NXIVM: ¿Secta sexual?
Un nuevo escándalo azota a un amplio sector de los EEUU. El de una supuesta secta que captaría a mujeres para convertirlas en "esclavas sexuales" y cuyo líder fue detenido en marzo. Éstos son los hechos Óscar Herradón
Es raro el mes en el que no surge alguna noticia sobre sectas o cultos sospechosos que hacen de las suyas, unos más dañinos que otros, todo hay que decirlo. Quizá sea un síntoma de que algo funciona muy mal en la sociedad de consumo, o una consecuencia… En este caso me refiero a un grupo con un nombre que recuerda más a una banda de rock industrial que a una secta al uso: NXIVM, fundado por un "gurú" de autoayuda estadounidense de nombre Keith Raniere.
Ya sabemos que temas como el "mindfulness" o la "self-realization" están muy de moda, una suerte de nuevas religiones que han tomado el testigo del sesentero New Age. Pero no todo es yoga, relajación, mantras o acupuntura… algunas pueden tener efectos muy nocivos para sus entregados seguidores.
El gurú de NXIVM –que se pronuncia "nexium"–, lleva mucho tiempo promulgando, como buen líder, que siempre fue una persona "especial". Según la investigación llevada a cabo por Vanessa Grigoriadis, colaboradora de The New York Times Magazine, el bueno de Raniere "
dijo que cuando tenía un año ya podía hablar en oraciones completas, que sabe leer desde los dos años y que se autoenseñó a tocar el piano a un nivel digno de conciertos a los 12; a esa misma edad, aseguró, sólo tardó 19 horas en aprender todo lo necesario para ser diestro en matemáticas de nivel bachillerato".
Nacido en Brooklyn en el seno de una familia humilde, Raniere se graduó en el Instituto Politécnico Rensselaer, en el estado de Nueva York, con tres licenciaturas: biología, matemáticas y física. Luego fundó Consumer's Buyline, a través de la que vendía víveres y otros bienes para quienes tramitaban una membresía; hasta que la empresa fue investigada por fiscales estatales. Raniere y sus socios la cerraron en 1997 y al año siguiente fundaba, junto a su novia de entonces, Toni Natalie, NXIVM, una red de salud para la venta de vitaminas y suplementos dietéticos que recomendaba acudir a doctores alternativos, con sede en Clifton Park, cerca de Albany, Nueva York.
La autoayuda se convirtió en la punta de lanza de su programa, en lo que para muchos críticos era una estructura piramidal, prácticamente mafiosa, y sin duda sectaria. Pronto, con importantes fondos, NXIVM comenzó a realizar todo tipo de emprendimientos, como invitar al Dalái Lama a Albany, a la sede del grupo, y llegó a diseñar un "movimiento por la paz" en México –de nombre In Lak' Ech–, llegando a producir un vídeo con las "vanguardistas" ideas de Raniere para solucionar la violencia del país vecino.
Esas, y muchas otras fundaciones, talleres, programas… NXIVM pasó de ser una organización de cinco personas a un corporación de cerca de 400.000 en dos años; y surgieron distintas iniciativas, todas enfocadas a la potenciación de la capacidad; la más polémica, Jnes, una empresa de educación experimental exclusiva para mujeres para que "se exploren a sí mismas y su papel en el mundo de hoy", cuyos talleres costaban 5.000 dólares –y eso que abogaban por ser una organización sin ánimo de lucro–. Y estalló el escándalo.
EN LOS TRIBUNALES
El 17 de octubre de 2017, The New York Times publicaba un artículo señalando a la organización como una secta en la que se cometían vejaciones a mujeres –ver Autopsia de los Hechos–. Cientos de integrantes dejaron NXIVM tras el escándalo y muchos medios, ante la revelación de que Raniere tenía varias novias, declararon que no se trataba realmente de un grupo de desarrollo personal, sino de una "secta de esclavas sexuales".
Entonces se abrió una investigación federal y el gurú era detenido el pasado mes de marzo por las autoridades mexicanas en una villa en Puerto Vallarta (México). Lo deportaron y ahora está en una prisión de Brooklyn. Otra de las célebres integrantes es la actriz de 35 años Allison Mack, una de las protagonistas de la serie Smallville, quien también fue arrestada por cargos de trata de personas y conspiración para cometer –como Raniere– tráfico sexual y trabajos forzados; aunque salió bajo fianza tras depositar 5 millones de dólares.
Al parecer, Mack intentó reclutar para el grupo a la exitosa actriz Emma Watson. La nómina de personajes de las altas esferas, una suerte de "Illuminati de herederos", según los ha bautizado cierta prensa, incluye a las dos hijas de Edgar Bronfman, ex dirigente de la empresa de refrescos Seagram, la hija de la actriz de Dinastía Catherine Oxenberg –una de las denunciantes– y también a varios mexicanos importantes, como el hijo del ex presidente Carlos Salinas. Habrá que esperar para ver cómo acaba todo y cuál será la sentencia definitiva, pues Raniere se enfrenta a una pena de 15 años de cárcel.
AUTOPSIA DE LOS HECHOS
Al parecer, los "abusos" tuvieron lugar en el marco de grupo llamado DOS –Dominus Obsequious Sororium, un mal uso del latín que significa "el amo sobre las acompañantes obedientes"–. Con el tiempo, el grupo creció, según Grigoriadis, al estilo de un campamento militar que quería lidiar con el papel de las mujeres en el mundo para hacerlas darse cuenta de que no son víctimas.
"Las mujeres que te invitaban al grupo eran tus amas; éstas, entre otras tareas, ayudaban a las 'esclavas' a contar sus calorías 'para salvarlas de la trampa de comer compulsivamente por cuestiones emocionales'".
Según otras integrantes que han denunciado el entramado, las maestras ordenaban un acto de "autonegación", como bañarse con agua fría, levantarse a las cuatro de la madrugada o quedarse completamente inmóviles; además, se les pedía "abstenerse de tener orgasmos, para sanar sus patrones sexuales negativos".
Para ingresar en DOS, las esclavas debían entregar vídeos, fotografías e información compro- metedora que luego era utilizada para chantajearlas si querían abandonar la organización, una secta en toda regla, y tenían que reclutar a otras esclavas, preferiblemente de NXIVM.
El escándalo estalló cuando los medios hicieron público el rito de iniciación de las integrantes: según recoge la denuncia, durante ceremonias videograbadas eran marcadas en el área pélvica con un símbolo que contenía varias letras que han tenido distintas interpretaciones, pero además, con las iniciales K y R, las del fundador, una auténtica marca de membresía que la mayoría de iniciadas parecía desconocer.
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