La NASA buscará extraterrestres en los UAP
La NASA ha hecho pública la identidad de su comité de expertos para el estudio de los ovnis
En junio dábamos cuenta de la creación, por parte de la NASA, de un equipo de estudio para examinar los fenómenos aéreos no identificados (UAP).
Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la Dirección de Misión Científica (SMD) de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, manifestó en una conferencia de prensa virtual que este estudio sería independiente y que se centraría en la identificación y recopilación de datos disponibles para comprender científicamente los Fenómenos Aeroespaciales y Transmedia no Identificados (UATP en su acrónimo del inglés).
Pues bien, el 21 de octubre, la NASA hizo pública la identidad de los dieciséis expertos seleccionados para formar parte del estudio que sentará las bases para futuras aproximaciones sobre la naturaleza de los UAP ya sea desde la agencia espacial norteamericana o cualquier otra organización gubernamental. Es decir, su misión no es tanto dar una explicación a qué son o qué se esconde tras los UATP, como establecer una metodología para recoger los datos de futuros incidentes ovni, por utilizar la terminología que nos ha acompañado durante tres cuartos de siglo, y determinar si son un problema para la seguridad aérea.
Explorar lo desconocido en el espacio y la atmósfera está en el corazón de lo que somos en la NASA
Comandados por el director adjunto SMD de la NASA, Daniel Evans, y presidido por David Spergel, máximo responsable de la Fundación Simons, los dieciséis expertos tratarán de escudriñar durante nueve meses los datos sobre el esquivo e inquietante fenómeno. Y, atención, al no estar vinculado a la AARO (Oficina de Resolución de Todas las Anomalías) no tendrán acceso a datos clasificados de manera que es una incógnita con qué datos trabajarán.
Y es que los miembros del selecto grupo, formado mayoritariamente por astrofísicos y, en menor medida investigadores del SETI, profesionales de datos e inteligencia artificial, expertos en seguridad aeroespacial, ingenieros, y hasta una oceanógrafa y una periodista, tienen que consensuar el enfoque de sus investigaciones para informar a la NASA en nueve meses qué datos podrían recopilarse en el futuro para discernir científicamente la naturaleza de UAP. Pero, claro, a tenor de los candidatos ¿no hay un sesgo claramente extraterrestre?
Entre los expertos hay mayoría de astrofísicos y científicos vinculados al espacio ¿y si los UAP no fueran ET?
Spergel, Federica Bianco y Shelley Wright son astrofísicos, Anamaria Berea está vinculada al SETI (Búsqueda de vida Extraterrestre) como Nadia Drake que, por si no lo sabes, es la hija de Frank Drake, el de la famosa ecuación para determinar el número de civilizaciones extraterrestres inteligentes en nuestra galaxia. También destaca en el panel el exastronauta de la NASA, Scott Kelly, piloto de combate y capitán retirado de la Armada estadounidense. También hay un astrónomo Matt Mountain. Todo científicos vinculados al espacio. ¿No es un contrasentido? ¿Y si estuviéramos frente a un fenómeno que se desencadena en nuestra atmósfera?
O la NASA sabe algo que no nos quiere decir, o están preparando el camino para un Proyecto Condon 2.0. Edward Condon de la Universidad de Colorado, analizó cientos de archivos ovni del Proyecto Libro Azul y de dos grupos ufológicos civiles, para concluir lo contrario de lo que hoy sostiene el Pentágono y el Congreso de los Estados Unidos: que los ovnis no son interesantes para la ciencia y no vale la pena gastar un centavo en su estudio, que no constituían ningún peligro para la seguridad nacional y poco menos que los testigos no tenían ninguna credibilidad. ¿Se invertirán los 100.000 dólares de presupuesto en llegar a conclusiones similares? Lo sabremos en nueve meses.
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