El fin del secreto de los ovnis llegará en 2026

La Oficina de Política Científica y Tecnológica de la Casa Blanca (OSTP, por sus siglas en inglés) lanzó el pasado 25 de agosto una noticia que cogió a todo el mundo desprevenido. Según anunció Alondra Nelson, jefa interina de la OSTP, a partir de 2026, cualquier publicación científica que reciba fondos federales deberá estar abiertamente accesible el día de su publicación y esto incluye, naturalmente, el trabajo que realiza tanto la NASA como la AARO (Oficina de Resolución de Todas las Anomalías) de reciente creación para el estudio de los UAP ya que son financiadas con fondos federales. 

Por consiguiente, el Gobierno estará obligado por ley a compartir y hacer públicos todos los datos y pruebas que recopilen de acuerdo al memorándum anexo.

Alondra Nelson, subdirectora de ciencia y sociedad de la OSTP

Tal vez así podamos saber, de una vez por todas, si la filmación obtenida en abril de 2021 en Arizona corresponde a un UAP o tiene una explicación convencional.

Todo el mundo conoce los vídeos ovni obtenidos por cazas de la Marina estadounidense, nos referimos a "Go Fast", "Gimball" y "Flir1" que iniciaron el proceso de divulgación ovni de los archivos del Pentágono; menos conocido, aunque más interesante si cabe, es el incidente de Aguadilla, en Puerto Rico, conseguido mediante ATFLIR (Advanced Targeting Forward Looking Infrared) en el que un UAP sobrevuela instalaciones militares y termina desapareciendo en el mar, un objeto transmedia.

Las redes sociales filtraron este año un vídeo de poco más de un minuto de duración en el que puede identificarse un avión Fairchild-Republic A-10 Thunderbolt II estadounidense "persiguiendo" a un objeto mucho más pequeño que algunos asociaron a un dron. Fue tomado presuntamente en Arizona y algunos dicen que el pequeño objeto que evoluciona de forma espectacular alrededor del caza bimotor es un dron que los narcotraficantes utilizarían para pasar su mercancía. Nada hay oficial al respecto, de ahí que, si este incidente fue investigado por el Ejército, la autoridad aeronáutica o cualquier otro organismo oficial, tendrá que liberarse la información y los resultados a partir de 2026. ¿Se imaginan? Es el final del secreto.

El vídeo de Arizona trascendió de forma anónima. Es un vídeo a un monitor que reproduce el original por lo que resulta muy difícil de verificar. Recientemente se ha sabido que hay, al menos, otros 24 vídeos similares que están clasificados en los archivos de Departamento de Defensa y podrían aportar información valiosa para determinar la naturaleza de un fenómeno que vira a gran velocidad hacia la tesis no humana después de años de negacionismo.