Los crucigramas que pusieron en jaque el Día D
La llamada "Alarma del crucigrama" saltó en el servicio secreto británico cuando durante varios días aparecieron en los pasatiempos de un periódico los códigos de la "Operación Overlord"
Se han cumplido 80 años del Día D, el épico Desembarco de Normandía, considerado como la mayor invasión bélica de la historia. A lo largo de 80 kilómetros, en las playas de esta región francesa, se libraron sangrientos combates con el objetivo de liberar a Francia de la ocupación nazi y asestar un golpe estratégico a Hitler.
La operación Overlord, nombre en clave del desembarco de 150.000 combatientes de Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña, se produjo en la madrugada del 6 de junio de 1944. La ofensiva se iniciaría en distintas playas que fueron denominadas con los nombres en clave de “Utah”, “Omaha”, “Gold”, “Juno” y “Sword”.
Pero, como explico en mi libro Coincidencias Imposibles, todo estuvo a punto de irse al traste por unos simples crucigramas. Me explicaré.
Muchos miembros del servicio secreto británico, el MI5, tenían la costumbre de hacer todos los días el crucigrama que publicaba en sus páginas The Daily Telegraph. Desde hacía 25 años, Leonard Dawe, compaginaba la creación de este popular pasatiempo con su labor como director de la Strand School, en la zona sur de Londres.
La llamada Alarma de los crucigramas saltó cuando durante varios días consecutivos fueron apareciendo nombres código de la operación secreta. ¿Habría algún espía que filtraba información a los nazis?
No parecía fruto de la casualidad. El 2 de mayo de 1944 apareció en el crucigrama el nombre 'Utah'; el 22 de mayo una de las playas del desembarco: 'Omaha'; el 27 de ese mismo mes el nombre en clave de toda la operación, 'Overlord'; el 30 de mayo se publicó el nombre de los puertos flotantes, 'Mulberry'; y el 1 de junio el nombre en clave del apoyo naval, 'Neptune'.
A cinco días del desembarco los agentes del MI5 revisaron crucigramas previos. Constataron como figuraban el resto de las playas del desembarco: Utah, Gold, Sword y Juno. No podía ser obra del azar. Dawe estaba pasando información de la operación a los alemanes... Y le detuvieron. Registraron a fondo su casa y le interrogaron.
Pero resultó ser un ciudadano modélico. Leonard Sidney Dawe, (sus iniciales LSD hizo que los alumnos le apodaran "Moneybags") sirvió durante la I Guerra Mundial como teniente en el 1/4 del batallón del regimiento de Hampshire en Mesopotamia. Terminada la contienda fue maestro, en 1919 en St Paul's y poseriormente en la Strand School, de Tulse Hill, donde llegaría a convertirse en director. Además, hacía los crucigramas del Daily Telegrah desde 1925, donde consiguió ser el primero en crear un crucigrama a diario en un periódico británico. Durante su juventud, además, había sido suplente del equipo de fútbol de Inglaterra en los Juegos Olímpicos de 1912.
Lo único que podía chirriar en su expediente es que, en abril de 1936, tres años antes de la Guerra, tres niños de la escuela que dirigía murieron sepultados por un alud durante una excursión por la Selva Negra. Dawe viajó a Alemania para atender a los supervivientes y Hitler envió una corona de flores y organizó la repatriación de los cadáveres de forma gratuita. Nada más le vinculaba con Alemania ni con los nazis. ¿Cómo pudo acertar entonces los nombres de la operación?
Dawe siempre proclamó su inocencia durante los interrogatorios pero, por si acaso, el MI5 lo mantuvo en aislamiento hasta mucho después de que comenzara la invasión.
¿Sabían los nazis que la ofensiva militar estaba lista y pasaban claves a través del periódico? No. El patrón sólo tenía sentido para los aliados que conocían los detalles y los nombres en clave de la operación. Sus percepciones —basadas en la información que poseían— les hacían ver espías donde no los había.
¿Fue entonces una serendipia? Según el diccionario de la Real Academia, es el "hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual."
Lo único que Dawe adujo es que solía invitar a sus alumnos al despacho para que propusieran palabras sueltas que les vinieran a la cabeza y, posteriormente, las incluía en sus crucigramas.
Lo confirmó mucho más tarde Ronald French, un exalumno de la escuela que, en el 40 aniversario del Desembarco se arrogó la responsabilidad de incluir los códigos de la operación aliada en los crucigramas. Al parecer, cerca de la Strand School había un campamento de soldados y los niños fascinados con la idea de ser soldados, se acercaban y escuchaban lo que decían los militares. "Ahí -dijo- es donde escuché los códigos de un operativo que estaban preparando". Aunque racional parece inverosímil que French acertara TODOS los códigos. No es lógico que los soldados los soltaran a viva voz en la calle los códigos de una operación supersecreta. Por demás está decir que Dawe nunca habló claramente de esto en los interrogatorios con el servicio secreto.
La coincidencia imposible a punto estuvo de costarle a Dawe su empleo y su reputación. Según French, cuando fue liberado por el MI5 vino a verle para preguntarle de dónde había sacado los nombres que le proporcionó y el chaval le mostró sus notas en una libreta que el profesor le pidió que destruyera y nunca hablara con nadie sobre esto. Por consiguiente no hay pruebas de su testimonio y puede que sólo buscara algo de notoriedad pues Dawe murió en 1963 y no podía confirmarlo.
El Desembarco de Normandía pilló a los alemanes tan desprevenidos sobre dónde y cuándo sería que Adolf Hitler dormía cuando tuvo lugar la invasión. Esto hizo que los nazis no pudieran recibir las instrucciones de su Führer y sin preparación previa, solo pudieran enviar una división de tanques como contraofensiva. Cosas del Destino.
Comentarios
Nos interesa tu opinión