Alemania podría aprobar el uso de la fuerza contra los 'drovnis'
Alemania tomará medidas drásticas ante la oleada de avistamientos de drones no identificados (drovnis) en el norte de Alta Baviera
Alemania se ha unido a la creciente lista de países afectados por la oleada de drones no identificados (drovnis), que sobrevuelan áreas militarmente sensibles. El último incidente ocurrió el pasado domingo 12 de enero, cuando hasta diez drones fueron avistados en la zona de seguridad militar de Manching, en el norte de Alta Baviera. Estos drones, sospechosos de espiar instalaciones críticas, provocaron una intensa operación de búsqueda que incluyó la intervención de un helicóptero policial. Lograron avistar hasta una decena de objetos, sin embargo, como ya ocurrió en el Reino Unido o los Estados Unidos, no se consiguió identificar a los responsables.
Previamente, los días 18 y 19 de diciembre, así como la noche del día de Navidad, se había reportado la presencia de "drones" sobre la zona de seguridad militar de Manching y Neuburg an der Donau aunque, los responsables nunca fueron identificados.
La gravedad de la situación llevó a la Oficina de Investigación Criminal de Baviera y a la Fiscalía General de Múnich a iniciar una investigación, ante la posibilidad de que los misteriosos drones estuvieran recopilando imágenes del centro de producción del Eurofighter, el avión caza bimotor, lo que podría comprometer la seguridad nacional.
En respuesta a esta grave amenaza a la seguridad, se espera que el gabinete del canciller Olaf Scholz apruebe una enmienda a la Ley de Seguridad de la Aviación que permitirá a los militares alemanes usar la fuerza contra vehículos aéreos no tripulados (UAS) para prevenir ataques o accidentes graves.
Nótese que se habla de UAS y no de UAP (Fenómenos Anómalos No Identificados) cuando no hay elementos que permitan su identificación o relacionarlos con ninguna potencia. Sucedió, también, en el Reino Unido, donde el pasado mes de noviembre empezaron a reportarse avistamientos de drones misteriosos acosaron las bases estadounidenses de la RAF Lakenheath, RAF Mildenhall y RAF Feltwell. El gobierno británico desplegó cerca de un centenar de soldados, dotados de un sistema antidrones de alta tecnología y no lograron interferir, capturar ni derribar ninguno de los dispositivos. Los intentos previos de las autoridades alemanas para desactivar drones mediante transmisores de interferencia también se han visto frustrados por "modelos más avanzados, resistentes a esta tecnología" (sic).
Ahora: ¿Quién dispone de esa tecnología resistente a los sistemas más avanzados? ¿Rusia? ¿China? Nadie se atreve a decir nada y esa falta de transparencia hace crecer las especulaciones que relacionan los avistamientos no con UAS sino con UAP, con tecnologías exóticas. Insisto en la posibilidad de que los drones de hoy son, en realidad, los gansos y los globos de los años 50, es decir, simples explicaciones mundanas para lo que no tenemos una explicación racional.
Ha sucedido en New Jersey donde la virulencia de la oleada es tal que el senador Republicano de Nueva Jersey, Jon Bramnick, pidió el estado de emergencia limitado mientras se profundiza el misterio del drones no identificados.
La ministra del Interior germana, Nancy Faeser, y el ministro de Defensa, Boris Pistorius, han acordado nuevas medidas tras detectar drones en espacios aéreos restringidos cerca de fábricas de energía, telecomunicaciones, transporte e industrias en todo el país. Se sospecha que estos drones están siendo operados por un actor estatal con fines de sabotaje o terrorismo, con Rusia y China como los principales sospechosos, aunque no se mencionará a ningún país específico en la enmienda propuesta.
El aumento de drones sobre instalaciones militares, incluyendo la base aérea estadounidense en Ramstein, ha reforzado la idea de que se trata de drones militares avanzados. La posible implicación de Rusia se basa en que los drones han sido avistados cerca de bases donde soldados ucranianos reciben entrenamiento.
Estos incidentes no son aislados. En noviembre pasado, un dron sospechoso se acercó al portaaviones británico Queen Elizabeth en Hamburgo, lo que obligó al ejército alemán a desplegar un transmisor de interferencia para alejar el dron. Similares avistamientos se han registrado en Suecia, el Reino Unido y los estados bálticos, sin explicaciones claras hasta la fecha.
La situación plantea una creciente preocupación sobre la seguridad aérea y la vulnerabilidad de las infraestructuras críticas en Europa, lo que lleva a los gobiernos a fortalecer sus defensas y prepararse para posibles amenazas futuras.
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