El trágico club de los 27

Desde el primer momento, el público quedó fascinado por aquel torrente decibélico y la maestría de sus manos. Fue el primer artista negro que se metía de lleno en la Inglaterra multiétnica. Quemó su guitarra en el Festival de Monterrey (1967) y tocó un dramático himno americano en el de Woodstock (1969)

Jimi Hendrix murió en 1970 a la edad de 27 años, convirtiéndose en uno de los pioneros del maldito club de los 27

Atacado por los negros, que le acusaban de ser una marioneta de los blancos, y siempre angustiado por sacarle más lustre a su guitarra eléctrica, Jimi Hendrix moría en el año 1970 ahogado en su propio vómito tras un exceso de drogas y sería uno de los pioneros del Club de los 27. Un luctuoso cónclave que también integran artistas de la talla de Jim Morrison (ex cantante de los Doors), Janis Joplin o Kurt Cobain, líder de Nirvana, cuyas vidas de excesos y desenfreno vieron su fin a esa tierna edad, en lo más alto del éxito y con un prometedor futuro por delante. Convirtiéndose de esta forma para la posterioridad en auténticas leyendas del rock.

Aparte de que tuvieron una indiscutible incidencia en la historia de la música, todos estos artistas se vieron inmersos en el mundo de las drogas (peyote, LSD, heroína, cocaína) y el alcohol que les arrastraron hacia un final trágico. Hace unos pocos años, la descorazonadora muerte de una de las voces blancas más potentes de los últimos tiempos, la célebre Amy Winehouse, ha creado un nuevo halo de misterio alrededor de este selecto y macabro club.

ORÍGENES DE UN 'CLUB' MALDITO

El origen del Club de los 27 se remonta al final de la era de la paz y el amor, cuando Alan Wilson, Brian Jones, Janis Joplin, Jimi Hendrix y Jim Morrison murieron entre 1969 y 1971 exactamente a la edad de 27 años. En ese momento, la prensa no tomó nota de la similitud de edad entre ellos. Quizá los focos, las drogas, o el sonido puro y enérgico del rock les había impedido darse cuenta de la fina línea que separaba sus vidas del caos.

Unas declaraciones de la madre de Kurt Kobain tras su muerte fueron el detonante que dio 'origen' al Club de los 27

Casi veinticinco años más tarde, el compositor y cantante del grupo grunge Nirvana, Kurt Cobain, al parecer se suicidó a los 27 años y, de repente, la prensa lo introdujo en este club. De hecho, los medios se hicieron eco de una frase pronunciada por la madre de Cobain en una entrevista: "Ahora se ha ido y se ha unido a ese estúpido club. Le dije que no se uniera a ese estúpido club". La madre, ciertamente, desconocía la idiosincrasia del Club de los 27; se refería a los suicidios de sus dos tíos y su tío abuelo, pero la prensa asumió que se estaba mencionando a los otros músicos que habían muerto a la misma edad que su hijo.

La lista original de esta tétrica lista incluye también al guitarrista Robert Johnson, el rey del delta blues y primer "miembro" de este selecto club; o al multiinstrumentista Brian Jones, el icónico fundador de los Rolling Stones. El hecho de que muchos de los grandes cayeran a los 27 años ha sido siempre algo más que una casualidad.

Todos los fallecidos tenían 27 años de edad y la mayoría de los óbitos ocurrieron en misteriosas circunstancias

Todas estas muertes, como sabemos, tuvieron un denominador común. Todos los fallecidos tenían 27 años de edad y la mayoría de los óbitos ocurrieron en misteriosas circunstancias. Y hasta hoy persisten la duda y la controversia. ¿Fueron solo muertes accidentales? ¿O fueron asesinatos inducidos por el exceso del alcohol y las drogas, el suicidio, y hasta la intromisión del diablo? Lo único claro, para algunos, es que el tristemente famoso Club de los 27 sigue a la espera de poder reclutar nuevos miembros.

UN NÚMERO CON MISTERIO

Con respecto a la simbología del número 27 nos encontramos con ciertas peculiaridades que hay que tener en cuenta en su análisis más espiritual. En el Corán, por ejemplo, aparecen citados por su nombre 27 profetas, Jesucristo entre ellos. Para esta corriente religiosa, entonces, el 27 es un número que posee un alto simbolismo en la espiritualidad islámica, ligado a la figura profética y al diálogo entre lo divino y lo humano.

Para la numerología, en tanto, el 27 es un número compuesto (entendiendo el primero como el dominante y el segundo como el que apoya o acentúa al anterior, aunque no existen combinaciones negativas, ya que no existen números 'malos'; sólo indican momentos de crisis o de conflictos importantes). El 27, en concreto, es un número altamente orientado a la espiritualidad, que combina la capacidad creativa con la imaginación y está marcado por los misterios de la existencia. Se relaciona también con la salud y con la medicina, con las terapias alternativas, los chamanes y los curanderos.