Descubren tres nuevos planetas a 11,9 años luz de la Tierra

La GJ1061 es la vigésima estrella más cercana al sistema sola. Está situada a 11,9 años luz de la Tierra. Esta enana roja fue descubierta en 1974 por el astrónomo estadounidense Willem Jacob Luyten y ahora utilizando datos del  ESO (European Southern Observatory) en Chile un equipo de investigadores de la Universidad de Cornell ha logrado encontrar evidencias de tres planetas, y posiblemente un cuarto, en la zona habitable de la estrella.

El equipo de científicos ha descubierto que tres de los cuatro planetas son ligeramente más grandes que la Tierra y orbitan cerca de la estrella. De hecho, cada uno tarda alrededor de 13 días en orbitar a GJ1061.

Para detectar la presencia de estos planetas, los investigadores emplearon el método de velocidad radial, consistente en observar las oscilaciones en la órbita de una estrella. Este método permite conocer la gravedad que tira de ella.

Una vez confirmada la existencia de estos planetas rocosos, se centraron en uno en particular, al que denominaron planeta D, por encontrarse dentro de la zona de agua líquida de la estrella y tiene una temperatura de equilibrio similar a la de la Tierra. GJ 1061 tiene propiedades muy similares a Proxima Centauri, pero los índices de actividad apuntan a niveles más bajos de actividad estelar.

Hasta 2017 habían sido detectados más de 3.500 exoplanetas. Las primeras “tierras lejanas” fueron descubiertas a mediados de los años 90. Si sólo en nuestra galaxia, la Vía Láctea, hay alrededor de 200.000 millones de estrellas, y suponemos que cada una de ellas tiene al menos un planeta, eso supone que hay miles de millones de posibilidades de que existan otros planetas parecidos a la Tierra y, en consecuencia, de que en algunos de ellos, no sólo haya prosperado la vida sino que se haya desarrollado y formado una civilización extraterrestre.

Drake tenía razón: El Universo está repleto de vida. Ahora es importante saber: Cuando realmente encontremos a nuestros “hermanos cósmicos” ¿Qué vamos a hacer? ¿Tendremos la capacidad de realizar viajes interestelares o estaremos condenados a comunicarnos por radio de una forma lenta y desesperante?

En 2016, el proyecto SETI anunciaba que uno de sus radiotelescopios había captado una misteriosa señal, especialmente potente, que parecía provenir de una estrella situada a 95 años luz de la Tierra pero, tal como informamos en su día, al final la Academia de Ciencias Rusa determinó que se trataba de una señal generada en nuestro propio planeta.

Esos picos fueron los que hicieron saltar las alarmas en el proyecto SETI en mayo de 2015

 La señal había sido captada en mayo de 2015 y tardamos casi un año en saber de su existencia. La ciencia es lenta y vivimos en unos tiempos de extremada velocidad, de gran volatilidad, de sentimientos a flor de piel, por esa razón muchos huyen de la ciencia y se refugian en una "nueva espiritualidad" basada en la existencia de extraterrestres salvadores que viajan a bordo de ovnis para venir a solucionar nuestros problemas de convivencia. La ciencia, pero, sigue trabajando para realizar descubrimientos, en este caso de nuevos planetas, para tratar de encontrar la verdad del asunto. GJ1061 podría contener muchas respuestas.