J. J. Benítez: "El informe OVNI del Pentágono es una tomadura de pelo"

Pregunta: En Año/Cero hemos estado siguiendo todas las informaciones sobre la desclasificación del famoso informe OVNI del Pentágono, todo ello salpicado con las declaraciones de pilotos de combate, militares y políticos estadounidenses. Declaraciones absolutamente sorprendentes respecto a la realidad del fenómeno OVNI. ¿Qué opinas sobre esto?

Respuesta: No creo que saquen a la luz los auténticos secretos que tienen guardados bajo un montón de llaves. En mi opinión, el informe OVNI del Pentágono es una auténtica tomadura de pelo. Dan una de cal y un montón de arena. Lo que tienen que hacer es dejarse de tonterías y contar ya la verdad. Si realmente las autoridades de EE UU quisieran dar a conocer la verdad, lo primero que tendrían que hacer es mostrar a la opinión pública la nave que se estrelló en Roswell en 1947, y también los cuerpos de las criaturas que iban en su interior y que el Ejército estadounidense tiene en su poder. Esto es lo que deberían hacer y lo demás son cuentos. Lo del informe del Pentágono se da a conocer con una finalidad espuria, por unos intereses concretos que quizá no tardemos en empezar a detectar.

 

P: En el caso del Ejército español, ¿te consta que posee importante documentación y pruebas sobre la realidad del fenómeno OVNI que continúan siendo secretas?

R: Por supuesto. Esa documentación a la que te refieres está a buen recaudo en el Cuartel General del Ejército del Aire, y lo sé porque te puedo decir que tengo en mi poder parte de esa documentación. Cuando un caso OVNI que implica a militares es muy impresionante, muy espectacular, muy sólido, y no se puede justificar echando mano del planeta Venus, chatarra espacial o la reentrada de un satélite, entonces el Ejército no lo da a conocer y punto. Directamente no se desclasifica. Pero esto es un denominador común en todos los países, no solo en España. Pasa en Rusia, en China, en Gran Bretaña, en EE UU…

Cuando un caso OVNI es muy sólido, el Ejército del Aire no lo desclasifica

EVIDENCIAS A BUEN RECAUDO

P: Una buena pregunta a este respecto sería dónde se encuentran las filmaciones de OVNIs tomadas por las cámaras incorporadas que portan los cazas de combate del Ejército del Aire español…

R: Pues a buen recaudo, no te quepa duda. En el impresionante caso protagonizado por el piloto de combate Miguel Lens Astray, hoy teniente general, si no llega a ser por el testimonio de él no nos enteramos de nada, porque el informe desclasificado por el Ejército del Aire consta de apenas un folio. Cuando le mostré el expediente, él me preguntó: «Pero, ¿dónde está el informe que yo redacté sobre el incidente? ¿Dónde están las transcripciones de las cintas que recogen las conversaciones que mantuve con los controladores aéreos de Pegaso, del radar?». Miguel Lens redactó su informe, pero en un primer momento no dijo nada de las voces que se colaron a través de la radio de su avión de combate, eso lo comunicó después. Lens es un señor y un militar de los pies a la cabeza, así que siempre mantuvo una especial prudencia sobre el caso que protagonizó. Yo lo localicé y lo entrevisté en 1979, poco después de que le ocurriera ese incidente. Luego nos hemos visto en bastantes ocasiones, y siempre le preguntaba más detalles sobre el caso. Él me hizo prometer que no publicaría nada hasta que él dejara la carrera militar activa, y fíjate, han tenido que transcurrir 42 años, que se dice pronto, para que pudiera dar a conocer este suceso. Claro, te puedes imaginar que tantos años dan para mucho, y he hablado con muchas más personas implicadas en ese caso. El auténtico informe, el que nunca desclasificará el Ejército del Aire, tiene ciento y pico folios. Me reitero, cuando un caso es muy sólido, no se desclasifica. Y luego hay otro asunto. Fíjate, el proceso de desclasificación de expedientes OVNI en España comenzó en 1992 y se cerró en 1997, y desde entonces no se han dado a conocer más informes. ¿Qué pasa? ¿Que no sigue habiendo avistamientos? Claro que sí, y muchos. Entonces, ¿por qué no dan a conocer algún caso nuevo? En fin, lo de siempre…

