El misterio de las luces que anticipan terremotos
HAARP, Blue Beam, ovnis... son algunas de las teorías conspirativas que prosperan tras la observación de esferas de luz azul y llamas en el cielo en los terremotos
Los científicos no logran descifrar que es lo que se esconde detrás de un misterioso fenómeno luminoso que alumbra los cielos del epicentro antes de un terremoto.
En 1975, el psicólogo de la Universidad Laurentiana de Ontario (Canadá) Michael Persinger, formuló su Tectonic Strain Theory (TST), según la cual, algunos avistamientos ovni podrían ser un efecto de la tensión de la corteza terrestre en la cercanía de las fallas sísmicas.
Según Persinger esa tensión es capaz de producir intensos campos electromagnéticos que liberarían luminosidad a la atmósfera y, además, podrían afectar al cerebro generando alucinaciones visuales que la cultura popular relacionaría con ovnis y seres divinos.
Las luces en el cielo antes del terremoto de Marruecos, eran azules y brillantes, parecidas a una aurora boreal
Pero, las luces son reales. No son ninguna alucinación de nuestro cerebro y, además, han precedido los últimos grandes terremotos como los de Turquía y Siria, en febrero de 2023, y el de Marruecos, en septiembre del mismo año.
Según muestran las cámaras de seguridad y muchos de los damnificados de Marrakech y sus alrededores, las luces en el cielo eran brillantes y azules, parecidas a una aurora boreal.
Algunas de estas “luces”, resplandores y rayos, se viralizaron en las redes sociales alimentando teorías conspirativas, desde el HAARP, el Proyecto Blue Beam o las visitas extraterrestres pero, aunque no hay consenso, los científicos han reflotado las ideas de Persinger y hablan de las EQL (siglas en inglés de ‘luces de terremoto’).
Su presencia ha sido documentada desde antiguo. En el año 869, por ejemplo, los cronistas de Sanriku (Japón), describieron "luces extrañas en el cielo".
La tierra del Sol Naciente volvió a verlas en 1930 cuando otro devastador seísmo hizo temblar la península de Idu, causando más de 3.000 muertos y fueron observadas luces en un radio de cien kilómetros del epicentro.
También fueron registradas en 1975 durante un terremoto que devastó Kalapana, en las islas de Hawaii y, más recientemente, en 2007 en la ciudad peruana de Pisco.
Las luces suelen aparecer antes de los terremotos de magnitud superior a cinco en la escala de Richter
Éstas últimas fueron muy parecidas a las ahora avistadas en Marruecos, según John Derr, geofísico que trabajó antes de jubilarse en el US Geological Survey.
Antes de Marruecos también fueron filmadas por los teléfonos móviles de muchos ciudadanos en México, durante el terremoto que asoló la capital en 2021.
Como no todos los grandes terremotos van precedidos de relámpagos o luces en el cielo, a los científicos les resulta desconcertante el fenómeno, aunque sí han constatado como la mayoría de las luces anteceden movimientos sísmicos de magnitud superior a 5 en la escala de Richter.
El geofísico del Instituto SETI, Friedemann Freund, publicó un artículo donde analiza 65 informes sobre posibles “luces de terremoto” recogidos desde el siglo XVII. En su opinión, podría tratarse de una forma compleja de electricidad estática.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), sin embargo, mantiene distancia sobre esta interpretación de los sucesos luminosos.
Otras teorías sugieren que las luces podrían estar relacionadas con la liberación de energía tectónica en la corteza terrestre o, incluso, la acumulación de gases en el subsuelo.
Un extraño descubrimiento en un tupper de harina
En una reunión celebrada en 2014 por la Sociedad Estadounidense de Física, en Denver (Colorado), el profesor Troy Shinbrot, de la Universidad de Rutgers, Nueva Jersey, descubrió algo extraño mientras empleaba un bote de harina de cocina.
Al agitar un tupper lleno de harina, hacia adelante y hacia atrás, vieron como al inclinarse aparecían grietas, pero lo curioso, es que producían 200 voltios de carga eléctrica. Algo que –a su juicio- parece ser una nueva física.
Si aplicamos el ejemplo a las fallas geológicas, resultaría que el deslizamiento y agrietamiento del suelo podrían generar millones de voltios de carga electrostática capaces de generar relámpagos en el aire. Esto es significativo porque su estudio podría concretar una especie de "sistema de alerta temprana" natural para terremotos inminentes.
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