Hallan 14 "vampiros" en un cementerio medieval de Polonia
Arqueólogos de la Universidad Nicolás Copérnico han hallado 14 tumbas en un cementerio polaco que refuerzan la creencia medieval en los vampiros
Un grupo de arqueólogos polacos han protagonizado un insólito hallazgo mientras excavaban cientos de fosas en un cementerio medieval en Kaldus (Polonia). Entre los entierros encontraron 14 cadáveres que mostraban evidencias de prácticas "antivampíricas".
El camposanto -conocido como Culmen en latín- recibió su primera sepultura al finales del siglo X. La ciudad de Kaldus fue una de las varias capitales de Polonia durante la Edad Media y fue reducida a cenizas por los caballeros teutónicos a principios del siglo XIII. Alberga más de 1.000 tumbas que están siendo estudiadas por un equipo de arqueólogos bajo la supervisión de Wojciech Chudziak de la Universidad Nicolás Copérnico.
Según publica la revista 'Forbes', los científicos señalaron que algunas personas enterradas en las fosas fueron decapitadas, otras fueron sepultadas boca abajo, mientras que la mayoría fue aplastada con piedras.
Los vampiros no siempre chuparon sangre. Los primeros afectados por una enfermedad eran considerados vampiros. Para evitar que se levantaran cuando volvieran a la vida, a estos individuos se les enterraba con una hoz en el cuello, la cabeza entre las piernas o una gran piedra en al boca
En el estudio de los restos óseos, sin embargo, los investigadores no han encontrado correlaciones con problemas físicos o enfermedades por lo que creen que los catorce esqueletos hallados en Kaldus, podrían estar relacionados con la creencia en los vampiros en la Edad Media.
Los investigadores Magdalena Matczak y Tomasz Kozlowsk, afirmar, además, que su análisis mostró que las personas con tuberculosis, anemia y escorbuto no eran [necesariamente] enterrados con prácticas antivampiras,
Las tumbas de "vampiros" son de particular interés para los arqueólogos debido a su extraña naturaleza. Las prácticas funerarias realizadas para "curar" el vampirismo incluían hoces alrededor del cuello, la decapitación, el entierro con pesadas piedras colocadas en el cuerpo para evitar que se levantaran de la tumba.
Mientras que algunos estudiosos llaman a estas tumbas "vampiro", en referencia a la supuesta naturaleza del ocupante, otros prefieren referirse a ellas como prácticas "anti-vampiro", en referencia al tratamiento de enterramiento dado a la persona.
Matczak indica que los fallecidos no fueron necesariamente "vampiros" sino que probablemente se trataba de personas "que murieron repentinamente y sin sacramentos cristianos, como los niños no bautizados, las personas que se suicidaron, bebés que nacieron con dientes o madres que perecieron tras el parto".
Polonia atesora otros camposantos con entierros similares, En diciembre de 2015 fueron desenterrados en Drawsko otros cuerpos con la misma forma de enterramiento y otro en el cementerio de Gliwice de junio de 2013.
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