Comienza la expedición para recuperar un objeto interestelar en el océano
Se prepara una expedición oceánica para rescatar un objeto interestelar, el único caído en la Tierra desde el paso de Oumuamua y Borisov
El teniente general John Shaw, subcomandante del Comando Espacial de Estados Unidos, ha confirmado el estrellamiento de un objeto de origen interestelar en el Océano Pacífico.
Y, según el profesor Avi Loeb, astrofísico de la Universidad de Harvard, parece que no es un asteroide al uso por lo que un barco de exploración está listo para zarpar.
Para entender la importancia del asunto hay que remontarse a 2014, cuando los satélites de la NASA detectaron la presencia de un pequeño objeto, de aproximadamente sesenta centímetros de diámetro, que perforó la atmósfera terrestre a más de 160.000 kilómetros por hora y se sumergió en las aguas del océano, a 160 kilómetros de la costa de Papúa Nueva Guinea.
Un astrofísico de Harvard tuvo acceso a datos de alto secreto
Tras tener acceso a datos gubernamentales clasificados como alto secreto, el astrofísico de Harvard sugirió en 2019, que el objeto, bautizado como CNEOS 2014-01-08, no se había comportado como un asteroide típico de nuestro sistema solar. Su trayectoria parecía indicar que procedía de otra estrella de la Vía Láctea.
Pero su artículo Descubrimiento de un meteorito de origen interestelar no prosperó en la comunidad científica sencillamente porque, la junta de revisión de publicaciones de astronomía, no tenía una autorización ultrasecreta –como Loeb– para verificar sus cálculos. Y la publicación se rechazó hasta que, en abril de este año, el Comando Espacial refrendó la realidad de los datos de los sistemas de detección clasificados por el gobierno.
6/ “I had the pleasure of signing a memo with @ussfspoc’s Chief Scientist, Dr. Mozer, to confirm that a previously-detected interstellar object was indeed an interstellar object, a confirmation that assisted the broader astronomical community.” pic.twitter.com/PGlIOnCSrW
— U.S. Space Command (@US_SpaceCom) April 7, 2022
Para salir de dudas, Loeb ha animado a ahora a su colega de Harvard, Amir Siraj, a encontrar al meteorito en el fondo del mar para poder estudiarlo más de cerca y salir de dudas acerca de su origen.
Encontrar lo que quede de un objeto de 60 centímetros en diez kilómetros cuadrados es como buscar una aguja en un pajar. Pero ambos científicos han tenido una brillante idea.
Como suponen que los restos son magnéticos, los científicos se han asociado con una empresa de tecnología oceánica para arrastrar un gran electroimán desde un barco con el fin de atraer suficientes fragmentos y rescatarlos para un análisis detallado en el laboratorio.
Aún da más morbo al incidente la insinuación que algunos han querido darle de tecnología "alienígena" y/o "extraterrestre" por el tipo de maniobra. Los teóricos de la conspiración postulan en las redes que esta operación puede ser una tapadera para ocultar el rescate de una nave extraterrestre. Los científicos se han apresurado a explicar en un artículo publicado en arXiv que, a diferencia de lo que pensaba con Oumuamua, seguramente, el CNEOS 2014-01-08 no es una creación tecnológica artificial. Independientemente de todo esto, Loeb está a punto de emprender lo que denomina "arqueología interestelar" con dinero privado.
Y bromeando ha dicho que si su equipo de exploración encuentra un dispositivo alienígena, "espero que haya botones que pueda presionar".
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