Encuentran en Israel inscripciones funerarias de 1.700 años
Tres epitafios, de aproximadamente 1.700 años de antigüedad, han sido descubiertos en un cementerio de Séforis, la capital de la antigua ciudad de Galilea, según ha informado la Autoridad de Antigüedades de Israel, que está a cargo de los trabajos arqueológicos.
"Séforis fue la primera capital de Galilea, de la época de la dinastía de los Asmoneos, hasta el establecimiento de Tiberias, en el siglo primero. La ciudad siguió siendo central e importante más adelante", señalaron los arqueólogos.
Hasta el momento, los expertos han logrado descifrar el significado de una palabra griega, que significa «José», un nombre judío muy común para la época, y tres palabras en idioma arameo, presuntamente hablada por Jesús, que significan «rabino», «el Tiberiano» y «siempre».
Moti Aviam, del Instituto para la Arqueología de Galilea de Kineret, ha explicado en un comunicado que las inscripciones son sorprendentes. "Una de las sorpresas en las inscripciones descubiertas recientemente es que uno de los fallecidos era llamado 'el Tiberiano'", dijo Aviam. "Esta ya es la segunda prueba de que alguien de Tiberias fuera enterrado en el cementerio de Séforis".
Sin embargo, los investigadores no han dejado claro quién era «el Tiberiano». Manejan dos teorías: En primer lugar, los judíos galileanos fallecidos podrían haber sido llevados para ser enterrados en el cementerio de Séforis debido a "la importante actividad realizada allí por el rabino Yehuda Ha-Nasi", un segundo rabino del siglo que editó tradiciones judías post-bíblicas. Aviam también sugirió que "el Tiberiano" simplemente podría significar la ciudad natal del hombre que era de Tiberias.
Otro hallazgo sorprendente fue la palabra aramea «le-olam», que significa «para siempre». Los investigadores dijeron que era la primera vez que la palabra había aparecido en Séforis.
"El término «le-olam» se conoce de inscripciones funerarias en Beit She'arim (en Galilea) y en otros lugares, y significa que el lugar de enterramiento del fallecido seguirá siendo suyo para siempre y que nadie se lo quitará. Ambas inscripciones terminan con la bendición en hebreo «Shalom» (paz)", explicó Aviam.
Aunque la inscripción en arameo menciona un «rabino», los investigadores admiten que no están seguros de lo que significaba hace 1.700 años en Séforis, una ciudad que se caracteriza por sus numerosos estudiosos de la Torá.
Comentarios
Nos interesa tu opinión