Ovnis y vida extraterrestre
11/02/2022 (10:30 CET) Actualizado: 11/02/2022 (15:46 CET)

"El OVNI me provocó quemaduras por todo el cuerpo"

Es uno de los casos más brutales de encuentros cercanos con ovnis y humanoides, porque la cercanía al no identificado y a su tripulante provocó en el testigo graves secuelas físicas. Nuestro colaborador Mikel Navarro ha logrado entrevistar al protagonista del incidente en el lugar de los hechos

11/02/2022 (10:30 CET) Actualizado: 11/02/2022 (15:46 CET)
"El OVNI me provocó quemaduras por todo el cuerpo"
"El OVNI me provocó quemaduras por todo el cuerpo"
Nº 362, Septiembre de 2020
Este artículo pertenece al Nº 362, Septiembre de 2020

El viernes 30 de agosto de 1991, sobre las 22:30 horas, en una noche muy clara, un vigilante de seguridad, Marcos Ibáñez Ibarrola, conducía su Renault 4L camino de la empresa en la que trabajaba: SENASA, un almacén de semillas. A mitad de camino, entre las localidades navarras de Imárcoain y Torres de Elorz, en la carretera de la calle San Sebastián, Marcos observó a su derecha una especie de fuegos en el campo. En un primer momento supuso que era algo relacionado con la quema de rastrojos, pero, de repente, salió de entre los árboles un artefacto enorme que el testigo describió como "una gran rotonda", que enseguida se colocó encima del coche. En ese preciso instante el vehículo se detuvo. El vigilante se encontraba solo en medio de una carretera estrecha y solitaria, rodeada de campos de cultivo, así que el miedo se apoderó de él. El aparato volador era enorme y de forma discoidal, con una esfera arriba y luces a su alrededor. Además, en la parte inferior se distinguía lo que semejaba una compuerta que no tardó en abrirse.

En el interior de esa especie de cúpula acristalada se distinguía un ser de aspecto humanoide

Periódico
Recorte del Diario de Navarra que da cuenta del extraño encuentro

Según Marcos Ibáñez: "Me apalancó el coche y del aparato salieron una especie de patas que bloquearon las puertas. No podía salir, era como si aquello se acoplara como un imán al vehículo, así que pegué una patada a la puerta y traté de correr, pero de los nervios me caí al suelo. Fue entonces cuando me fijé en esa cosa: había alguien dentro del aparato. En el interior de esa especie de cúpula acristalada se distinguía un ser de aspecto humanoide con un tono de piel diferente, un tono de color verde grisáceo. Estaba en una postura forzada, con la cabeza un tanto ladeada pegando en la parte superior del cristal. Parecía que no cabía bien. Desde el suelo observé que me hacía gestos con la mano como diciendo: '¡Ven, ven!', abriendo y cerrando la boca. Me dio mucho miedo y eché a correr campo a través hasta unos pinos que había al fondo. Además, recuerdo que aquella nave emitía un zumbido muy fuerte. Ya desde la distancia vi que el artefacto se desacopló del vehículo, incluso lo desplazó, zigzagueó y salió disparado en dirección a Tiebas, desapareciendo a gran velocidad. Después volví y traté de arrancar el coche. Me costó, pero al final arrancó. No estaba solo, había un Renault 21 gris metalizado parado. El conductor de ese vehículo solo dijo: 'Oye, tira, que eso igual vuelve', y me adelantó y se fue".

Tras el avistamiento, el testigo fue víctima de unas extrañas quemaduras que le aparecieron en la cara

OVNI Quemadura
Marcos Ibáñez, testigo del encuentro con el No Identificado y su tripulante (Foto: Mikel Navarro)
"ERA COMO UNA BRISA"

Una vez arrancado el coche, Marcos Ibáñez se dirigió a su trabajo. Al llegar, se encontró con una pareja de la Guardia Civil a la que narró su experiencia. Los agentes le dijeron que ellos también habían visto algo raro que sobrevolaba el cielo. Simplemente se limitaron a tomar sus datos personales. Al día siguiente del suceso, nuestro protagonista regresó al lugar de los hechos y pudo observar extrañas marcas y un gran círculo quemado en el sembrado. También comprobó que su vehículo había sufrido daños. A plena luz del día pudo apreciar abolladuras y marcas de grasa maloliente en el capó y en el techo del 4L. Era una especie de aceite que olía muy mal. Al cabo de una semana, el coche se incendió sin causa aparente y quedó totalmente inservible. Marcos empezó a percatarse de extraños detalles a raíz de su insólito encuentro. A causa de su trabajo debía portar un arma reglamentaria, que sorprendentemente tenía el mango doblado. Su ropa quedó encogida, acartonada. Según Marcos, cuando el OVNI se acopló a su vehículo, sintió una extraña presión, como si una brisa le estuviera atravesando el cuerpo. Tal vez esta fuera la causa de una especie de quemaduras rojas que le aparecieron en la cara y en algunas partes de su cuerpo. Según el médico que lo trató, esas quemaduras eran consecuencia de la exposición a alguna clase de rayos X de forma continuada. Marcos estuvo arrastrando esas heridas durante un par de años, en los que tuvo que aplicarse diferentes pomadas y tomar medicamentos.

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