El misterio de la «Danza de los Cuernos»

En el primer domingo después de cada 4 de septiembre tiene lugar el «Domingo de los Despertares», un día especial en el que se celebra la llamada «Danza de los Cuernos». Los cuernos se pueden encontrar el resto del año en la iglesia del pueblo, aunque solo en esos días los sacan a «pasear». Se desconoce el origen exacto de esta curiosa tradición pero podemos detallar en qué consiste, puesto que para el ritual hacen falta una gran variedad de personajes: 

Al día siguiente al domingo de los despertares, bien temprano, a las 8 de la mañana, se ponen de acuerdo doce intérpretes: 6 hombres que mantienen en alto los cuernos durante el baile, un músico, un joven equipado con arco y flecha, un «caballo», una mujer que hace el papel de doncella, un «tonto» y un niño con un triángulo. Las calles viejas del pueblo se decoran con este desfile y se mantiene el ritmo con chasquidos. El punto culminante de la danza se produce cuando los hombres ciervos se enfrentan entre sí, y con los cuernos debidamente bajados, actúan como en un combate simulado.

De dónde viene esta tradición

Hay fuentes que aseguran que la marcha se implementó para conmemorar los derechos de caza del pueblo (hace varios siglos). Mientras tanto, otros sugieren que la Danza del Cuerno es muy posiblemente una muy antigua, reliquia de la celebración que honra la concesión en 1226, por Enrique II, de la Feria de Berthelmy de tres días de duración.

Y, entonces, una tercera teoría sugiere la posibilidad de orígenes aún más antiguos y verdaderamente arcaicos para la Danza del Cuerno. Por ejemplo, el «lanzamiento» del arco a los Hombres Ciervos se percibe en algunos círculos como un acto que tiene sus orígenes firmemente fijados en el mundo de la magia ritual, cuando el hombre prehistórico utilizaba tanto la danza salvaje como la hechicería antigua para asegurar una caza exitosa de alimentos.

Sea como sea, sin duda se trata de una tradición que se debe proteger, con enorme sentido simbólico y de unión del pueblo. Y, por qué no, bastante curiosa de presenciar.