Misterios
05/09/2023 (10:43 CET) Actualizado: 05/09/2023 (10:50 CET)

Continúan las batidas para dar caza al pelacaras

La explicación del Ministerio fiscal de Perú no ha frenado los ataques del “pelacaras” en las comunidades de la amazonía.

Josep Guijarro

Periodista y escritor

05/09/2023 (10:43 CET) Actualizado: 05/09/2023 (10:50 CET)
Ilustración del pelacaras
Ilustración del pelacaras

Nadie está completamente seguro de lo que está pasando en Perú en este momento. Las redes sociales muestran a diario imágenes de personas gritando y huyendo de "algo" borroso. Hay disparos, miedo, pero es difícil decir qué está pasando.

En el mes de agosto dimos cuenta de cómo la comunidad indígena Ikitu del Perú, situada en la cuenca del río Nanay, solicitó ayuda a las autoridades para hacer frente a la amenaza que constituían unos misteriosos seres que se aparecían en la selva intentando degollar a las jóvenes. Estos seres fueron relacionados con el mítico pishtaco, también conocido como pelacaras. En los informes de la primera mitad del siglo XX este ser es descrito principalmente como un espíritu o un alma y es sólo a partir de los años 50 que recobra semblante humano. Se trataría, en cualquier caso, de una entidad que actúa principalmente en la oscuridad de la noche y que, a menudo con el uso de aparatos tecnológicos desconocidos, ataca a sus víctimas y saca su unto, su grasa (o en algunos casos sangre u órganos), para los usos más diversos.

Un profesor recibió de un pelacaras una quemadura en la cabeza 

Todo se inició la noche del 11 de julio, en la Comunidad de San Antonio de Pintayucu, cuando una joven adolescente de 15 años de edad, Talía Dávila Díaz, fue asaltada de noche por la espalda y, durante el forcejeo, fue herida en el cuello. La chica describió a los atacantes como "encapuchados", que vestían de color negro y superaban los dos metros de altura. Otro ataque se registró en la comunidad de Bagazán - San Pablo de Tipishca, muy cerca al río Marañón. Los supuestos "Pelacaras" atacaron a un menor de edad. El día 15, el profesor Bilingue Silas Soto fue atacado por otro supuesto pelacaras que le quemó la cabeza con una especie de láser, en la comunidad nativa de San Luis de Caco, en Iparia.

Una especie de láser quemó la cabeza del profesor Silas Soto
Una especie de láser quemó la cabeza del profesor Silas Soto

Los indígenas organizaron batidas para dar caza a estos “seres anómalos” que, según el líder comunitario Jairo Reátegui Ávila, eran inmunes a sus armas de caza.

Algunos testigos aseguraron que los seres flotaban a una altura de un metro y que "usaban una armadura protectora" que repelía los disparos. También dijeron que calzaban "zapatos de forma redonda con una luz roja en el talón.”

El pánico cundió y hasta tuvo que mediar el Ejército, quien inspeccionó el perímetro del pueblo y, especialmente, la ubicación del primer ataque a la adolescente. Desplegó personal militar en la zona durante un período prolongado y el fiscal Carlos Castro Quintanilla trató de acallar los rumores aduciendo que detrás de las "apariciones" se escondían miembros de mafias extranjeras dedicadas a la minera ilegal, procedentes de Brasil y Colombia.

Oficialmente se ha querido zanjar el asunto explicando que se trata de mafias extranjeras dedicadas a la minería ilegal

Castro intuía que estas estructuras criminales quieren extraer oro ilegalmente de este punto recóndito de la Amazonía peruana y no descartó que estuvieran empleando para ello trajes con los que asustar a la tribu para que dejen sus tierras y puedan cometer su ilícito penal.

Los lugareños, sin embargo, se quejan de que el fiscal no ha visitado la zona, nadie les ha acompañado de noche (que es cuando aparecen los seres que les asustan) y el gobierno está bloqueando e impidiendo que la gente se vaya.

A la mayoría le resulta más plausible creer que se trata de mineros ilegales ensotanados sobre mochilas jetpack, que pensar en seres míticos como el pelacaras pero, lejos de desaparecer, los avistamientos de estos seres han perdurado e, incluso, han sido reportados en otras comunidades, como la de Buena Vista, en el río Arabela, provincia de Loreto, cerca de la frontera con Ecuador.

El 21 de agosto, por ejemplo, Anderson, que forma parte de un grupo de vigilancia, explicó que salió a cazar con su hermano Claudio cuando comenzaron a ver luces volando por la comunidad alrededor de las 9 de la noche. Estaban en un bote en el río y notaron que estas luces los seguían. Instantes después estas luces estaban a solo 18 metros de altura y Anderson encendió su linterna para ver mejor. Fue entonces cuando distinguó a una "persona" flotando. Intentó dispararle, pero el ser flotante se fue volando después de que apuntó con la escopeta.

Nuevos avistamientos se han reportado, también, en las comunidades de Wawaim, en el anexo Kayamás, y en Huampami, la capital de El Cenepa.

En el vídeo compartido por el investigador brasileño Rony Vernet vemos a los líderes de la comunidad con sus escopetas de caza contando a los estudiantes qué acciones tomar ante la presencia de pistahcos. 

Hay numerosos estudios académicos que explican la historia de los pistahcos o pelacaras. Aunque es considerado un ser mítológico, como fenómeno social, el pelacaras es una realidad: una persona acusada de serlo puede llegar, incluso, a ser asesinada. Lo saben bien en Loreto donde una niña de 6 años resultó herida de gravedad tras recibir un disparo de su hermano, quien la confundió con un pelacaras

Los caucheros de esta región de fines del siglo XIX e inicio del siglo XX, cometieron crímenes -desde el asesinato y la esclavitud, hasta la tortura de los indígenas-  y se "ganaron" el apelativo de pistahcos. Según los sociólogos, entre los pueblos indígenas, este tipo de relatos son una forma común para recordar eventos dolorosos de manera colectiva.  

La variante actual, sin embargo, añade el contexto ovni/extraterrestre. En este otro vídeo de Vernet, se recoge el testimonio de un vecino de San Antonio que presenció la aparición de estos seres a bordo de una luz. También los líderes comunales se han referido a los extraños seres como "extraterrestres".

En la misma línea se manifiesta Anthony Choy, uno de los periodistas e investigadores UAP más activo del Perú, quien dice que el gobierno miente para calmar a la población sobre los recientes casos de ataques de ovnis y seres humanos en muchos pueblos de la Amazonía peruana.

Tal vez, como sugiere Rodrigo Lazo en un interesante artículo, "resulta imprescindible que intervengan los mejores especialistas del Ministerio de Cultura y de la Defensoría del Pueblo: personas que manejen los códigos culturales y de lenguaje del mundo awajún y del mundo mestizo y que sus superiores —ministros, viceministros y directores— entiendan que las soluciones con los indígenas tienen como condición el diálogo, la participación de organizaciones y la gestación de ideas en el territorio indígena." Menospreciar los ataques relegándolos a fantasía, histeria o leyenda urbana no conduce a ninguna solución. 

 

 

Sobre el autor
Josep Guijarro

Josep Guijarro es reportero de prensa, radio y televisión, además de autor de varios libros entre los que cabe destacar El secreto de los aliens (edición ampliada y actualizada en 2024 de Aliens Ancestrales) o Casualidad, que continúa la saga de su bestseller Coincidencias Imposibles. Es documentalista de la serie Extraterrestres (DMAX) y forma parte de los programas El Colegio Invisible y La Rosa de los Vientos, ambos en Onda Cero.

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