1639: El primer caso OVNI de EUU

A partir de 1620, los colonos puritanos ingleses se establecieron en el recién descubierto "Nuevo Mundo", en la colonia de la Bahía de Massachusetts, el segundo asentamiento más importante en Nueva Inglaterra tras la Colonia de Plymouth. John Winthrop, su gobernador desde 1629, era un personaje poco amigable, más bien autoritario, tirano y conservador, pero nos dejó un legado incomparable: sus diarios, en los que describe los primeros avistamientos de OVNIs en EE UU.

Vieron una gran luz en el cielo que corría tan rápido como una flecha

El 1 de marzo de 1639 se produjo un incidente completamente extraño y extravagante en la colonia. Según narra Winthrop, su protagonista, James Everell, había estado con dos hombres remando en el río Muddy, cerca de Charlestown, cuando de repente sus ojos vieron algo inaudito: "una gran luz en el cielo" que se movía descontroladamente. Así es como la describe Winthrop en su diario: "Cuando se detuvo, se encendió y tenía unos tres metros cuadrados; cuando corría, se contraía en la figura de un cerdo: corría tan rápido como una flecha hacia Charlton (Charlestown) durante alrededor de dos o tres horas, como una flecha lanzándose de un lado a otro. Descendieron con su embarcación unos pocos kilómetros y, cuando terminó todo, se encontraron que habían sido llevados a contracorriente al lugar de donde venían. Otras muchas personas creíbles vieron la misma luz después, aproximadamente en el mismo lugar". Este relato ha sido considerado el primer informe OVNI en EEUU. Lo más curioso de este misterioso incidente es que posteriormente los hombres no tenían idea de cómo habían acabado casi dos kilómetros más arriba del lugar del río en el que habían vivido tal suceso. No tenían absolutamente ningún recuerdo de haber realizado ese largo recorrido.

EN BUSCA DE EXPLICACIONES

Ante esta inquietante situación, los colonos intentaron buscar una explicación razonable. Lo primero que pensaron fue que simplemente habían presenciado la iluminación procedente de un fenómeno luminoso que se produce por un gas del pantano, el ignis fatuus, producido a partir de la materia orgánica descompuesta. Otros, sin embargo, consideraron que se había tratado simplemente de un meteorito que los protagonistas no habían logrado identificar como tal. Mención aparte recibe James Savage, quien, en la versión del diario de Winthrop publicada en 1839, escribió en una nota a pie de página lo siguiente: "Este relato de un ignis fatuus puede fácilmente creerse en un testimonio menos respetable que en el que se integra. Los relatores y oyentes de esa época probablemente imaginaron alguna operación del diablo, u otro poder más allá de los agentes habituales de la naturaleza, y la maravilla de ser llevados casi dos kilómetros contra la corriente se convirtió en una importante corroboración de la imaginación. Quizás fueron arrastrados por el viento, durante las dos o tres horas de asombro, a una distancia moderada". Gracias a John Winthrop, el primer gobernador de la Colonia de la Bahía de Massachusetts, conocemos los pormenores de una serie de incidentes que hoy interpretaríamos como avistamientos de OVNIs.

Cinco años después, tuvieron lugar varios eventos enigmáticos relacionados de nuevo con luces en el cielo

Está claro que nunca sabremos con certeza qué sucedió exactamente, pero lo más inquietante es que no es la única descripción extraña que hace Winthrop en su diario. Cinco años después, tuvieron lugar varios eventos enigmáticos. El 18 de enero de 1644, una misteriosa luz se alzó de nuevo sobre el agua, y esta vez la vieron varios barqueros cerca de Boston. Según estos, la luz tenía "forma de hombre" y "se fue hacia el sur, en donde se desvaneció".

EL MARINERO FANTASMA

Semanas después, se volvió a producir un hecho extraño en el puerto de Boston, descrito así por Winthrop: "Una luz como la luna surgió sobre el punto noreste en Boston, en Nottles Island, y allí (varias luces) se cerraron en una sola luz, y luego se separaron, se cerraron y se volvieron a separar en diversas ocasiones, hasta que al final cruzaron la colina de la isla y desaparecieron. A veces dispararon llamas y a veces destellos. Eran alrededor de las ocho de la tarde y muchos lo vieron. Más o menos al mismo tiempo se escuchó una voz sobre el agua, entre Boston y Dorchester, gritando de la manera más terrible: '¡Muchacho! ¡Chico! ¡Desprenderse! ¡Desprenderse!'; y, de repente, se movió de un lugar a otro, unas veinte veces. Fue escuchado por diversas personas. Aproximadamente catorce días después, la misma voz fue escuchada por otros al otro lado de la ciudad, hacia Nottles Island".

La idea que más convenció a Whintrop fue que la voz pertenecía a un marinero que murió hacía meses, cuando su barco explotó accidentalmente por la pólvora que transportaba. Sin embargo, como sucede con el resto de las descripciones, no se vuelve a mencionar nada más al respecto con posterioridad, ni tampoco establece el autor ningún tipo de vínculo entre los distintos sucesos.