Analizan material procedente del incidente Socorro

La Fundación Sol está desarrollando una ambiciosa agenda de investigación 2024-2025 en relación a los Fenómenos Anómalos No identificados (UAP por sus siglas en inglés) que abarca las ciencias naturales, ciencias sociales, humanidades e ingeniería para explorar las implicaciones de estos fenómenos.

Recientemente han sido publicados los vídeos del Simposio de la Fundación Sol realizado en la Universidad de Stanford los días 17 y 18 de noviembre de 2023, bajo el liderazgo del Dr. Garry Nolan.

Este destacado inmunólogo e inventor, analizó una docena de muestras de supuestos accidentes ovni para el gobierno de los Estados Unidos llegando a la conclusión de que algunas de las muestras carecían de las propiedades de los materiales creados por el ser humano.

Durante su intervención en el Simposio de la Universidad de Stanford, habló de su análisis a los materiales de uno los incidentes ovni mejor documentados de la historia de los Estados Unidos. Nos referimos a la experiencia del oficial de policía Lonnie Zamora, de la ciudad de Socorro (Nuevo México).

Lonnie Zamora junto a los simbolos que vio en el objeto y su declaración ante el FBI

Un poco de historia

El avistamiento se produjo en la tarde del viernes 24 de abril de 1964.

Lonnie Zamora, escuchó un fuerte estruendo seguido de una llamarada azulada cerca de un arroyo que despertó su curiosidad. Pensó que algún vehículo se habría accidentado e informó por radio que se dirigía hacia allí. Pero no era un coche sino una “nave con forma de huevo” lo que estaba junto, al arroyo situado al sur de Socorro.

Se supo más tarde que cinco turistas que circulaban por los alrededores de la ciudad presenciaron el vuelo del objeto en dirección a la posición del sargento de policía.

Zamora se acercó unos 150 metros de aquel extraño objeto. Contactó por radio con el sargento de la policía estatal de Nuevo México, Samuel Chávez, para solicitar asistencia y se acercó al misterioso objeto ovoide y distinguió fugazmente a dos seres pequeños junto al óvalo que describiría como «de forma normal, pero posiblemente eran adultos pequeños o niños grandes».

Lonnie Zamora en el lugar del incidente

Distinguió una especie de tren de aterrizaje y una insignia roja que dibujó posteriormente. Después surgieron las llamas azules brillantes y otro fuerte rugido precedió el despegue de aquel artefacto que dejó quemaduras en los arbustos y depresiones en el suelo del “tren de aterrizaje”.

Las afirmaciones de Zamora fueron investigadas por agentes gubernamentales del Proyecto Libro Azul de la Fuerza Aérea, así como numerosos ufólogos civiles, como Jacques Vallée que consiguió algún material relacionado con el avistamiento, aunque había incertidumbre sobre el origen específico del mismo.

El material –según expuso Nolan en su intervención- presentaba signos evidentes de haber sido manipulado. Hemos subtitulado al español su intervención.

Era evidente que el material había sido producido industrialmente, y como sucedió con los materiales recuperados del incidente de Ubatuba en Brasil, la muestra presentaba un alto nivel de silicio puro con contaminantes.

“Se necesitan muchos filtros, cálculos, repeticiones, etc. antes de publicar los resultados”-explicó. “Lo único que me atrevo a decir –añadió- es que alguien puso zinc encima del aluminio y luego aluminio nuevamente con esta sección transversal en particular. La zona verde entre el azul es de unos 20 nm. Ahí están los datos.”

El propósito de juntar los átomos de esta manera tan peculiar sigue siendo para Nolan un misterio.

Los escépticos, por su parte, aseguran que los materiales podrías ser parte de un dispositivo de aterrizaje lunar procedente del campo de misiles de White Sands o, incluso, de una broma perpetrada por estudiantes del cercano New Mexico Tech. En este sentido, el presidente del instituto, a la sazón Stirling Colgate llegó a afirmar que fue obra de los estudiantes de la escuela y, además, que el objeto observado por Zamora era "una vela en un globo... nada sofisticado".