La mirada torcida: Los felices años 20 del siglo XXI
Cuando dobleguemos a la pandemia, experimentaremos un deseo desenfrenado de interacción social y de disfrutar ferozmente de la vida.
La mal llamada gripe española, que dejó como poco 40 millones de muertos entre 1918 y 1920, y la Primera Guerra Mundial, que tuvo lugar entre 1914 y 1918 y que causó unas cuantas decenas de millones de víctimas mortales más, sumieron a Europa en una profunda crisis sanitaria, económica, política, social y psicológica. Sí, he escrito psicológica, porque en los análisis históricos suele olvidarse el impacto emocional que causan determinados hechos. Y es precisamente ese aspecto psicológico el que explica en gran medida los cambios históricos. No en vano, las estructuras económicas o políticas no surgen de la nada, sino de las mentes de los seres humanos. Por eso, el impacto emocional que causaron la Gran Guerra y la terrible pandemia de gripe explica lo que ocurrió en el mundo occidental durante los años 20 del siglo pasado. Tras la represión, la desesperación y el decaimiento, llegó una auténtica explosión de vida, creatividad y libertad. La máxima del carpe diem se extendió como antes lo había hecho la cepa de gripe, y eso provocó un derroche creativo que «infectó» todas las artes, que se zafaron de los corsés anteriores para explorar nuevas vías, incluidas las moralmente prohibidas. Lo mismo sucedió en la economía, la política, el sexo, las formas de relación social, la tecnología… Pues bien, en la actualidad son numerosos los expertos que vaticinan que eso mismo sucederá en la década de los 20 de este siglo XXI. Por ejemplo, Nicholas Christakis, epidemiólogo y catedrático de la Universidad de Yale, predice que el miedo y la precaución darán paso –cuando la pandemia de coronavirus haya sido doblegada– a un deseo desenfrenado de interacción social, marcado por «fiestas sexuales, derroche económico y alejamiento de la fe religiosa». Pero todo esto ocurrirá en medio de la descomposición del sistema capitalista tal como ha sido hasta ahora, con innumerables crisis económicas de fondo y el despegue de los populismos extremistas y fascistas. No olvidemos que en 1929 tuvo lugar una enorme crisis económica y que eso provocó el ascenso de los fascismos en Europa. Y en 1939, solo diez años después, comenzó la II Guerra Mundial…
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