La brecha del Dr. Menzel: Eliminaron ovnis del Observatorio de Harvard
Constatan la desaparición de registros astronómicos con ovnis del observatorio de Harvard. ¿Fue obra de su director Donald Menzel? ¿Sabías que fue miembro del MJ12? ¿Casualidad?
Siempre he mantenido que el encubrimiento de los ovnis, la desinformación, la utilización de la tecnología no humana como arma de disuasión empieza en 1947 con el incidente Roswell.
En el caso, cerrado oficialmente como parte de uno de los test de un proyecto supersecreto llamado Mogul, concurren todas las piezas de la madre de todas las conspiraciones. Reconocimiento inicial de la recuperación de un platillo volante y posterior desmentido, que de un lado termina con las especulaciones en casa y manda el mensaje velado a los adversarios (léase Rusia) de que disponen de tecnología extraordinaria y, claro, para deducir esta tecnología se crea un comité digno de película de espías.
En 1984, fruto de contactos al más alto nivel con funcionarios de inteligencia, el productor Jamie Shandera, recibió por correo un “carrete de fotos” de 35mm, con microfilms que aludían a la existencia de un comité supersecreto llamado MJ 12, Majestic 12 o simplemente Majic. Su misión era la de evaluar el incidente ovni de Roswell, en 1947. En otro documento, fechado en 1952, se informaba al presidente Eisenhower sobre los progresos del MJ12 y la ocultación de una nave extraterrestre.
De acuerdo a estos documentos, uno de los miembros de este comité fue el Dr. Donald Menzel, director del Observatorio de Harvard. Las investigaciones llevadas a cabo por el ufólogo Richard Dolan demuestran que Menzel, en efecto, llevaba una vida clandestina como miembro de élite de la comunidad de inteligencia estadounidense pero, ¿pudo ocultar evidencias de los ovnis o la presencia extraterrestre desde su posición científica? Definitivamente sí.
La doctora Beatriz Villaroel, destacada astrofísica del Instituto Nórdico de Física Teórica de la Universidad de Estocolmo ha encontrado un vínculo directo entre Menzel (miembro del MJ-12) y la destrucción de datos, en concreto placas fotográficas astronómicas, en lo que se conoce como “brecha” o Gap del Dr. Menzel.
Para su búsqueda de objetos extraterrestres en órbitas geosincrónicas de la Tierra, Villarroel acudió a los archivos del First Palomar Sky Survey (POSS-1), que es el foco del proyecto VASCO, (acrónimo de Vanishing & Appearing Sources during a Century of Observations). Si descubría objetos orbitando nuestro planeta antes de 1957, por consiguiente antes de la era de los satélites artificiales creados por el hombre, podría demostrarse de forma fehaciente y objetiva que una Inteligencia No Humana nos visitó en el pasado.
Su trabajo dio resultado y halló placas de 1950 y 1952 que representan objetos inusuales parecidos a estrellas que aparecen y desaparecen en un período de tiempo muy corto. Estas anomalías fueron encontradas en imágenes del 12 de abril de 1950, el 19 de julio de 1952 y el 27 de julio de 1952, coincidiendo las dos últimas fechas con el avistamiento ovni de Washington DC.
No obstante, Villarroel me confirmó que coincidiendo con estas anomalías estuvo la destrucción de una porción sustancial de la colección de placas del Observatorio de Harvard bajo las órdenes del entonces director Dr. Donald Menzel. No sólo esto, sino que 1953 vio el comienzo de la infame "Menzel Gap" o Brecha del Dr. Menzel, un período prolongado durante el cual Harvard dejó de recopilar nuevos datos astronómicos, lo que provocó una brecha en el registro histórico de la astronomía moderna. ¿Fue casualidad? ¿Obedecía órdenes del comité?
Se pueden suponer las posibles motivaciones de Menzel. En público, escribía libros y artículos que desacreditaban los avistamientos de ovnis como estrellas o confusiones con fenómenos meteorológicos. Como miembro del MJ-12, sin embargo podría eliminar los registros de Harvard que documentaban inadvertidamente la presencia de objetos no identificados. Como las placas podían atraer la atención de otros científicos o ser descubiertas más tarde era mejor deshacerse de ellas. Esto encaja con la estrategia de desinformación: controlar la narrativa controlando las pruebas.
la doctora Villarroel ha señalado en muchas ocasiones que las revistas académicas siguen siendo reacias a publicar investigaciones relacionadas con los OVNIS. En parte es debido al estigma que legaron de un lado el Panel Robertson y otros proyectos gubernamentales de etiquetar este asunto como pseudociencia. Convirtió la ufología en un gueto. Si algún científico tomaba consciencia y quería saber más, se autocensuna o evitaba analizar datos por miedo al ridículo.
Por fortuna el proceso de desclasificación de los Estados Unidos ha provocado un cambio de paradigma y la actitud de científicos y público en general ha comenzado a cambiar. Hasta las revistas científicas discuten con cautela los el asunto UAP en el contexto de posibles tecnofirmas extraterrestres, pero históricamente la "cultura del secreto" aseguró que la ciencia convencional no validara la evidencia de los UAP.
Si existió el MJ-12 se encargó no solo de estudiar el objeto recuperado sino de reclutar académicos, desacreditar informes sobre ovnis y destruir literalmente las pruebas, para conseguir eliminar los ovnis del discurso "respetable" mientras las investigaciones reales pasaban a la clandestinidad. El MJ-12 fue el "cerebro central" del encubrimiento OVNI. Estableció clasificaciones de seguridad, por ejemplo, al tratar los ovnis como material "Top Secret / Magic" (por encima incluso de los secretos atómicos), asegurando que la información pasara por alto las cadenas normales y llegara solo al personal aprobado. Supervisaron la creación de programas compartimentados para manejar la recuperación de accidentesy probablemente controlaron los presupuestos a través de canales de fondos reservados. Una estrategia que dio sus frutos. ¿Podrá el comité de Anna Paulina Luna desenredar esta madeja?
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