Confirman que un 'platillo' y un 'ser vivo' fueron trasladados al Área 51
Un contratista de defensa que dirigía el Área 51 afirmó tener conocimiento de la recuperación de un platillo volante y un ser vivo en Roswell
"Tenían [en el Área 51] un platillo volante que se había recuperado de Nuevo México" y un "ser vivo." Son declaraciones contundentes de Alfred O'Donnell, gerente sénior de EG&G (anteriormente conocida como Edgerton, Germeshausen, and Grier, Inc), una de las empresas contratistas del Departamento de defensa de Estados Unidos que comercializaba materiales y servicios técnicos para el Área 51.
Antes de su fallecimiento en 2015, O'Donnell fue entrevistado en varias ocasiones por el periodista de investigación George Knapp. Ahora, en su podcast, WEAPONIZED, el periodista reveló esta y otras declaraciones respecto al incidente Roswell que vendrían a confirmar el testimonio de Bob Lazar. O’Donnell le dijo respecto al ser recuperado en Nuevo México que “no sabíamos qué era… A decir verdad, no podíamos comunicarnos con él. Al principio, no sabíamos qué era, no sabíamos de dónde era. Y no sabíamos qué hacer con eso”.
El político demócrata Richard D'Amato visitó el Área 51 para verificar las afirmaciones de O'Donnell
A principios de la década de los noventa, el ex líder de la mayoría en el Senado, Robert Byrd, quien presidió el Comité de Asignaciones del Senado, junto al difunto senador de Nevada, Harry Reid, encargaron a Richard D'Amato que investigara el tema.
D'Amato es abogado, político demócrata y capitán retirado de la Reserva de la Marina de los Estados Unidos, más conocido por facilitar la financiación de la investigación de parapsicología militar y realizar una investigación de objetos voladores no identificados. Fue el encargado de supervisar los Programas de Acceso Especial (SAP) y visitó el Área 51 pero no pudo verificar las afirmaciones relacionadas con los platillos estrellados.
No obstante, según Knapp, D’Amato pensó que era totalmente factible que existiera un encubrimiento sobre el asunto de los no identificados dentro de una empresa privada, como Lockheed Martin, EG&G o Northrop Grumman.
No obstante, O'Donnell cambió su historia y compartió una versión diferente del incidente del platillo volante con la periodista y autora Annie Jacobsen. En esta ocasión, se refirió al incidente Roswell no como una nave alienígena, sino como un dispositivo ruso con "aviadores grotescos del tamaño de un niño" desarrollada en experimentos humanos por el médico nazi y criminal de guerra Josef Mengele.
Alfred "the Triggerman" O'Donnell(1922-2015) has died. He amed, wired & fired 186 nukes. Profiled in AREA 51. RIP, Al pic.twitter.com/bMoqudgEj7
— Annie Jacobsen (@AnnieJacobsen) April 14, 2015
Según Knapp, se le advirtió a O'Donnell que no hablara más del incidente, pero accedió a grabar una cinta antes de morir que luego le sería entregada al periodista, cinta en el lecho de muerte que no ha aparecido, todo hay que decirlo, y que daría credibilidad a las afirmaciones hechas por Bob Lazar.
Si las afirmaciones de O'Donnell a Knapp son ciertas, la participación histórica de EG&G en el tema ovni podría ser significativa, ya que fue un actor crucial en el programa de armas nucleares de Estados Unidos y dirigió el Área 51.
En diciembre de 1950, el presidente Harry S. Truman autorizó una instalación permanente de prueba de bombas nucleares en los Estados Unidos continentales. Un estudio de factibilidad de alto secreto había examinado sitios en Nuevo México, donde la primera bomba explotó en 1945, así como sitios en Utah, Carolina del Norte, el norte de Nevada y el sur de Nevada. El último fue aprobado por Truman el 11 de enero de 1951.
A la vanguardia de la migración resultante a Las Vegas de profesionales bien educados estaba un joven técnico llamado Alfred O'Donnell clave, ahora, para saber si sus declaraciones sobre Roswell, eran un delirio o escondían una terrible verdad.
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