Misterios
23/06/2015 (11:53 CET) Actualizado: 23/06/2015 (11:54 CET)

Es Vedrà y el misterio del Triángulo del Silencio

23/06/2015 (11:53 CET) Actualizado: 23/06/2015 (11:54 CET)
Es Vedrà y el misterio del Triángulo del Silencio
Es Vedrà y el misterio del Triángulo del Silencio

Mira que hemos hablado veces del Triángulo de las Bermudas, o del Triángulo del Diablo, en Japón. Pero solemos dejar fuera otros verdaderamente extraños, y que tenemos muchos más cerca. Porque la Reserva Natural de Es Vedrá, en Baleares, tiene lo suficientes argumentos como para que dirijamos nuestra atención hacia allí, y para que junto al peñón de Ifach, en Alicante, y la costa suroeste de Mallorca, sea conocido como el Triángulo del Silencio. Baste decir que navegantes como Rossemarie Morinelli, al pasar junto a esta mole que se eleva a los cielos en vertical a 382 metros, asegura tiempo atrás que "he tenido el privilegio de navegar entre los dos islotes –el más pequeño es conocido como Es Vedranell­–, y en ese lugar cuando pasábamos nos fuimos al puente de mandos a mirar los controles de navegación y allí observamos como todas las agujas se movían de un lado a otro sin control". A testimonios como éste, que como es lógico aumentan conforme llegan las fechas veraniegas, se unen los de los habitantes de la zona, que vienen a pescar a estas aguas, y que afirman que en este entorno se producen sucesos paranormales, extraños sonidos que parecen proceder de las profundidades, y en ocasiones fenómenos luminosos que surcan los cielos a gran velocidad.

Por eso pocos se atreven a acercarse solos hasta aquí.

Y por eso son varios los investigadores que sí lo han hecho para intentar dilucidar que demonios ocurre junto a este peñón en mitad del mar.

El primero en hablar de este lugar fue el beato Francisco Palau y Quer en el siglo XIX. Al parecer este buen hombre pasaba largos retiros en este entorno solitario, y dejó escrito que "este monte es un islote al oeste de Ibiza, separado de la isla, que se levanta desde el profundo de las aguas hasta el cielo; no hay aquí más habitantes que yo. Tengo la ermita a dos leguas al mediodía de la isla y los hermanos que tienen en ella una barca pesquera, me traen aquí, me dejan solo y se vuelven. En la cima del monte hay una fuente, y las aberturas de las peñas son mis celdas. Aquí me retiro diez años ha y hallo cuanto un solitario puede desear". La cuestión es que el padre Palau, que como digo pasó allí mucho tiempo sólo, aseguró haber sido testigo de la presencia de "damas de luz y seres celestiales", que como es lógico el atribuyó a su contacto con la divinidad, y que hoy día los investigadores atribuyen a otro tipo de fenómenos.

Baste decir que las célebres luces que obligaron a aterrizar al Supercaravelle de la compañía TAE en noviembre de 1979, aparecieron cuando el aparato sobrevolaba esta zona. Seguro que no tiene nada que ver, pero hay quien piensa que sí. Sea como fuere, la mole pétrea es tan imponente que hasta el año 1950 no fue escalada por vez primera. El padre Palau dejaba patente la dificultad de dicha empresa, asegurando que "sus columnas se levantan tan a plomo sobre las aguas, que no pueden subir a él sino los peritos del país".

Además existía la leyenda de que nunca podría ser escalado, ya que "quien lo intentare y lograra coronar la cumbre cambiaría al instante de sexo".

De momento que sepamos ni Francisco Martí Ferrando, ni Manuel Puig, que fueron los primeros llegar a las alturas, no lo han hecho. Pero al parecer sí reflejaron la sensación extraña que les producía la explanada de la cresta, un lugar de "15 metros de largo, por cinco de ancho, donde crece mucha vegetación en forma de mata, pero la mayoría estaba completamente seca". Después abandonaron el lugar, que una vez más quedó sumido en el silencio.

Un lugar en el que la semana pasada han sido vistas unas extrañas luminosidades que parecían ocultarse detrás del peñón grande, en lo que muchos han visto como preludio a lo que está por llegar según se acerca, como decía anteriormente, el verano.

 

 

 

Lo más leído

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Nos interesa tu opinión

Revista

Año Cero 406

Nº 406, septiembre de 2024