Civilizaciones perdidas
22/08/2008 (13:39 CET)
Actualizado: 06/11/2014 (09:58 CET)
LOS MAYAS Y LO SOBRENATURAL
Los pueblos que habitaron el «mayab» desarrollaron una rica mitología. En su concepción del cosmos, la existencia del reino de los muertos y los métodos de contacto con el más allá conformaron un sistema de creencias que continúa fascinando. Precisamente, la trama de la última película del intrépido Indiana Jones gira en torno al misterioso origen de los dioses mayas.Por Javier García Blanco
Los antiguos mayas desarrollaron una complejísima mitología, plagada de seres divinos y sobrenaturales, cuyas acciones influían de forma irremediable en la naturaleza y los seres humanos. Estas divinidades mayas eran seres muy poderosos, aunque no omnipotentes, pues estaban marcadas, al igual que los hombres, por ciertas limitaciones físicas como la sed o el hambre, que sólo podían ser satisfechas mediante la acción humana (generalmente mediante sacrificios de sangre). Pero además, el panteón maya estaba compuesto por deidades sometidas a pasiones semejantes a las de los simples mortales, dando rienda suelta, por ejemplo, a la ira o la rabia.
Entre el amplio abanico de dioses, en el que destacan el dios celeste Itzamná, el astro rey Kinich Ahau, la diosa Luna Ixchel o el señor de la lluvia Chac, sobresale también otro grupo de dioses terrestres, vinculados a las entrañas de la tierra y al Inframundo, «el lugar del Temor». Y es precisamente este aspecto de la religiosidad maya uno de los más apasionantes de dicha civilización: su llamativo interés y fascinación por el «otro mundo», en torno al cual tejieron multitud de ritos, creencias y costumbres.
Entre el amplio abanico de dioses, en el que destacan el dios celeste Itzamná, el astro rey Kinich Ahau, la diosa Luna Ixchel o el señor de la lluvia Chac, sobresale también otro grupo de dioses terrestres, vinculados a las entrañas de la tierra y al Inframundo, «el lugar del Temor». Y es precisamente este aspecto de la religiosidad maya uno de los más apasionantes de dicha civilización: su llamativo interés y fascinación por el «otro mundo», en torno al cual tejieron multitud de ritos, creencias y costumbres.
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