Extraterrestres estarían mandando señales a la Tierra cada 16 días

El presidente del departamento de astronomía de la Universidad de Harvard, Avi Loeb, conocido por asegurar que el misterioso cuerpo estelar Oumuamua podía ser una nave de origen extraterrestre, ha terciado en el debate acerca de las ráfagas rápidas de radio (FRB en su acrónimo inglés) detectadas por varios radotelescopios en todo el mundo. En su opinión, las señales captadas de un lugar alejado 500 millones de años luz de la Tierra, tienen un origen artificial. Y dice más, habla de la posibilidad concreta de que una civilización extraterrestre utilice un haz de energía para impulsar cargas a través del espacio. Lo que los radioastrónomos canadienses captan cada 16 días es la radiación que se escapa de ella.

Esa recurrencia -16 días- es para Loeb, un factor determinante.

La señal, bautizada como FRB 180916.J0158 + 65 se repite exactamente cada 16.35 días. Durante cuatro días se reproducen una o dos ráfagas cada hora y, luego, permanece en silencio otros 12 días. Entonces, ese ciclo se vuelve a repetir de nuevo de forma regular, explica en un artículo Science Alert.

 

Científicos canadienses han observado el proceso durante 409 días deduciendo un patrón de recurrencia. 

Los FRB son un fenómeno astrofísico consistente en un destello de radio fugaz, de apenas unos pocos milisegundos, pero que sin embargo pueden descargar una enorme cantidad de energía, algo desconocido por los astrofísicos y que escapa a toda explicación. Otros prefieren hablar de magnetares, unas jóvenes estrellas de neutrones llamadas, o incluso de algún otro fenómeno natural aún no descubierto.

"No tenemos por el momento una pistola humeante que indique claramente la naturaleza de los FRB", escribió Loeb en un correo electrónico remitido a la revista online Futurism. "Por lo tanto, deben considerarse todas las posibilidades, incluido un origen artificial". No es un crédulo. Cuando examinó el fenómeno de las FRB en un artículo de 2017, descubrió que la energía requerida para mover cargas con haces de energía es asombrosa. De hecho, escribió que, tal rayo requeriría tanta energía como la totalidad de la luz solar que llega a la Tierra.

Obviamente, esta circunstancia obliga a tener un gran proyecto de ingeniería.  "Por lo tanto, el principal desafío tecnológico está en la enorme potencia que el haz de radio necesita para transportar".