El Ejército del Aire oculta documentación sobre OVNIs, y lo sé porque tengo en mi poder algunos de esos expedientes

El periodista e investigador J. J. Benítez durante la entrevista 

P: Entonces todavía quedan muchos casos por desclasificar. Casos de los que incluso tú no tienes conocimiento…

R: Pues claro. Te voy a poner un ejemplo. En lo que antes se llamaba Sector Aéreo de Sevilla había un archivo OVNI enorme dentro de un armario. Uno de los militares que prestaba servicio allí me decía que se trataba de un armario metálico de casi tres metros con archivadores, y una barra también metálica lo cruzaba con un candado. Allí, según mis fuentes, había unos 200 informes de casos, y de esos no se desclasificó prácticamente ninguno, a lo sumo uno o dos. Porque cuando el Mando Operativo Aéreo (MOA) pidió a todas las cabeceras de sectores aéreos que mandaran la información OVNI de la que dispusieran, el mando de turno sacó únicamente dos expedientes de ese armario, e incluso mutiló esos dos expedientes que envió a regañadientes al MOA. Vamos, que el MOA lo que recibió fueron dos informes incompletos –ríe Benítez–. Entre los militares también tienen rencillas.

«PENSÉ QUE IBA A IMPACTAR CONTRA AQUELLO»

Uno de los casos más interesantes que J. J. Benítez da a conocer en Mis «primos» (Planeta, 2021) es el protagonizado por el piloto de combate Miguel Lens Astray el 17 de noviembre 1979. En ese momento el militar tenía 35 años de edad y era capitán. Actualmente es teniente general del Ejército del Aire. Entre otros cargos relevantes, ocupó el puesto de director del Gabinete Técnico del Ministerio de Defensa de 2004 a 2009. En el último libro de Benítez podemos leer su testimonio: «Puse rumbo 025 y subí a 35.000 pies con el fin de ahorrar gasolina. Entonces iba con el piloto automático. Pues bien, fue en esos momentos cuando vi aquel fogonazo por mi derecha. Pensé que era un tráfico (un avión)… Pensé que iba a chocar con aquel supuesto tráfico. Entonces di un palanquetazo y saltó el piloto automático. Era la única forma de evitar una colisión… Iba a 1,8 mach. Y recuerdo que el controlador aseguró que allí no había ningún tráfico. Fue entonces cuando lo vi. Era algo sin las luces convencionales. Y el controlador dijo, medio en broma: "Va a ser un OVNI". "Hombre, no lo sé –respondí–. Si me autorizas, voy a verlo"… Pedí permiso y me puse supersónico. Y me dediqué a contemplar aquello. Me puse cómodo. Era como el edificio de la plaza de España en Madrid, pero colocado horizontalmente. No tenía una forma geométrica concreta debido a la luz. Había luces blancas, azules, rojas y verdes, todas muy intensas. Pero no eran los colores que conocemos. No es fácil de explicar. Eran más limpios y fuertes. Era un espectáculo… Mi F-1 era como esa mota de ceniza. El OVNI era toda la mesa (Lens había dejado caer un poco de ceniza de su Ducados sobre la mesa)… Era inmenso, ocupaba todo el arco del cielo». Lens voló durante 20-25 minutos, disfrutando del espectáculo. Entonces unas extrañas voces se colaron por la radio del F-1, pero eso ya es otra historia que relata Benítez con pelos y señales en Mis «primos».

Miguel Lens Astray con la exministra de Defensa Carme Chacón