Buscan sondas extraterrestres en órbitas geosincrónicas de la Tierra
La Universidad de Estocolmo ha emprendido búsqueda de evidencia de artefactos no terrestres en registros previos a la carrera espacial
El 4 de octubre de 1957 la Unión Soviética lanzó al espacio el famoso Sputnik, el primer satélite que orbitó la Tierra con éxito y dio una ventaja táctica a los rusos en el espacio. Se iniciaba la llamada Carrera Espacial que culminaría con el aterrizaje en la Luna años más tarde, en 1969.
Antes de 1957 nada humano orbitaba nuestro planeta, por lo que disponer de evidencias de la presencia de "satélites" anteriores al amanecer de la Carrera Espacial podría revelar la existencia de sondas extraterrestres, tanto en el pasado, como en la actualidad.
Es por eso que un grupo de investigadores, dirigido por Beatriz Villarroel, del Instituto Nórdico de Física Teórica y la Universidad de Estocolmo, ha emprendido un esfuerzo de ciencia ciudadana para buscar evidencia de tales artefactos no terrestres en datos que ya han estado disponibles públicamente durante décadas: En placas fotográficas del cielo previas a 1957.
La prensa ya daba cuenta de algo al respecto. El 14 de mayo de 1954, varios periódicos estadounidenses recogían las manifestaciones del Mayor del Cuerpo de Marines Donald E. Keyhoe que defendía que había objetos voladores no identificados del espacio exterior orbitando nuestro planeta: "Uno o dos satélites artificiales orbitan la Tierra" –recogía el San Francisco Examiner; o el Saint Louis Post Dispatch que titulaba: «Escritor de 'Platillos volantes' dice que satélites artificiales están orbitando la Tierra».
Keyhoe sabía de primera mano que la Fuerza Aérea de los Estados Unidos estaba en alerta máxima. Un par de objetos misteriosos habían sido ubicados en órbita entre 400 y 600 millas de la Tierra, y los funcionarios estaban en un estado de confusión sobre lo que podrían representar. ¿Podrían ser objetos no terrestres de origen natural, o podrían ser algo completamente diferente?
En 1954, la Carrera Espacial y la Guerra Fría estaban calentando motores y los objetos detectados encendieron todas las alarmas pensando que la URSS controlaba el espacio y por consiguiente que Estados Unidos era vulnerable.
A este objeto se le bautizó como el Caballero Negro (Black Knight) según constan en diferentes informes del gobierno. La investigación le fue asignada al profesor de astrofísica de la Universidad de New Mexico Dr. Lincoln LaPaz y al prestigioso descubridor del planetoide Plutón, Clyde Tombaugh.
El resultado "oficial" de la investigación concluyó que el objeto era un pequeño asteroide atrapado en órbita a la manera de un pequeño satélite natural. El problema con esta explicación es que la probabilidad de que un asteroide quede atrapado en órbita es mínima. Los detalles de la investigación jamás fueron revelados.
Antes del lanzamiento de los satélites Sputnik, los cielos de la Tierra estaban libres del desorden que dificulta las búsquedas modernas de posibles objetos no terrestres
Con la cantidad de escombros que abarrotan hoy en día el espacio alrededor de nuestro planeta, es difícil localizar posibles sondas alienígenas que puedan estar observándonos. Según los datos actuales de la Agencia Espacial Europea, hay 5.800 satélites en funcionamiento en órbita, con casi 31.590 objetos de desecho que han sido registrados y rastreados continuamente por Space Surveillance Networks.
Según Villarroel y su equipo, una forma de superar este problema es escanear proyectos de placas fotográficas anteriores, como el First Palomar Sky Survey (POSS-1), que es el foco del proyecto VASCO, (Vanishing & Appearing Sources during a Century of Observations).
"Esperamos que, con el tiempo, el proyecto arroje muchos hallazgos interesantes", dice un comunicado en el sitio web de VASCO Network , «tal vez incluso algunos objetos y eventos anómalos, ¿podrían los extraterrestres ser responsables de alguno de ellos?»
Las claves de cómo podrían ubicarse objetos no terrestres potencialmente anómalos en la órbita de la Tierra son desgranados en un trabajo titulado Un destello en el ojo: el archivo de placas fotográficas busca artefactos no terrestres.
«Demostramos que incluso las pequeñas piezas de escombros reflectantes en órbita alrededor de la Tierra pueden identificarse mediante la búsqueda de placas fotográficas antiguas expuestas antes del lanzamiento del primer satélite humano en 1957» y añade que las imágenes que representan lo que identifican como "transitorios simultáneos" pueden ser la clave para detectar evidencia de artefactos no terrestres que pueden haber estado al acecho en la órbita de la Tierra desde los días anteriores al Sputnik.
Teniendo en cuenta algunas de las primeras observaciones de Lincoln La Paz y otros astrónomos en los albores de la era espacial, sería irónico que alguna vez se probara que la evidencia de tecnologías extraterrestres había estado al acecho mucho más cerca de casa de lo que la mayoría hubiera esperado.
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