Aterrador encuentro con dos humanoides en 1958
Rescatamos el testimonio de uno de los primeros encuentros con humanoides sucedido en España
Martin era jornalero y guardés en la finca de Los Barquillos, en Talavera de la Reina, situada en el Camino del Ámago, un lugar privilegiado junto al río Tajo donde antaño se plantaba algodón, tabaco, pimientos... Martín, que además tenía ganado, tenía por costumbre sacar a pastar a algunos animales por las inmediaciones de la finca llegada la tarde y recogerlos al anochecer.
El 15 de mayo de 1958, viendo que el río Tajo venía crecido debido al deshielo de primavera, Martín se dirigió a la zona para recoger a la piara de cerdos que había dejado pastando.
De repente, algo cambió en el ambiente. Extrañado, Martín se incorporó y miró hacia arriba a causa de un potente zumbido. Los sonidos del campo habían quedado anulados y los animales totalmente paralizados. Buscando el origen de tan extraño zumbido, el jornalero observó a unos 3 metros de altura un artefacto circular con dos seres dentro. Éstos parecían manejar el aparato con una especie de volante.
Los seres tenían la tez grisácea, ojos grandes, ovalados, hundidos y como sin vida
Martín no daba crédito a lo que estaba viendo: los seres tenían la tez grisácea, ojos grandes, ovalados, hundidos y como sin vida; la cabeza era de tamaño normal, como la de cualquier persona; las orejas puntiagudas, los labios gruesos y la nariz era muy pequeña. Otro detalle de la anatomía de estos seres que llamó mucho la atención al perplejo testigo fueron las manos, ya que contaban con cuatro dedos muy delgados y largos.
Según el testimonio de Martín el aparato suspendido sobre su cabeza tenía forma circular y era plano. Era de color grisáceo y medía unos 3 metros de diámetro, con focos alrededor tanto en la parte inferior como en la superior. Unos focos que emitían una potente luz azulada que deslumbraban a Martín.
LUCHA MENTAL
La visión de los seres dejó a Martín mentalmente absorto, como en una especie de trance. En cierto momento, Martín notó que los seres inentaban comunicarse mentalmente con él, fue entonces cuando comenzó una especie de lucha mental. Según Martín, la intención de estos seres era la de llevárselo con ellos. Sin abrir la boca, les indicó aterrorizado que se fueran de allí, que no estaba dispuesto a marcharse con ellos. Tras lo que calculó unos dos minutos, Martín consiguió rechazar mentalmente a estos extraños seres.
Preso del desconcierto y la incertidumbre, sin saber qué iba a ocurrir, el artefacto con sus tripulantes salió disparado hacia el cielo a una velocidad asombrosa.
Cuando intentamos entrevistar a Martín en persona, el recuerdo del suceso le provocó una crisis de pánico y tuvo que ser atendido en urgencias
UNA EXPERIENCIA ATERRADORA
Al hilo de este extraño avistamiento, Martín protagonizaría, 30 años después, una anécdota simpática a ojos ajenos pero que en él revivió el terror que lo atenazó aquel día de mayo de 1958. Cuando Martín se encontró con algunos de los primeros ciudadanos de origen chino que llegaron a Talavera, quedó paralizado y comunicó a su familia que había vuelto a encontrarse con los seres del insólito suceso. Siempre según el relato del testigo, los rasgos asiáticos de los vecinos chinos guardaban parecido con el de los seres que se había encontrado alos atrás.
Sin duda, el encuentro dejó muy marcado al testigo, algo que pude comprobar en primera persona. Aunque la historia me fue narrada por su hija, el día que quedamos con Martín para encuestarlo, tuvo una crisis de pánico derivada del recuerdo de este extraño encuentro. Martín tuvo que pasar por el servicio de urgencias del hospital ya que entonces era muy mayor. Por su salud, tuvimos que desistir de tomarle testimonio en persona.
Lo interesante de este caso es que sucedió en una época en la que la televisión en la zona en cuestión no estaba en uso y por tanto, es más difícil que el testigo pudiera haber visto imágenes de naves extraterrestres y seres de otros mundos en programas o películas.
El testigo cree recordar que la zona concreta de avistamiento fue en las barrancas que hay al lado del rio Tajo, (la actual zona del puente Atirantado de Castilla-La Mancha). Curiosamente, una zona en la que se han reportado múltiples avistamientos de luces y de extraños seres con el paso de los años.
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