VISA quiere que tu cara sea un PIN
Desvelamos el plan de VISA para que tu rostro se convierta en una contraseña para acceder a todo.
Hoy en día, prácticamente todos los modelos de smartphones incorporan tecnología biométrica de autentificación. Desde el escaneo del rostro, pasando por la huella dactilar o el test de voz para desbloquear el teléfono o acceder a ciertas aplicaciones o, incluso nuestras tarjetas de crédito.
A propósito de las tarjetas. El gigante de los pagos con tarjeta de crédito, la conocida VISA quiere jubilar definitivamente las contraseñas bancarias y reemplazarlas por reconocimiento facial u otras formas biométricas, según una patente solicitada en 2017 para su Visa ID Intelligence.
Recientemente, Marc Vidal, una de las figuras más influyentes en la actualidad en Transformación Digital y en Industria 4.0. alertaba desde su cuenta en X (antes Twitter) del peligro que supone la implantación de este sistema de identificación que VISA propone.
Y, es que, la compañía con sede en San Francisco, ha desvelado que este sistema se basa en una API (Application Programming Interface) o interfaz de programación de aplicaciones, que facilita el acceso biométrico tanto para los bancos como para los comerciantes. Es decir, que no solo usarías la biometría para pagar, sino también para entrar a tu edificio, a un evento deportivo o incluso a un parque de atracciones. En otras palabras, estaríamos cediendo el control de nuestra identidad a una empresa privada que sabrá todo lo que haces con tu dinero.
Visa ID Intelligence promete ser 'más seguro' que los PINs y las contraseñas
Visa asegura que este sistema es "más seguro" que los PINs y las contraseñas, pero ¿qué pasa si alguien piratea su sistema? Tu información biométrica, única e irreemplazable, quedaría expuesta para siempre.
De hecho, los medios de comunicación han alertado recientemente del riesgo de dejar escanear el iris de nuestros ojos, una exitosa fórmula de crear un banco biométrico mundial que ha promovido la empresa Worldcoin. Esta empresa impulsada por Sam Altman, por el padre de ChatGPT, escanea los ojos a través de un dispositivo llamado Orb en treinta tiendas españolas a cambio de veinticinco criptomonedas.
Las colas, especialmente de jóvenes, han sido colosales en algunas ciudades. Se calcula que 230.000 españoles ya han cedido su iris a esta empresa.
"El principal peligro de facilitar el iris es que se trata de un dato biométrico que permite la identificación unívoca y puede asociarse con información sensible, como el estado de salud de una persona", explica Eduard Blasi, profesor colaborador de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
Según Worldcoin, el objetivo de registrar el iris (nada menos que de toda la población mundial) es crear una suerte de “pasaporte de humanidad” que nos permita, en un futuro cercano, distinguir si el avatar con el que hablamos en Internet es una persona real o fruto de la inteligencia artificial (IA).
El fin no es malo, pero si la identidad asociada a nuestro iris se compromete mediante un ataque informático o se comercializan, nos enfrentamos a un gran problema ya que son inmodificables. El pirata informático siempre va a poder emplear esa huella biométrica para acceder a nuestras cuentas bancarias, nuestros datos fiscales, nuestro expediente de salud, a toda nuestra vida… sin que podamos modificarlo.
¿No te preocupa que las empresas privadas y los gobiernos quieran controlarnos cada vez más a través de nuestro cuerpo y nuestros datos? ¿Cómo nos oponemos al progreso?
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