Mancias: El futuro en todos lados

La palabra “mancia” proviene del griego (μαντεία / manteia), que se traduce como adivinación. Es una palabra que se usa como sufijo de otras, que describen prácticas y rituales relacionados al conocimiento oculto; principalmente, predecir el futuro.

El arte adivinatorio tiene sus luces y sombras. Hay quienes buscan inspiración en practicas ancestrales, cuando se usaban para predecir el clima en las cosechas o conocer la carta astral de los reyes para predecir el reinado venidero. Hay quienes ven en ellas, respuestas del inconsciente, que afectan el presente de los consultantes y que sólo aceptan cuando aparecen en las cartas. Hay mandatarios que aun hoy en día consultan sus movimientos con cortes mágicas; y hay, por supuesto, quienes dudan que la adivinación sea confiable, exacta, veraz o científicamente correcta.

Las mancias son parte del pensamiento postmoderno que sobrepasa a la razón

Las mancias se utilizan en pleno siglo XXI

Poco importa. Desde el auge del New Age, las mancias volvieron a estar de moda y actualmente son parte vital del pensamiento postmoderno donde la fe sobrepasa la razón.

Mancias hay muchas. Cada una tiene su propia historia, justificación y ritual. La más conocida es quizá, la cartomancia; adivinación con ayuda de las cartas. Aunque lo mismo se hace con baraja española, naipe francés o lotería mexicana, la mayoría prefieren el tarot. Sobre este complejo ritual tratado por cientos de ocultistas a lo largo de los siglos, se dice que incluso el paño de seda donde se hará la tirada y la forma del consultorio influye en la respuesta. Una de las reglas mas curiosas (a mi parecer) es que el tarotista no puede cobrar por un conocimiento que regala el destino; así que hay creyentes que sortean la regla haciendo que cobre alguien más.

El tarotista no puede cobrar por un conocimiento que regala el destino

Las líneas de la mano se han interpretado desde la antigüedad

La quiromancia (lectura de la mano) ha intentado justificarse. Mientras en el pasado se aseguraba que las líneas de la mano evidenciaban accidentes o alegrías venideras, los textos actuales mencionan que en realidad revelan la personalidad oculta del consultante. Algo similar ocurre con la metopomancia, inventada en el siglo XVI por Gerolamo Cardano para predecir el futuro con las líneas de la frente; o la melanomancia, que usa las pecas y lunares de la piel.

Litomancia es adivinación por medio de piedras. Algunos lo relacionan con las runas (que originalmente se hacían con huesos o madera) y hay quienes aseguran que se realiza arrojando piedras semipreciosas sobre la espalda del consultante para interpretar su posición. Lo cierto es que en la antigüedad consistió en hacer chocar piedras con otras en un risco para interpretar los sonidos como la voz de los dioses.

Ouija: origen de un juego maldito

La alectromancia podría ser el fundamento original de la ouija

Hay mancias pintorescas. La alectromancia consistía en un gallo que elegía letras en un círculo en el suelo; una práctica que se asegura, es origen de la ouija. En Finlandia es común la venta de cucharones para molibdomancia; una práctica de año nuevo que consiste en fundir plomo sobre ellas, dejarlo caer en agua fría e interpretar las figuras formadas (poco importa lo tóxico de la práctica). La ornitomancia predice el futuro con el canto de los pájaros y la rapsodomancia utiliza poemas elegidos al azar.

Una famosa en las sobremesas es la taseomancia, que implica el uso de una taza y los restos en ella de té o café. Lo mismo se utilizan figuras vistas por intuición, que la cercanía de ellas al borde o en los platos. Es raro encontrarlas, pero incluso hay tazas de porcelana especialmente decoradas para la adivinación. Cada vez menos común es la cristalomancia con su famosa bola de cristal pulido. Y afortunadamente fuera de uso por completo es la antropomancia, que usaba entrañas humanas y de la que se sabe por Herodoto que el mismo Menelao ordenó el sacrificio de dos niños para saber su futuro en Egipto.

Menelao ordenó el sacrificio de dos niños para saber su futuro en Egipto

Menelao ordenó el sacrificio de niños

Aunque muchas son prácticas antiguas que lo mismo hacían las dinastías chinas que el imperio inca, otras aún son vigentes. Seguro nadie sabe que oniromancia es la interpretación de los sueños o que la aeromancia usa fenómenos atmosféricos, pero más de uno cree haber visto el futuro en una pesadilla o relaciona malas noticias venideras con una tarde lluviosa.

Laureles, tortillas, nubes, flechas, dibujos, cera, sal, la membrana amniótica de los recién nacidos y hasta la Biblia, son algunos de los objetos usados en prácticas adivinatorias que han buscado desde tiempos ancestrales, claridad ante lo oculto. ¿Ha practicado usted alguna? ¿se atrevería a hacerlo? Y es que, lejos del futuro hay algo cierto: las mancias, son la manera más humana de lidiar con el terror de la incertidumbre y la intranquilidad del porvenir.