Los crop circles suenan
Gracias a un sintetizador polifónico foto óptico científicos rusos han puesto sonido a los círculos de las cosechas
Nos acercamos a la primavera y las cosechas pronto empezaran a germinar, en especial los campos de trigo en el sur de Inglaterra. Un año más, entre las espigas doradas aparecerá un mensaje cifrado en forma de misterioso diseño que ha evolucionado a lo largo del tiempo.
Los primeros, que se remontan a 1978, eran simples círculos y fueron asumidos por un par de jubilados que pisaban una tabla para doblar los tallos y se guiaban mediante una rudimentaria mirilla que colgaba de su gorra de béisbol. Los medios de comunicación dieron por cerrado el enigma, pero el misterio estaba lejos de ser resuelto. Especialmente después de que, en 1996, apareciera en un campo de Wiltshire un complejo diseño inteligente que representaba un fractal matemático llamado conjunto de Julia. Una especie de señal, que apareció de la nada en apenas 45 minutos. Es el tiempo que invirtió el piloto de una avioneta en llegar a su destino y regresar al aeródromo, que fue cuando lo divisó desde el aire. El agroglifo se ubicaba en un campo de cebada próximo al célebre complejo prehistórico de Stonehenge.
Un investigador del MUFON detectó sonidos de baja frecuecia en el interior de los círculos
Ahora sabemos que ese diseño tenía un sonido. El primero en advertirme que los círculos de las cosechas “sonaban” fue Rubén Uriarte, un investigador del MUFON durante un encuentro informal que tuve en Tijuana (México) hace más de una década. La forma de onda del sonido coincidía con el fractal plasmado en el campo. Algo verdaderamente sorprendente.
Eventualmente se han podido escuchar a oído desnudo, sin necesidad de aparatos. Como cuando un policía observó a unos “extraños seres” examinando un reciente “crop circle” en Silbury Hull, Inglaterra en 2009.
El agente detuvo su coche patrulla junto al cultivo y cuando se encontraba en el borde del agroflifo escuchó un sonido que le recordada a la electricidad estática. Fue entonces cuando pudo ver a dos individuos de casi dos metros de estatura, cabello rubio y ataviados con botas blancas, por lo que le inicialmente les confundió con forenses que estudiaban la formación. Sin embargo, al advertir su presencia desaparecieron "más rápido de lo que había visto jamás a un ser humano moverse" –le confesó al investigador croppi Andy Russell.
Pero el sonido de los círculos de las cosechas no se escucha con el oído desnudo, hay que decodificarlo mediante un sintetizador polifónico foto óptico, un dispositivo inventado por un ingeniero ruso que captura el sonido a través del flujo de luz que pasa a través de cinco discos giratorios transparentes, con un patrón impreso en ellos. En este caso, el diseño del agrograma. Eso han hecho ahora científicos rusos y así se han podido generar sonidos entre los 16Hz y 16kHz, es decir, diez octavas más arriba. El resultado es este:
Los de tipo fractal, además, son capaces de generar sonidos de baja frecuencia, que posibilitan entrar en estados de relajación o incluso Estados Alterados de Conciencia.
Ahora, mediante un ingenio llamado CymaScope se ha hecho el proceso inverso. Imaginemos que cada nota interpretada por un instrumento musical crea una esfera de sonido con diferentes dibujos asociados a sus diferentes frecuencias y este ingenio hace que el sonido o la música sea visible, creando impresiones detalladas en 3D de sonido o de las vibraciones musicales. Pues bien, los diseños que aparecen son idénticos a las famosas formaciones de los campos de cereal.
Que la música sea visible es un nuevo concepto en la expresión musical. Si nuestros ojos pudieran ver la música no veríamos las ondas, como se cree comúnmente, sino hermosas burbujas holográficas, con los patrones caleidoscópicos brillantes en su superficie. El CymaScope nos permite ver este bello reino anteriormente oculto. Juzga por ti mismo.
Este tipo de sonidos explica porque algunas personas tienen sensaciones extrañas, meditan estupendamente o sienten energías o experimentan estados alterados de conciencia, porque esas bajas frecuencias –ultrasonidos- conectan con lo más profundo de nuestro cerebro.
La Música, en el sentido absoluto, es la geometría invisible del cosmos, una delicada traza de frecuencias que se armonizan entre sí y de la que se manifiesta toda la materia.
Comentarios
Nos interesa tu opinión