El legado del Oso: «dotar de significación los oficios»

Para López del Oso no fue sencillo enfrentarse a un libro que honrara la memoria y la esfera laboral de su padre. No en vano, no resulta sencillo «competir» con una brillante carrera que despuntó con el mítico programa Más allá el mismo año de su nacimiento y que provocó en él un sentimiento de amargor por una figura paterna lejana.

El consumo de la televisión en España antes de 1988 llevaba un ritmo parsimonioso y calmado. Primaba el saber, el debate sin injerencias bruscas y la profundización en los detalles. Chicho Ibáñez Serrador podría erigirse en referente de este quehacer televisivo. Y cómo no, sin duda, también su discípulo Fernando Jiménez del Oso, instruido en Historias para no dormir.

Del Oso fue pionero en acercar el mundo de la parapsicología y lo paranormal al público español y entre sus mayores logros destaca su modo de conseguirlo: desde una perspectiva objetiva y veraz. El realizador prefería que las personas llegaran a sus propias conclusiones sin contaminar los datos. Intentaba que los hechos se explicaran de las forma más aséptica posible.

«Intuía que el camino correcto para llegar al Gran Enigma pasaba por transformar primero toda aquella información en conocimiento verdadero, pero eso no era algo que pudiera hacer ni en un mes ni en un año. A mi padre le había llevado toda una vida conseguirlo»

 

Los testimonios de colaboradores de del Oso

El escritor se encontró rápidamente con un obstáculo, que incluso tuvo ocasión de «expresar» a su padre: no tenía relación con el mundo del misterio y no había compartido con él ninguno de sus viajes ni sus programas. La solución resultó sencilla: había que recurrir a personas que hubieran colaborado con él en su extensa carrera, para obtener una imagen más detallada y completa.

De esta manera, el libro contiene en algunos de sus capítulos conversaciones de Fernando López del Oso con Juan José Benítez, Nacho Ares, Lorenzo Fernández Bueno y Javier Sierra, entre otros. Y en cuanto a los temas, una variedad de cuestiones del misterio: la relación mente-cerebro, la cuestión de los OVNIS (que del Oso llamaba cordialmente Ellos), los viajes por Egipto o por Perú…

Al final, aunque la fórmula más sencilla para analizar los hechos que escapan a la razón y la ciencia se encuentre en achacarlo a la «sugestión o alucinación colectiva», lo cierto es que las implicaciones de la parapsicología y lo paranormal tendrían un espacio trascendente en el conocimiento humano. En palabras de del Oso padre para referirse a la cuestión de los OVNIS «de no ser por la urgencia del hambre, las guerras y la catástrofe ecológica, este fenómeno sería el más importante que se hubiera planteado el hombre actual». Este libro es un homenaje no solo a una figura sino a todo ese conocimiento desdeñado y silenciado.