jersey
Comentarios del foro resolvamos el misterio de los drones de New Jersey

Cabe señalar, en este sentido, los mensajes difundidos en un foro de Facebook por ciudadanos de New Jersey que se organizaron para resolver el enigma.  La página, por cierto, ya ha sido cancelada (lo que ha despertado sentimientos conspiranoicos). En este foro, un tal Dale Lasher asegura que «Puedo decirles ahora mismo que son drones militares nuestros. Tengo una licencia de drones comerciales y ellos saben cuándo mi drone está en el aire después de que alcance los 50 pies, luego pueden asignarle una firma única y rastrearlo en el radar como un misil buscador de calor (por ejemplo) hasta que baje de nuevo por debajo de los 50 pies. Hablé con un amigo en el ejército que también trabaja con drones, dijo 100% que estos son nuestros drones y solo se usarían en exceso por una razón seria y dio ejemplos como: rastrear la lluvia radiactiva de una bomba sucia que explotó, rastrear armas biológicas, rastrear armas de destrucción masiva o buscarlas de una amenaza creíble.» Y añade: «Sé de dos familias que abandonaron el estado para quedarse con familiares en otro lugar; AMBOS están en el ejército. Adivina qué, los maridos de ambas familias están 'desplegados'.»

Phil Murray dio cuenta de 49 avistamientos de drones en una sola noche

Como sucedió con el anestesista fantasma de Mattoon, los avistamientos de drones ya se han extendido a los estados circundantes. Hay observaciones recientes sobre Filadelfia, Pensilvania y Brooklyn, Nueva York. Puede ser solo el principio porque, a diferencia de los años 40, la sociedad está hiperconectada y las noticias vuelan como la pólvora generando un efecto contagio.

Los alcaldes de las ciudades de todo el condado de Morris, donde se ubica el Arsenal Picatinny, foco inicial de la oleada, publicaron una carta al gobernador Phil Murray, donde colectivamente pidieron una mayor transparencia sobre este asunto. El gobernador de New Jersey respondió que era «realmente frustrante que no tengamos respuestas sobre de dónde vienen y por qué están haciendo lo que están haciendo» y explicó que habían registrado 49 avistamientos en una sola noche, veinte solo sobre Hunterdon. Una auténtica oleada que, si bien puede explicarse mayoritariamente, por aviones de ala fija, helicopteros y avionetas que la gente confunde con drones que nunca ha visto, esconde dispositivos reales que son desconocidos.

La FAA ha difundido que los operadores de drones que realicen vuelos inseguros o no autorizados podrían enfrentar severas sanciones, incluidas multas de hasta 75.000 dólares.

Pese a la alarma social no se han producido detenciones, ni tampoco se ha logrado derribar o identificar ningún UAS por lo que, o bien todo es fruto de la histeria o hay drovnis disfrazados de aviones convencionales. Sino, ¿por qué el viernes, mientras continuaban los avistamientos de drones en los cielos del noreste, la Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios (AARO) ofreció una sesión informativa clasificada a los legisladores? ¿Acaso la oleada tiene relación con los UAP que es el campo de actuación de esta oficina del Departamento de Defensa?

Sobre el autor
Josep Guijarro

Josep Guijarro es reportero de prensa, radio y televisión, además de autor de varios libros entre los que cabe destacar El secreto de los aliens (edición ampliada y actualizada en 2024 de Aliens Ancestrales) o Casualidad, que continúa la saga de su bestseller Coincidencias Imposibles. Es documentalista de la serie Extraterrestres (DMAX) y forma parte de los programas El Colegio Invisible y La Rosa de los Vientos, ambos en Onda Cero.

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