La IA predice el apocalipsis
Cada vez más usuarios emplean programas de Inteligencia Artificial (IA) de software libre para llevar a cabo predicciones sobre el futuro de nuestro mundo y las consecuencias que provocarán en la humanidad los avances tecnológicos constantes
El metaverso está de moda, aunque puede resultar algo difícil definirlo y aventurar todo lo que dará de sí. Consiste en una combinación de realidad virtual, alter egos humanos metamorfoseados en avatares, ciberespacio y redes sociales. Basta colocarnos unas gafas especiales para introducirnos en un paisaje digital donde nuestra apariencia también ha sido digitalizada. La inmersión pretende ser completa hasta quedar envueltos por un entorno de hiperrealidad alternativa, indistinguible de la realidad cotidiana y con plena movilidad dentro de ella.
Mark Zuckerberg ha apostado fuerte por este desarrollo vanguardista, jugándose a dicha carta el futuro de su compañía Facebook, rebautizada como Meta. En una entrevista con el podcaster Lex Fridman afirmó: «Mucha gente piensa que el metaverso se refiere a un lugar, pero una definición de esto es que se trata de una época en la que básicamente los mundos digitales inmersivos se convertirán en la forma principal en que vivamos nuestras vidas y pasemos nuestro tiempo». En otras palabras, Zuckerberg asegura que el metaverso nos resultará tan atractivo que deambularemos en él muchas más horas al día que fuera, en el mundo común y corriente.
IMÁGENES ESPELUZNANTES
Por otro lado, la inteligencia artificial (IA) también está generando enormes expectativas y fascinación. En 2021, la empresa OpenAI desarrolló una aplicación capaz de generar imágenes a partir de la introducción de pequeños textos y conceptos visuales. Posteriormente, una versión simplificada del programa, llamado Dall-E Mini (https://huggingface.co/spaces/dalle-mini/dalle-mini o https://www.craiyon.com/), fue instalada por otros programadores en una página web abierta al público. El manejo es sumamente sencillo. Los internautas escriben lo que desean en su austero formulario. Dall-E Mini toma esas frases como fuente de inspiración para, al cabo de unos segundos, devolver sugerentes iconografías acordes al texto. Un simple enunciado en inglés obra el «milagro» artístico para deleite de aficionados y dibujantes gráficos, que ven cómo automáticamente sus palabras se transforman en un diseño muy creativo y sugerente.
Muchos usuarios han tomado Dall-E Mini como el consultorio de un adivino, formulándole preguntas acerca del futuro
Sin embargo, como suele ser habitual cuando aparece una tecnología nueva y deslumbrante, el pensamiento mágico ha hecho acto de presencia. Muchos usuarios han tomado Dall-E Mini como el consultorio de un adivino, formulándole preguntas acerca del futuro y esperando la contestación a través de una ilustración. Este funcionamiento a modo de oráculo digital ha tenido particular éxito en muchos foros de Internet cuando le preguntaron a la aplicación cómo será el futuro metaverso y qué ocurrirá con los humanos que vivan en él. La respuesta de la inteligencia artificial no pudo ser más siniestra e inquietante. El Dall-E Mini generó imágenes espeluznantes de seres humanos con sus gafas de realidad virtual incrustadas en sus cabezas como si formaran parte del organismo. Otras extremidades del cuerpo también aparecieron distorsionadas y, en algunos casos, los extraños humanoides habían sustituido sus cráneos directamente por el visor de realidad virtual.
La aplicación ofreció un repertorio de fotografías horripilantes con rostros de seres humanos deformados que asemejaban a zombies y caras entumecidas
EL ÚLTIMO SELFIE
Hay más cuestiones consultadasa Dall-E Mini que han suscitado debate. Por ejemplo, las relativas al fin del mundo y la última selfie que tendrá lugar entonces. Nuevamente, la aplicación ofreció un repertorio de fotografías horripilantes con rostros de seres humanos deformados que asemejaban a zombies y caras entumecidas con teléfonos móviles en las manos para hacerse ese autorretrato final. Los expertos y programadores ya han advertido de que Dall-E Mini no hace vaticinios. Sus imágenes se producen a partir del texto introducido, el cual, para componer los diseños, desencadena una búsqueda por internet de elementos y recursos afines a las palabras tecleadas. Todo, por tanto, es humano. Demasiado humano. De hecho, no han faltado acusaciones de que el algoritmo presenta sesgos machistas y racistas en algunas de las composiciones gráficas generadas. No obstante, el tiempo dirá si se cumplen o no esa imágenes «proféticas».
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