Un documento del Primer Templo indica el nombre de Jerusalén fuera de la Biblia
La Autoridad de Antigüedades de Israel ha difundido la existencia de un papiro con la primera fuente hebraica no bíblica que confirma a Jerusalén como capital de Judea.
Un papiro de 2.700 años de antigüedad confirma que la ciudad de Jerusalén fue la capital del reino de Judea, según ha informado la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI).
El nombre Judea es una adaptación de Judah o Jehud y correspondería con los territorios al Sur de Israel.
En la nota remitida por la Autoridad de Antigüedades de Israel, destaca que el papiro en cuestión, hallado en la ruta del Mar Muerto,"está la fuente hebraica no bíblica más antigua sobre la existencia de Jerusalén"
Los Arqueólogos israelíes han realizado pruebas de paleografía y carbono-14 para autentificar que el papiro pertenece al siglo VII a. C., al final del período del Primer Templo. Este período abarca una época anterior a la primera gran destrucción de la ciudad por parte de los babilonios.
El profesor Shmuel Ahituv ha explicado que el documento acredita el pago de impuestos y transferencias de bienes hacia los almacenes de Jerusalén, que aparece mencionada como la capital del Reino de Judea. "La mayoría de las letras son claramente identificables", destaca.
Además, el papiro nombra a una sirvienta del rey y detalla el estado del envío por parte de una importante mujer hacia la capital judía. La palabra Jerusalén aparece escrita con una letra Yod adicional: Yerushalayim, tal como se pronuncia en el hebreo moderno.
El papiro fue encontrado por la Unidad de Prevención de Robos de la AAI y fue presentado en rueda de prensa, señalando que fue robado de una de las grutas del desierto de Judea.
El documento es una evidencia extremadamente rara de la existencia de un organizado reino de Judá. Hace hincapié en la centralidad de Jerusalén como capital económica del reino en la segunda mitad del siglo VII antes de Cristo.
Según la Universidad Hebrea, el siglo VII a. C. estuvo marcado por cambios esenciales para los reyes de Judea. En aquella época se produjo el colapso del Imperio Asirio , que durante décadas había ejercido su dominio sobre Judea. Esta situación fue aprovechada por el rey Josías para anexionar diversas regiones del norte a su reino.
Según menciona el portal Ancient Origins, Jerusalén fue inicialmente la ciudad de los jebuseos, y más tarde, mil años antes de Cristo, fue conquistada por el Rey David de Israel y anexionada como capital de su reino, que incluía Judea. Un siglo más tarde Judea se independizó, instaurando a Jerusalén como su capital. Pero Jerusalén sufrió el dominio de los asirios, a quienes debió pagar tributos. Posteriormente, los babilonios arrasaron la ciudad.
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