Misterios
21/02/2023 (08:00 CET) Actualizado: 21/02/2023 (08:00 CET)

Extraños enterramientos en un cementerio italiano

El temor a los “no muertos” podría explicar las misteriosas características de algunas tumbas de este camposanto de época romana

Javier Garcia Blanco

Periodista y fotógrafo

21/02/2023 (08:00 CET) Actualizado: 21/02/2023 (08:00 CET)
Una de las calaveras con una piedra en la boca
Una de las calaveras con una piedra en la boca

El cementerio fue descubierto en la década de los años 80 del siglo pasado en el yacimiento arqueológico de Poggio Gramignano, en el centro de Italia y los investigadores dataron sus restos en torno al siglo V d.C., coincidiendo con la época de declive del Imperio romano de Occidente. Sin embargo, ha sido ahora cuando los arqueólogos e historiadores que han estudiado sus restos se han atrevido a aventurar algunas hipótesis para explicar sus llamativas características.

El cementerio, en el que los estudiosos han encontrado multitud de restos pertenecientes a bebés, niños pequeños y cachorros de perro sacrificados –lo que le ha valido el apelativo de necropoli dei bambini (la necrópolis de los niños), cuenta con enterramientos que hoy nos resultan insólitos. Entre las tumbas más llamativas se encuentra la de un niño que fue enterrado con un bloque de piedra dentro de la boca. En 2018, cuando se realizó por primera vez el hallazgo, los vecinos de las localidades próximas sugirieron que este niño enterrado con un bloque en la boca podría haber sido considerado como una especie de vampiro –incluso recibió el apodo de “El vampiro de Lugnano” y alcanzó amplia difusión en la prensa–, aunque las recientes investigaciones de los arqueólogos sugieren ahora otra explicación más plausible: los expertos creen que esto podría ser una indicación de que la gente de la época temía que pudiera convertirse en un revenantun “retornado” o “renacido”–, es decir, un cadáver que había vuelto a la vida después de la muerte.

Uno de los sepulcros
Uno de los sepulcros

El cementerio contiene nultitud de bebés, niños pequeños y cachorros de perro sacrificados

Esta hipótesis parece verse refrendada por los hallazgos realizados en otras tumbas, donde los restos de los niños aparecieron con las extremidades cubiertas con pesadas piedras, lo que sugiere que quienes los enterraron tenían un miedo intenso a que los niños fallecidos regresaran a la vida bajo la forma de revenants. Según David Soren, profesor de Antropología de la Universidad de Arizona y uno de los encargados del equipo de investigación, estas piedras podrían haber sido consideradas como apotropaicas, es decir, con propiedades para alejar el mal y proteger así a la comunidad.

«Había un miedo tremendo a los revenants y a otras fuerzas misteriosas, como las brujas, que podían aprovechar los espíritus de los muertos para sus propios fines», explicó Soren. El antropólogo también aclaró, en declaraciones a la publicación Live Science que los enterramientos de perros hallados en este cementerio a menudo se asociaban con los niños como protectores de sus tumbas, y que los cachorros sacrificados podrían haber tenido también un significado especial para la comunidad.

En la época en la que se ha datado el cementerio, a finales del Imperio romano de Occidente, la mayor parte de la población se había convertido ya al cristianismo, aunque muchas ideas paganas y supersticiosas seguían poblando el imaginario popular. Según William Bowden, profesor de arqueología romana y experto en la época clásica de la Universidad de Nottingham, en esa época existía una sensación constante de lucha con lo sobrenatural, por lo que no es sorprendente encontrar este tipo de enterramientos en cementerios en los que, como sucedió en este caso, la población se enfrentaba a un terrible brote de malaria, una enfermedad cuyo origen se ignoraba en aquellos tiempos, y que bien podía interpretarse como causada por entidades sobrenaturales. Esto también explicaría, según los expertos, los “rituales” de enterramientos tan llamativos que se practicaron en las tumbas de los niños.

Sobre el autor
Javier Garcia Blanco

Periodista y fotógrafo especializado en temas de arte, historia y viajes. Ha publicado sus trabajos en medios como El Mundo, GEO, Lonely Planet, Condé Nast Traveler Destinos, entre otros. Autor de varios libros, como Historia negra de los Papas, Ars Secreta o Héroes y villanos. Fue jefe de edición de Año/Cero, y actualmente dirige el magazine de viajes y cultura Wanderer.es

Relacionados
Lo más leído

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Nos interesa tu opinión

Revista

Año Cero 408

Nº 408, enero de 2025

El número de enero de 2025 parece hecho desde el infierno. Nuestras páginas acogen a vampiros, sacauntos, hombres del saco y otros monstruos que se hicieron reales