La fe secreta de Leonardo da Vinci
¿Pudo Leonardo entrar en contacto con las ideas heréticas del catarismo dos siglos después de su extinción? ¿Perteneció a alguna sociedad secreta?
La fascinación que despierta Leonardo da Vinci reside, seguramente, en su inmensidad, en la imposibilidad de etiquetarlo en un área o un tema específico. En efecto, la desbordante imaginación de este genio renacentista le hace inabarcable. Esta creatividad se ha plasmado en su pintura pero, también, en cientos de cuadernos con dibujos fascinantes y observaciones anticipatorias sobre todo tipo de temas científicos. No es extraño pues que, ya en el siglo XVI, Leonardo fuese juzgado como imagen y personificación de la sabiduría. Su aspecto ha contribuido, sin duda, a ello pues solía llevar el pelo y la barba tan largos y poseía, además, unas cejas tan pobladas que personificaba la idea clásica del sabio. En su célebre Viaje a Italia, el poeta Goethe –uno de los que ha intuido como pocos la grandeza del artista- señalaba que en relación con la humanidad común, Leonardo era un ejemplar ideal de la misma. ¿Quién era realmente Leonardo? ¿Fue –como se ha dicho- un hereje, un iniciado o sólo un curioso de la naturaleza? ¿De dónde procedían sus conocimientos? ¿Qué sabemos de su carácter o de su vida interior? ¿Cuáles sus verdaderas creencias?...
Leonardo afirmaba que podía construir puentes portátiles, que conocía las técnicas para realizar bombardeos, construir barcos y vehículos acorazados, también cañones, catapultas y otras máquinas bélicas… Su inventiva no tenía límites. En 1485, por ejemplo, esbozó un paracaídas. Sus notas sugerían incluso el tamaño necesario para que una persona pudiera dejarse caer desde gran altura sin hacerse daño. El primer salto en paracaídas no tuvo lugar hasta 1783, concretamente en Francia.
El primer helicóptero capaz de transportar a una persona fue diseñado y pilotado por Paul Cornu en 1907. Leonardo, sin embargo, proyectó un ingenio similar entre 1487 y 1490. ¿De dónde procedía su inspiración? ¿Formó parte de alguna sociedad secreta?
En la Biblioteca Nacional de París se conserva un microfilm que levantó una gran polémica entre historiadores y esoteristas. Fue descubierto por los autores de El enigma sagrado, un bestseller publicado en España en 1986 y que bautizó a los documentos como Dossiers secrets. Contenían recortes de prensa, cartas pegadas en láminas de refuerzo, opúsculos y numerosos árboles genealógicos. En ellos se menciona a una misteriosa sociedad secreta denominada Priorato de Sión entre cuyos Grandes Maestres figura Leonardo da Vinci quien habría ostentado el cargo entre 1510 y 1519.
El objetivo confeso del Priorato de Sión sería la restauración de la dinastía y la estirpe merovingia…
Pero pronto se sabría que la misteriosa ficha había sido ingresada en la biblioteca en 1956 y que, por lo tanto, no era –como se pretendía- un documento histórico solvente. Aún con todo, la aparición del libro de Dan Brown, El código da Vinci, volvió a insistir en la vinculación de Leonardo con esta misteriosa sociedad secreta y en que sus obras ocultan un mensaje cifrado y reivindicativo de los propósitos de la sociedad.
Lo segundo es verdad, como podrás comprobar tu mismo en el vídeo que te ofrecemos. Analizamos la Última Cena de Leonardo desde una perspectiva fresca y reconociendo la falsedad del Priorato... pero los enigmas, como verás, persisten.
De hecho, del analisis de los alimentos de la mesa y las posiciones de los Apóstoles se refleja una ideología que entronca con el catarismo, un movimiento herético de carácter gnóstico que arraigó en el sur de Francia durante el siglo XII y con el que pudo tomar contacto Leonardo dos siglos más tarde, con los herejes huídos a la Toscana y el norte de Italia. Una hipótesis fascinante.
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